"La Chica En El Pueblo" (1x06)

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Iskender

Ya era pasado media noche. Iskender y el príncipe Mehmed hablaron por casi dos horas en el jardín privado de las sultanas. Regresaron al interior del palacio cuando sintieron demasiado frío, había comenzado a correr una brisa muy fresca.

Caminaban por los pasillos, en silencio, no querían despertar a las concubinas en el harén. Iskender iba pensando en lo aliviado que se sentía el príncipe. No se lo había dicho pero él podía notarlo, se veía un poco mejor de ánimo.

Llegaron hasta el pasillo de los príncipes y se detuvieron frente a la puerta de su aposento.

–¿Te quedarás aquí, Iskender? —Señaló hacia su puerta cerrada.

No príncipe, claro que no. Sería demasiado.

–No lo digas así, en ese tono. La noche anterior dormimos aquí, te estuve cuidando.

–Pues me encuentro mejor, no es necesaria tanta hospitalidad de su parte. —Ambos sonrieron. –Buscaré a Jennet Kalfa para que me indique dónde debo dormir.

–No fueron los médicos quienes te cambiaron la ropa ayer. —Dijo Mehmed entrando de prisa.

Cerró la puerta dejando a Iskender solo en el pasillo. Se quedó confundido mirando a la pared. No pudo evitar reír en silencio mientras caminaba de regreso al harén.
Se sintió incómodo con la idea de que lo había visto desnudo. No le gustaba pensarlo pero quería tener claro que el príncipe estaba por encima de él en autoridad.

Cerraba sus ojos con fuerza cuando imaginaba la situación en el aposento. Se avergonzaba mucho de lo que el príncipe pudo haber visto.
Cuando dobló en uno de los pasillos, chocó su hombro contra alguien más.

Lo siento mucho. —Se disculpó. Levantó la mirada y vio al príncipe Osmán. –Príncipe, yo.. lo siento.

–Creo que es costumbre en ti el caminar distraído por los pasillos. ¿Qué haces a altas horas de la noche en esta zona?

Vengo de los aposentos del príncipe Mehmed, estuvimos hablando, ya está más tranquilo.

–Veo que ya se llevan mejor, eso me alegra. Aún recuerdo tu expresión de horror ayer.

–Las cosas tienden a mejorar, o a empeorar. En este caso fue lo primero. No quiero quitarle más de su tiempo, príncipe Osmán, que tenga buena noche.

Iskender se disponía a continuar el trayecto hacia el harén pero el príncipe se interpuso en su camino. Se quedaron mirando cortos pero incómodos segundos.

–¿Qué desea príncipe? —Preguntó nervioso.

Sé que es bastante tarde. Estoy algo aburrido, tengo insomnio. ¿Me acompañarías un momento a mis aposentos?



El príncipe tenía una colección impresionante de libros en sus estantes. Ocupaban dos paredes completas. Iskender quedó maravillado cuando entró al lugar. Había visto muy pocos libros en toda su vida. Caminó hasta el escritorio y vio un barco hecho a escala. Tenía detalles impresionantes.

Impresionante trabajo, príncipe. Usted es muy talentoso.

–Te lo agradezco, Iskender.

Había levantado una hoja del mueble cuando lo escuchó agradecerle. Se quedó quieto mirando a la nada y luego lo miró con una pequeña sonrisa.

–¿Qué me ves?

Príncipe Mehmed. (Gay)Where stories live. Discover now