Príncipe Mehmed. (Gay)

"Príncipe Mustafá" (4x12)

Príncipe Mehmed.

Una vez finalizado el baño que me dieron las chicas, regreso a mis Aposentos aún con el cabello húmedo.

Toda la noche esperé poder lavarme, tener esa sensación extraña en mi cuerpo luego de lo sucedido, no me permitía sentirme tranquilo.

Apenas abro las puertas veo el largo vestido de mi Madre cayendo desde mi cama al suelo.

–Madre. —Digo reverenciando. –No te esperaba.

—Hace un gesto para que me acerque a la cama. –Lo sé hijo, tu rostro lo demuestra más que bien. Tengo curiosidad por saber cómo resultó todo con Hande Hatun.

–Bueno, yo, Madre tu sabes que... —Intento decir, pero me quedo corto de palabras.

–¿Por qué no te veo feliz? Hablé con esa chica tan linda y dijo que la habías dejado completamente agotada.

–Madre basta, no tengo intención de hablar esto contigo. —Le aparto la mirada.

–Hijo mío, ¿Tú si sabes que yo me doy cuenta de un montón de cosas?

–¿Ahora usarás a Hande para espiarme?

–Ya no estoy hablando sobre ella, te estoy hablando sobre tu hermano Osmán.

—Regreso con ella a la cama. –¿Qué cosa sucede con él?

–Es precisamente eso lo que quiero saber, él está feliz con Meleksima, Iskender se ha ido y tú estás frecuentando a concubinas del Harén de tu Padre, ¿Qué pasa con Osmán y tú? Hace ya tiempo ni se hablan.

–No nos vemos a menudo Madre, hace mucho que es así.

–Y de ahora en adelante se verán menos aún.
—Da un largo suspiro. –Tu hermano decidió que gobernaría un distrito, él planea irse de aquí y alejarse de nosotros.

–¿Él dijo eso?

–Si Mehmed, y si tú quisieras ir lejos a estudiar, yo también lo tendré que aceptar.

–¿Continúas intentando alejarme de Iskender?

–Ni si quiera lo he mencionado, ya basta, y aún es muy pronto para decidir, aún hay tiempo para eso y cuando llegue, veremos qué hacer, necesito que me acompañes a los Aposentos de tu Padre.

¿Qué tipo de final me esperaría si me marcho lejos, y llevo a Iskender conmigo?
No sé si sería capaz un Príncipe de renunciar a un trono y un Imperio, sólo por amor.

   –¿Dije amor? —Susurro a la nada.

   –¿Dijiste algo? —Responde mi Madre mientras avanzamos por los pasillos.

En cualquier etapa de mi vida nunca hubiera pensado en amar a alguien, ni si quiera me quería a mi mismo como para darle de ese cariño a otra persona, pero llegó él, mi Aga.

Han pasado los días y no he tenido noticias sobre él, cada noche duermo con terror de que puedan ejecutarlo y yo nunca me entere.