Príncipe Mehmed. (Gay)

"Protección" (2x05)

Iskender.

  –Iskender, necesito hablar contigo.

Osmán me habla desde el pasillo. Volteo y me acerco a él.

  –Buenas noches, Príncipe, ¿Necesita algo?

   –Seré directo, bueno. Alguien me comentó que tu matrimonio con Ayse no va bien...
—Tras sus palabras trago saliva y hago un recorrido por las paredes intentando inventar una buena respuesta sin que se note mi nerviosismo. –¿Es eso cierto?

En silencio nos quedamos viendo a los ojos. Él entrecierra sus párpados y se acerca a mi rostro con desafío. Con ambas manos sostiene mis ropas por el cuello y me empuja con fuerza hacia la pared. –Mucho me agradas, pero mi hermana es primero, Iskender, y vas a cuidarla, ¿Entendido? No me hagas desenfundar mi daga, cualquier cosa que hagas y ella resulte lastimada te las verás directamente conmigo.

Intento quitar sus manos de mis ropas pero me aprieta más fuerte aún. Mientras forcejeamos comienzo a sentir mucha angustia en mi garganta y desesperación por quitármelo de encima. Solo deseo que se aleje de mí y me deje en paz, pido que él se marche y ya no siga atormentándome.

Ese debe ser mi corazón, ya agotado de tantas decepciones y conflictos. Mi corazón que busca desenvolverse de todas esas capas de amargura que en este Palacio han ido dejando encima suyo.
Mis mejillas están inundadas de saladas lagrimas y mi espalda está fría por la larga presión contra la helada muralla.

Al hacer un recorrido por el pasillo veo que Osmán ya no está. Solo está llorando en el suelo, rodeado de soledad, Iskender, el esposo de la Sultana Ayse, el Aga removido de su cargo de cuidar y proteger al Príncipe Mehmed, y luego al Príncipe Osmán. Yo fallé, he fracasado.
Y lo he hecho en ambos casos, y también con Ayse... Mi Sultana... Mi esposa...

Maldito Gokhan, por qué lo hiciste, tú haz sido el principal productor de aquellos problemas que me atormentan... Y yo he tenido que luchar tanto por librarme de cada uno de ellos. Y apenas lo estoy logrando.
Yo solo quiero estar en paz.

Al levantar mi cabeza veo a Mi Príncipe viéndome asomado de una esquina. Al notar que ya lo veo se deja ver completo y da unos pasos hacia mí y se detiene, pudiendo apreciarme derrotado en el suelo, mirándome fijamente sin decir algo.

   –¡Yo sólo quiero estar en paz, Mehmed!
—Grito jadeando y limpiando mi rostro con las manos.

–¿Y yo qué tengo que ver con eso?

Tras dos pasos se detuvo en seco y su boca se abre y cierra, como si intentara decir algo pero no encontrara las palabras precisas para expresarse.

Soy un cobarde por haber dejado a mi Príncipe hablando solo. Al ver que no me podía decir lo que piensa, sentí que la confianza entre nosotros se había desvanecido por completo y para siempre. Huí de ahí, todo es tan frustrante.

Ya es pasado medio día y ambos Príncipes participan de sus clases de combate con Arco.
Están muy lejos apuntando a los objetivos.

Meleksima y Murad están del otro lado de la mesa, y estaba todo en completo silencio hasta que ella decide romperlo.

–Hey, Iskender. —Intento mostrar que no la he oído y sigo viendo en dirección a los hermanos.