Príncipe Mehmed. (Gay)

"Charla Nocturna" (2x19)

Tarkan Iskender.

   –Voy a suponer que también viste cómo Meleksima me miraba durante la ceremonia.

   –Estaba molesta por que te veías muy bien, bastante atractivo, las demás concubinas te miraban mucho. —Responde Mehmed.

   –Te hablo en serio.

Niega con su cabeza resignado a que ningún comentario suyo me hará reír.
Se acerca a las puertas del balcón de sus Aposentos luego de sentir una brisa muy helada y las cierra.

   –De acuerdo Iskender, ella te veía molesta, ¿Y qué con eso? —Lo miro serio e inclino mi cabeza. –Oh discúlpame, quise decir Tarkan, ya que es el nuevo nombre que te dió mi Madre. —Ríe. –Nuestro valiente y fuerte Iskender, si supieran que solo eres un niño.

   –¡Basta Mehmed! –Respondo apenado.
–¿No ves que me afecta todo esto? Te digo que Meleksima me veía feo, y siento que no merezco todo esto. —Señalo la daga.

   –Si no te gusta, puedes dármela. —La recoge del mueble. –¿Oye Iskender? Ahora que recuerdo una vez te obsequié una daga similar.

—Lo recuerdo unos segundos. –Si, si lo sé ¿Debo recordarte que luego de eso me expulsaron?

–Y desecharon todas tus cosas, cierto. Pero de todas formas pudiste haberla ido a recoger del vertedero del Pueblo, o quizás un comerciante se la llevó. Ahora habrá un simple mortal del Pueblo utilizando una daga que debajo dice "Iskender Aga"

   –De acuerdo, me iré a dormir, hasta mañana Príncipe. —Hago una reverencia burlesca y me dispongo a salir.

   –Oh vamos, no seas tan sensible por favor. —Me jala de regreso adentro y cierra las puertas delante mío. –¿Quieres quedarte conmigo?

   –¿Quieres que de nuevo compartamos Aposento? Se te está haciendo una costumbre.

   –No lo digas de esa forma, te invito por que Ayse sigue con los Médicos, y dudo que te haga bien dormir solo en la cama de ustedes dos.

Lo medito unos momentos y al ver su rostro intentando convencerme, accedo.

   –Iskender despierta. —Despierto de mi sueño y sin abrir los ojos noto que todo sigue oscuro. Miedo y terror me dominan luego de haber oído la voz de Gokhan tan cerca mío.
–Sucede algo.

   –¿Sucede algo? —Susurro.

–¡Vine a advertirte, algo malo sucederá!
—Se lanza sobre mí y me presiona fuertemente el cuello impidiéndome respirar y gritar, como si intentara sacudirme para despertarme pero solo consigue ahogarme.

Comienzo a jadear y a sollozar para que algún Aga me escuche desde afuera y me auxilien.

Aún con mis ojos cerrados oigo la voz de mi Príncipe exigiéndome que los abra.

–¿Mehmed? —Pestañeo lento y veo su rostro, puedo apreciar sus ojos, sintiendo su mano en mis mejillas.

–Vamos despierta Iskender, estabas en una pesadilla. —Dice preocupado con las cejas arqueadas. –Soñabas con Gokhan.