Príncipe Mehmed. (Gay)

"No Eras Iskender" (5x16)

Príncipe Mehmed.

Mi Madre se encuentra realmente furiosa, y es muy comprensible, Iskender se ha pasado del límite el ultimo tiempo, acababa de ofender a Ayse de manera brutal y ella buscó consuelo en nuestra Madre, es más que obvio.

Acababa de reprender a Iskender duramente con sus palabras, él se encuentra sumergido en sus pensamientos de pie en medio de los Aposentos.

–Yo... —Habla apenas. –Prefiero en mi cama, a Mehmed, que a Ayse.

Abrimos nuestras bocas sorprendidos, o molestos, o quizás ambos, ante el actuar tan indiferente de Tarkan con nosotros, no demuestra respeto alguno hacia la familia del Sultán.

Mi Madre se levanta molesta con la mano en el aire lista para golpearlo en el rostro, pero Tarkan da media vuelta y cae desvanecido de cara al suelo.

–¡Madre qué sucede! —Exclama Ayse nerviosa.
–¡Iskender está temblando mucho!

Regreso la vista a él y notablemente sus extremidades tiemblan en todas direcciones y emite ciertos sonidos de sollozo.

Mi Madre grita por ayuda a los Agas de la entrada e intenta evitar que Iskender continúe azotando su cabeza contra el suelo.
Comienza a vomitar un extraño líquido verde con pequeños círculos en él, y se mezcla con la sangre que le gotea de la cabeza.

–¡Agas dense prisa! —Grito con fuerza.

Sintiendo la desesperación recorrer mi cuerpo e intentando controlarme para no perder la cordura.

–El muchacho no se encuentra bien. —Dice el médico luego de examinarlo.

Ayse se pasea de un lado a otro del cuarto, mi Madre intenta calmarla y yo permanezco de pie viendo cómo aún se encuentra dormido en la camilla.

–¿Despertará pronto? —Pregunta Ayse.

–No sabríamos darle una respuesta concreta mi Sultana, examinaremos su vomito intentando hallar rastro de algo que haya ingerido, le avisaremos de todo, tengan calma. —Responde con mucha tranquilidad en sus palabras.

El médico se dirige al otro lado del cuarto y revisa unos recipientes con lo que Iskender escupió, en su interior. Me acerco a ambas mujeres angustiadas del otro lado de la cama.

–Madre, vayan a descansar, yo estaré aquí, te avisaré cualquier cosa.

–¿Seguro Mi León?

–Si Madre, lleva a Ayse contigo y que descanse.

Ambas asienten y se marchan, no antes de darle un último vistazo a Iskender.

Una vez ya a solas con el médico me acerco a él y lo enfrento.

–Dígame la verdad, aun que sea una leve sospecha de lo que él tiene, se lo ordeno.

–Por favor Príncipe, conserve la calma, no le hará bien alterarse, con calma todo se soluciona más rapido

–Por favor dígamelo, ¿Sospecha algo? Necesito saberlo ahora mismo.

Se queda en silencio y suspira examinando que nadie vaya a entrar.