"Un Refugio Para Dos" (2x10)

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Príncipe Mehmed.

¿Hey, qué hiciste durante los últimos días, Aga? —Planteo la duda a Gokhan mientras ingiero bocadillos del desayuno, dando tiempo para que él responda con mentiras, ya sabiendo la verdad.

Sé más que perfectamente en qué lugares ha estado, qué ha hecho y con quién, Iskender me lo dijo todo anoche en la Torre del Jardín Imperial.

Es muy complicado, y me resulta tan difícil quitarme la amargura y la pesadez de mi alma. Todos los días me levanto con ese peso en mi pecho y mi corazón se debilita. Como si cargara baúles de la piedra más pesada del mundo sobre mis hombros.
Toda mi vida estuve cegado, convencido creyendo que mis únicos problemas eran ser respetado por los Jenízaros y que mi Madre me tomase en cuenta, ser importante para mi familia. Y ahora estoy sentado y comiendo, junto a uno de los más grandes traidores que he tenido cerca y sin inmutarse de mentir o sonreír falsamente.
Me preocupaba de asuntos sin gravedad, mientras otros planean asesinarme.

¿Cómo moriré? ¿Será de anciano quizás? ¿Envenenado? Hay tantas situaciones que llegan a mi mente, puede ser ahogado, o apuñalado, e incluso ahorcado.
Desde mi reconciliación con Iskender que todo parece mucho más prometedor y luminoso, pero nadie debe saber lo que él y yo hemos hablado, aquella Torre podría ser nuestro lugar, para hablar y planear estrategias en contra de quienes nos han estado atacando.

¿Príncipe me estás oyendo? Te estoy explicando lo que hago cuando no te acompaño. pero nada de atención has puesto en mí, es como si estuvieras en las nubes.

–Basta Gokhan, ambos nos hablamos de tú a tú sólo en presencia de Iskender y los demás, para fastidiarlo a él y que los demás sepan que somos cercanos, pero de aquí en adelante, ya no hay más de eso cuando estemos solos tu y yo, así que por favor demuéstrame respeto, no te pongas a mi altura.

Su rostro luce frío e inexpresivo, totalmente molesto, podría decir que casi logrando ocultar su molestia por completo, pero fracasó en eso, tanto como fracasará siguiendo las órdenes de aquellas almas viles dentro de este Palacio, que incitan a corromper nuestra paz.

¿Acaso te molestó algo de lo que dije, Aga? —Niega con la cabeza y mira el suelo en silencio.

Me levanto del sillón y veo por la ventana.

Aquel día en el que Iskender me prometió ser mi amigo y compañero, apoyarme y cuidarme, y me hizo bajar del borde del balcón.
Yo realmente quería acabar con mi vida. Quería ponerle fin a toda mi historia, la historia del hijo mayor de la Gran Sultana Kosem iba a acabar con apenas algunos años de vida. Es realmente patético todo lo que me sucede.

Iremos al Jardín para el almuerzo, por favor envíale una carta a mi Madre invitándola a reunirse...

¡Eso es! ¡Ya sé cómo comunicarme con Iskender!

¿Todo bien Príncipe?

–Escribiré una carta a mi Madre y se la llevarás. —El asiente con la cabeza.


Una vez Gokhan saliendo de mis Aposentos me dirijo velozmente hacia el Harén.
Iskender dijo que confiaba en Hatchi y también en Jennet Kalfa, y es esa última persona quien se encargará de llevarle mi carta a él.

¿No suena un poco extraño que usted, Príncipe, quiera enviar mensajes secretos con un Aga? Es una conducta nunca antes vista por aquí, habiendo tanta concubina hermosa paseando por el Palacio.

–¿Qué dices Jennet? No te entiendo, necesito que se lo entregues tan pronto sea prudente, y quiero que nadie sepa sobre esto, te lo ruego.

–¿Ni su madre?

–Ni mi madre, ni ninguna persona.


Pasado medio día, desde lo alto de la Torre, logro observar el jardín en el que se sirve el almuerzo. Las concubinas ubican todo mientras sirven la comida cubierta por la tapa de plata que evita que se ensucie.

Levanto los muebles y velas que dejamos caer ayer en nuestra discusión con Iskender.
Desenfundo mi daga y la tomo con ambas manos, recordando lo descriteriado que fui al intentar clavarla en el pecho de él.
De el único que realmente está interesado en mí y en mi seguridad. Quien me protegía desde las sombras, aquel chico que yo menosprecié y a quién intentaba incomodar fingiendo cercanía y confidencialidad con Gokhan solo para que sintiera lo que yo sentía al verlo con Osmán, ese rechazo de ser desplazado y reemplazado.

Sin embargo ya está de vuelta a mi lado. Y aquí estoy yo, ansioso esperando que llegue hasta la cima de esta Torre.

¿Príncipe...? —Volteo al oír su voz asomado con timidez desde las escaleras. –No estaba seguro de si la carta que me había dado Jennet era cierto o no. —Sonríe orgulloso y se aproxima a mí. –Buenos días Mehmed.

Luego de un poderoso abrazo de su parte nos dispusimos a planear qué sucederá los próximos días. Mi Padre es joven y goza de salud, pero jamás se sabe cuándo deberá volver a batallar y dirigir a los Jenízaros en combate en alguna conquista de territorios.
Mi Padre podría no regresar, o podría ser atacado dentro de nuestro propio Palacio.

Debemos cuidar la salud de mi Padre.
Añado para no dejar en silencio la conversación.

Alá mediante. —Dice Iskender.

Y también Alá mediante permitirá que nosotros nos veamos los rostros con barba y arrugas. —Río burlesco y lo empujo hacia un lado.

–Ya basta. —Me sigue el juego de los empujones y se detiene al ver por la ventana.
Mira Mehmed, tu madre ya llegó.

Con mi Madre arribando al Jardín significa que debo ir al almuerzo con ellos.
Enviar a Gokhan a dejarle la carta de invitación fue una buena forma de deshacerme de él para poder venir a ver a Iskender a nuestro refugio.

De acuerdo, pronto te enviaré una nueva carta, y debemos reunirnos aquí en el refugio.

–¿Refugio? —Contrae las cejas. –Está bien, desde ahora este será nuestro Refugio.

–"El Refugio de Mehmed e Iskender".
Ambos reímos y descendemos juntos de la Torre por las escaleras.

Príncipe Mehmed. (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora