Príncipe Mehmed. (Gay)

"Histeria" (5x15)

Tarkan Iskender Aga.

Mehmed acaba de comportarse como un verdadero patán. Detesto tanto cuando se dedica a remarcar su estatus, yo sé que es un Príncipe, claro que lo sé.

Si dice que soy su amor, ¿Cómo puede desclasificarme así?. "Eres un Aga y yo un Príncipe", eso es lo que él piensa de lo nuestro.

Siempre tan terco, testarudo y agresivo, aun que yo a veces también pierdo el control, pero él consigue hacerme perder la paciencia muy rápido cuando comienza a insultar.

Me encuentro sentado en la cama y Ayse se acerca a acariciar mi cuello. Me toca las manos y el torso mientras besa mis hombros. Hago movimientos para que comprenda que no estoy a gusto, quiero que se aleje.

–Basta Mehmed. —Digo serio. Ella se detiene de golpe.

–¿Mehmed? —Dice molesta. –¿A caso Mehmed besa tu cuello así? ¿O crees que es normal que mientras tu esposa te acaricia pienses en su hermano? ¿Cómo te atreves Iskender?

–Me confundí.

–Si, me confundiste con mi hermano, es muy extraño como para que simplemente te quedes callado. Por lo menos intenta defenderte.

–No me voy a defender, por que, sí, te confundí con Mehmed, te llamé Mehmed.

–Qué insolente te has puesto el último tiempo, somos esposo y esposa, debemos tener hijos, es lo que corresponde.

–¿Qué no lo entiendes Ayse? —La veo de frente sin levantarme de la cama. –Yo no quiero.

–¿Qué no quieres?

–No quiero tener hijos contigo, no los quiero, yo a ti no te deseo, tú no me apeteces como mujer.

Ella se queda en silencio boquiabierta sin saber qué responder. Puedo ver a través de sus ojos cómo se corrompe su amor por mi.

Las lágrimas caen por sus mejillas y la decepción inunda nuestros Aposentos.
Ella se recuesta y voltea hacia su lado, y yo hago lo mismo, y me giro hacia la pared opuesta.

Al abrir mis ojos por la mañana, lo primero que hago es recordar todo lo sucedido con Bulent, Mehmed y luego Ayse, he lidiado con mucho.

Es esa extraña sensación que traigo, que todo el mundo quiere dañarnos, aun que no es cosa nueva.

Giro mi cabeza y veo a Murad sentado en el lugar que debería estar Ayse.

–¿Cuánto tiempo llevas aquí? —Pregunto.

–Lo suficiente como para haberte ahogado con la almohada. Eres un tonto Iskender.

–¿Gracias? ¿A qué viene eso?

–Peleaste con Mehmed y luego con Ayse, mi Madre no va estar contenta con eso.

–¿Cómo sabes eso?

–Escuché una conversación entre ellos dos, y luego Ayse fue a contárselo a nuestra Madre.