Príncipe Mehmed. (Gay)

"Una Farsante" (2x21)

Príncipe Mehmed.

Sentir la mirada de Iskender fría y dura me parte en mil pedazos. Realmente lo aprecio y no quiero que esta discusión suceda, no quiero que esto que se me viene encima se desenvuelva.

Sus ojos emiten desagrado a la situación.
Algo así debió sentirse cuando él regresó y yo lo menosprecié dándole a Gokhan su lugar.

Gokhan, el Aga que ya no está.
Que asesinamos con Iskender.

   –¿No vas a asumir que le quebraste el cuello? —Repite la pregunta con un poco más de descontrol que la vez anterior.

Respiro profundo una y otra vez pero no consigo encontrar una respuesta. No sé qué decirle a mi Aga, tan molesto frente a mí.

Cierro mis ojos y me introduzco en mis pensamientos, ignorando todo fuera de mí.

Ver a Iskender triste por matar a Gokhan... Si, me lastima, me desagrada. Pero, al mismo tiempo, es algo que lo ha acercado a mi.
¿Con qué otra excusa podría hacerlo quedarse conmigo?
Me preocupa esta sensación que estoy teniendo de siempre quererlo cerca de mí, cualquier mínima excusa y cualquier situación la utilizo a mi favor para llamarlo.

A mi, Mehmed, no me gusta estar solo, necesito de Iskender, quiero que esté cerca mío. Y lamento que sea en base a eso.

–Escúchame por favor... —Miro el suelo y camino hacia la baranda del balcón. –Yo te necesito cerca mío.

–¿Vas a hablar de ti? Por favor Mehmed, ¿No puedes ver mi dolor y angustia?

—Basta Iskender, quieres que te explique, yo te explico, pero cállate. —Respondo brusco, cierra su boca y me observa serio. –No había pensado en esto hasta que lo mencionaste. Y te voy a decir la verdad.

Iskender recoge del suelo la botella y me ofrece beber. Luego de tragar, respiro hondo y comienzo a hablar.

–Me gusta cuando estás cerca de mí, me agrada verte y hablarte... Perdimos mucho tiempo juntos pero ahora lo estamos recuperando, en base a la muerte de Gokhan es que has estado más de una noche a mi lado, aquí en mis Aposentos, y es por que lo sufres.
—Volteo hacia él y lo miro de frente. –Yo rompí su cuello. No podía permitir que él hablara sobre que lo empujaste, tampoco que dijera el plan que teníamos contra Safiye, el cual jamás se llevó a cabo siquiera.

–¿Qué? —Frunce sus cejas. –¿Crees que estoy cerca tuyo sólo por que me siento mal?

   –¿Y no es así?

Hace un recorrido por el balcón y luego mira hacia el cielo.

   –Voy a estar cerca de ti, a pesar de todo eso.

   –¿Estás seguro? —Pregunto tímido.

   –Si, te asumo que me hiciste sentir mal, digo, cuando Ayse me lo dijo me sentí pésimo.

–¿Entonces mi hermana lo sabe?

–Ella me lo dijo, Mehmed. —Responde firme.