"Inicio De La Guerra" (2x23)

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Tarkan Iskender.

Para Mehmed fue casi imposible dormir en el camino. El carruaje solo brincaba por las rocas en el suelo y su único lugar blando eran el asiento y mi hombro.

Caminamos en dirección a los puestos de mercancía cerca del Puerto, avanzando entre la zona de cantinas y lugares de citas, bastante desagradable.

¿Recuerdas esas escaleras? —Mehmed señala hacia un lado.

Volteo a verlas y en mi mente reaparecen aquellos momentos en los que Mi Príncipe y Yo apenas nos conocíamos, y esos hombres intentaron robarnos y nos atacaron. Una de nuestras primeras confidencialidades juntos.

Mehmed se acerca a un hombre con capucha, bastante extraño, siento algo de preocupación al ver que recibe una pequeña caja de él.
El hombre se retira y ambos nos acercamos al borde del Puerto junto al río.

Toma Iskender. —Me entrega la caja dorada. –Es por esto que vinimos hoy.

–¿Un regalo?

–Si, todo tuyo. —Sonríe tierno.

Levanto la tapa de la pequeña caja y me encuentro con un anillo brillante con letras grabadas al interior.

"Larga Vida Tarkan Iskender Aga,
Valiente y Protector"

–Fue fundido en Egipto, hecho para ti, y a tú medida.

–¿Y cómo sabías cuánto mide mi dedo?
Saco el anillo de la pequeña caja y lo pongo en mi dedo.

¿Para qué crees que te tomaba tanto de la mano? Era la única forma.

–Oh... —Guardo la caja en la bolsa de mercancía sintiendo un poco de decepción.

Comenzamos a caminar y a hablar sobre cómo era Egipto. Me explicó su situación y las antiguas guerras sucedidas allí. Avanzamos de la zona de Mercancía a la Plaza Principal junto a las Panaderías y vendedores de semillas.
Detengo mi caminar al ver a un grupo de personas apedreando a unos ladrones exhibidos en el centro de la Plaza.
Una de las piedras casi nos alcanza y decidimos rodear a los hombres ahorcados para quedar frente a ellos y no detrás.

¿Siempre exhiben así a los delincuentes? Me da escalofríos verlos muertos allí.

–Por lo general, si.

—Un chico de pie cerca de nosotros nos escucha y nos mira. –Si, ese par robaron el Palacio de nuestro Sultán, bien merecido se tenían que los cazaran y luego los ahorcaran frente a todos.

–¿Cuándo sucedió? —Pregunta Mehmed curioso. Pues es obvio, acaban de mencionar el Palacio.

Los colgaron hace unas horas, pero todos aquí continúan apedreándolos, sus rostros ya casi no se reconocen. —Añade el chico. Continuamos caminando.

   –¿Qué pudieron robar del Palacio? Nunca me enteré de esto.

Volteo a ver a los ladrones y examino sus ropas y sus cabellos. Sus rostros desfigurados y sus pieles color gris. Sus cabellos sucios y descalzos, vistiendo trajes de Agas del Palacio.
Detengo brusco mi caminar, Mehmed se golpea conmigo.

Príncipe Mehmed. (Gay)Where stories live. Discover now