"La Trinidad" (8x22)

14 3 0
                                    

Eren Aga.

Todo el grupo de reclutas caminan en formación hacia el camino que desciende de las planicies. Los Fundadores les ordenaron dirigirse a la playa a entrenar en la arena y luego en el mar. Se alejan de nosotros levantando polvo con sus pies y haciendo sonar sus pisadas rítmicamente. Los sigo con la mirada hasta verlos desaparecer tras la vegetación.

Sami no deja de mirarle las trenzas a Gaelan El Oscuro. Está de espaldas a nosotros mientras discute algunos asuntos con Erkan e Iskender. En lugar de detener a Sami, me dedico a escuchar la conversación de los tres. Pareciera haber poca confianza con respecto a lo que Gaelan propone, Erkan siempre tiende a decir una opinión más parecida a la de Iskender. Perfectamente podrían dirigir todo entre ellos dos.

Sami y yo caminamos hacia unos arbustos y nos detenemos a mirar el pueblo por debajo de la montaña. De reojo veo a Gaelan alejarse de los dos Fundadores y caminar a paso lento fingiendo estar mirando hacia otro lado.

¿Viene para acá? —Pregunta Sami intentando disimular que ya lo vio. –Ay no, Eren, no quiero hablarle, ¿Seguro que viene?

–¿Ves a alguien más aparte de los dos guardias allá al fondo? —Le respondo en voz baja mirando hacia otro lado y mirando a Gaelan de reojo. –¡Oh, Señor Gaelan! ¿Se le ofrece algo?

–¿Qué a caso eres uno de esos de la servidumbre? No ofrezcas cosas o nadie te verá con respeto, Señor Iskender los ha asignado como asesores, espero que estén a la altura. —Dice con su voz gruesa.

Yo creía que el Señor Iskender había organizado y levantado todo esto desde las bases, ¿Qué es eso de los cuatro Fundadores? —Le digo viendo a sus ojos duros y profundos. –Sólo si puedo saberlo.

–¿Por qué no conocerían la historia? —Responde tosco. Sami tiende a temblar un poco ante su respuesta tan seca. –¿Por qué serían asesores del Señor de Isla Refugio dos recogidos que apenas llevan dos días en la Isla?

Sami está notablemente nervioso y eso me angustia a mí. Perfectamente puede dejar salir un comentario que nos comprometa a ambos y pueda llegar a perjudicar a Iskender. Me adelanto a responder antes que Sam.

Conocemos al Señor Iskender del Palacio, al menos yo, y Sam lo conoció en el barco que nos rescató del mar.

La mirada de Gaelan demuestra sorpresa. Abre la boca pero no dice una sola palabra. Se gira hacia Iskender y luego se regresa hacia nosotros. Se tiende a agachar un poco y baja la voz.

¿Cuál palacio, niño? Vamos, habla. —Pregunta con ansiedad. Sus ojos están más abiertos que antes y tiende a inclinarse un poco encima nuestro. –¿Estás hablando del Palacio del Sultán Osmán?

Claramente Gaelan nos interroga para averiguar algo sobre Iskender, pero, ¿Qué cosa? Su ansiedad delata que estuve apunto de decir algo importante, que Iskender no ha dicho, sobre su origen y su paso por el Palacio en la Capital, y mucho menos sobre el Príncipe Mehmed.
Quise evitar que Sami provocara alguna disputa con sus respuestas y en lugar de lograrlo, realmente lo provoqué.

Se abalanza sobre mí y sujeta mi hombro con fuerza, clavando sus ojos en los míos. No dice una palabra pero sus ojos lo dicen todo. Al estar tan cerca de mi puedo apreciar las cicatrices en sus brazos, son horribles y sobresalientes, rasguños profundos en todas direcciones. Llegando la duda a mi mente de cómo le ocurrieron y cómo sobrevivió a tantos cortes.

¡Gaelan! —Le grita Iskender desde lejos.

Él y Erkan se acercan a paso rápido hacia nosotros. Gaelan retrocede unos pasos con la mirada clavada en el suelo. Ambos lo miran con cierto reproche y él se marcha por un sendero para descender, pero del lado contrario por el que subimos nosotros cuando llegamos.

Príncipe Mehmed. (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora