"Las Puertas De La Vida" (7x17)

48 10 1
                                    

Príncipe Mehmed.

   –¿A quién quiero engañar, Murad?

Le pregunto con tristeza en mi voz. El viento hace flamear algunas telas colgantes de la carpa frente a la laguna del jardín. Murad se queda pensativo con la vista fija en el agua que ondea en todas direcciones.

   –¿Engañar de qué cosa?

   –De lo que pienso, siento y soy.

   –¿Por qué tendrías que engañar sobre lo que piensas, sientes y eres, en primer lugar?

   –Me he equivocado, en mi vida, mucho, y he lastimado a personas que quiero, he permitido que se acerquen a nosotros personas que lograron engañarme y hacerme ver una faceta de falta de bondad y buenas intenciones.

   –¿Puedes ser más específico? Puedes darme nombres si así lo quieres, tal vez no estuve ahí pero puedo imaginarlo.

   –Permití que Gokhan se acercara, solo por rebeldía y querer ofender a Tarkan, cuando Osmán lo trajo del exilio y él quiso abrazarme, yo lo detuve con mi mano en su pecho, no le permití acercarse a pesar que me moría por tenerlo a mi lado. Sin embargo, ¿A quién puse junto a mi? A Gokhan.

   –Lo de Gokhan fue hace mucho, deberías dejar eso ya.

   –¿Dejarlo? Gokhan fue el inicio de nuestros problemas, de ese punto en adelante, nuestras vidas aprendieron lo que es cometer errores y escoger mal.

   –¿Crees que escogiste mal al acercarte al Príncipe Phelippe?

   –No creí que te acordaras de Phelippe.

   –Claro que si, olvidas que siempre dormían juntos, Iskender, él y tú.

   –Si, dormíamos juntos. —Respondo riendo.

   –¿Piensas que eso fue una mala decisión?

Nos miramos en silencio mientras pienso una respuesta. En mi mente aparecen recuerdos de conversación y situaciones en las que nos encontramos en cierto momento.
En ese periodo fue cuando más nos unimos Tarkan y yo. Habíamos acordado vivir en una granja lejos de la capital, lejos de mi familia, tendríamos animales y viviríamos así hasta la vejez. Esos eran nuestros planes.

   –Phelippe convenció a Iskender, que el primer amor no es eterno, que simplemente puede ser un empuje de lecciones y aprendizaje para cuando esté con el siguiente. Que ese sería el indicado.

   –Mmm... No le veo algo malo a esa reflexión sinceramente, Mehmed, ¿Tú si?

   –Como reflexión, no, claro que no, pero cuando Iskender utilizó esa frase como argumento mientras peleábamos, me dolió hasta lo más profundo del alma. No he podido olvidar esa conversación.

   –¿Por qué te dolería tanto? Es solo una frase.

   –Murad, ¿Estás poniendo atención? Yo soy el primer amor de Iskender.

   –Querrás decir "fui". —Me corrige sin ningún rodeo.

   –Si, lo fui, y en la historia siempre lo seré.

Murad sonríe y agita su cabeza arriba y abajo como si alguien le hubiese preguntado algo y estuviese respondiendo afirmativamente.

   –¿Qué piensas hacer con el rubio entonces?

   –¿Hablas de Baris? —Le pregunto. –No sabría qué decir, Gokhan se acercó a mí y prometió mucho, igual que Iskender, y Berker, y ahora Baris, y solo Iskender supo cumplir su palabra.

   –¿Quién es Berker? En qué momento fue uno de tus pretendientes, ¿Le fuiste infiel a Iskender?
¿Por qué nunca me contaste Mehmed?

   –¿Desde cuándo debo contarte todo, Murad?

   –¿Olvidas que soy tu hermano más cercano? Soy el único entre todos, que conoce tanto tu intimidad.

   –Si, eso es por que todos tienen una vida propia.

   –No seas agresivo conmigo, te estoy dando de mi tiempo y atención ahora mismo. Podrías tener esta misma conversación con una puerta.

   –¿Eso es ser agresivo para ti? —Me río.

   –Agresivo puede ser golpear, o menospreciar buenas intenciones, y me estás menospreciando como amigo y como hermano. Soy capaz de escuchar tus problemas y ayudarte a buscar soluciones, no por que piense que eres incapaz o por que eres débil, es solo que no puedes manejar bien tus problemas y tenerlos bajo control, y es por que en comparación con el resto, tus problemas y tu vida, son mucho más difíciles y complicadas que las de los demás, en tu vida todo es en mayor escala, de una forma incluso exagerada a veces, es por eso que estoy aquí contigo, Mehmed.

–¿Crees que soy débil?

–Tú no eres débil, al contrario, eres fuerte, aun que a veces seas bipolar y violento, ya aprenderás a controlarte. ¿Crees que yo duraría un día con tu vida? ¿O Ayse? ¿Ibrahim, Kasim, Bayecid? ¿Fatma o Gevherhan? Nadie, Mehmed, nadie más que tú, ni si quiera Osmán.

Lo quedo viendo en completo silencio. Los labios apretados y las cejas arqueadas, sin intención de llorar ni nada de eso, es solo asombro lo que siento.
¿En qué momento Murad dejó de ser aquel niño pequeño que solo comía y quería jugar?
Creció tanto que ya no es tan insoportable como antes, es muy observador y sabe muy bien buscar soluciones claras en problemas engorrosos.

Le dedico una sonrisa de admiración. Él arruga la frente con gesto de asco.

   –¿Qué me ves?

   –Estás madurando Murad, has crecido mucho, hermano.

   –¿Por qué lo dices?

   –Ya no eres tan insoportable, y ya hasta me ayudas a solucionar mi tormentosa vida. Estoy orgulloso de lo que eres, y tengo mucha fe de que te convertirás en algo grande, quizás un gran Sultán.

Baja la mirada con algo de vergüenza y se mira las manos.

   –No seas ridículo Mehmed, un gran Sultán.

   –¿Por qué no?

   –Si yo fuese Sultán, significa que Osmán ya no estaría, ni tu tampoco, y eso sería un contexto terrible, ya que incluye que Meleksima no tuviese un hijo.

Pensando bien lo que acaba de decir, tiene razón, mucha razón. Significaría que Sultán Murad, es una realidad bastante improbable, muy improbable.
Tendría que saltarse la sucesión del heredero de Osmán, y en el caso hipotético de que yo fuese Sultán por algún extraño sucedo en el que Osmán falleciera antes de engendrar hijos, y también yo, en su respectivo momento, también sin tener hijos, y ahí recién, Murad sucedería como Sultán del Mundo.

   –Murad el Improbable, es casi imposible que seas Sultán, pero no dudo que serías uno muy justo, el mejor de muchos Sultanes que han pasado por el Trono.

   –¿En serio lo piensas?

   –Claro, si no lo pensara, no lo diría. No te mentiría con eso. —Le dedico una sonrisa.

   –¿Vas a aceptar a Baris al final? Quizás Iskender fue tu primer amor, y aprendiste todo, para ser feliz con Baris Aga.

Lo quedo mirando con una ceja arqueada y de reojo.

   –Si soy sincero, Murad, no había pensado eso, acabas de abrir una enorme puerta en mi vida.

Príncipe Mehmed. (Gay)Where stories live. Discover now