"La Batalla Por Las Gemelas" (8x20)

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Bulent Aga.

Volkan, Derrick, Bekir y yo, cavamos profundos agujeros en la tierra. Lejos de la casona y lejos de los establos. Melis y Emma dijeron que prepararían algo útil para cuando regresaran los sujetos a vengar sus amigos caídos.

¿Estará bien así de profundo? —Pregunta Bekir. Su piel brilla en sudor bajo los rayos del Sol. Se limpia el rostro con parte de la manga de su camisa que trae colgada en la cintura. –Melisse dijo que debía ser del tamaño de un barril, pero no fue clara en si era uno de costado o erguido.

Nos miramos entre nosotros y pareciera que lo acordamos con los ojos. Continuamos cavando para enterrar al menos cuatro barriles erguidos y que queden cubiertos bajo dos codos de tierra.

Bekir hace un gesto señalando a la casona. Emma me llama desde la esquina delantera. Corro para llegar más de prisa y la sigo hasta el interior de la casa. Melis se encuentra arrodillada junto a una enorme olla de metal, un olor fuerte sale del interior.

Bulent. —Me llama desde la cocina y señala la olla. –Esta será una sorpresa, esos dos barriles ya están llenos y este a medias, falta uno. Tú y los chicos entierren los que están listos mientras acabamos con Melis.

–¿Qué se supone que es? —Le pregunto asomándome por encima del borde del la olla para mirar el interior humeante y burbujeante. –¿Es lo que creo que es?

–Tenemos pólvora, haremos un recorrido desde los barriles hasta nuestro escondite, que será el establo más lejano al lugar de explosión.

–Explosión. –Repito.

No es una gran explosión, solo levantará un poco de polvo y eso los asustará, los detonaremos cuando estén parados justo sobre ellos.

–¿Pondremos el espantapájaros ahí? —Señalo a través de la ventana una marca en la tierra a un par de pasos de los barriles. –Creo que entiendo tu plan, aun que pudiste explicarlo desde un principio.

–Eso le hubiera quitado la magia. —Responde sonriente. Es la primera sonrisa sincera que veo en los labios de la gemela malhumorada y seria. –Deja de verme así, o me encargaré de detonar los barriles cuando tú también estés ahí.



Una vez hecho el camino de pólvora y haber afilado nuestras cuchillas, nos escondimos en el establo acordado. El Sol se ocultaba tras las montañas cuando los primeros indicios de un grupo a caballo se hizo notable en el fondo, en medio de las colinas.

El polvo que levantan es notable desde la distancia. Un escalofrío me recorrió el cuerpo cuando vi la cantidad de sujetos que eran.

Son por lo menos cincuenta hombres armados. —Dice Bekir con temor.

Recuerda nuestras prácticas, Bekir. —Le responde Volkan. Se acerca a él en cuclillas y le pone una mano en el hombro. –Eres pequeño, úsalo a tu favor, serás más veloz, tienes prohibido morir hoy, todos ustedes tienen prohibido perder esta noche, que les quede claro.

No fue hasta esa frase, que todos caímos en cuenta que podíamos morir, eso se dejó ver en la expresión que todos tuvieron en sus rostros, yo incluido.

Melis toma su cuchilla con notable fuerza y al notar mi mirada en ella, me responde con una sonrisa segura. Quien me preocupa es Emma, que no tiene idea de combate cuerpo a cuerpo, ella será la encargada de encender los barriles cuando sea el momento.

Como era de esperar, el gran grupo se abalanzó sobre el espantapájaros sin detenerse. Escuchamos burlas y quejas hasta que uno de ellos empezó a llamarnos a gritos exigiendo que diéramos la cara.

Príncipe Mehmed. (Gay)Where stories live. Discover now