Príncipe Mehmed. (Gay)

"Desastre En La Montaña" (7x18)

Bulent Aga.

El lugar es muy largo, se siente eterno el recorrido desde la entrada de la mina hasta la profundidad de la montaña, la oscuridad aquí dentro es absoluta, sobre todo cuando sin querer apagan las antorchas por que les cae polvo o tierra encima.

Doy una mirada rápida a mi alrededor, veo a Bekir sudando un montón, se quitó las prendas superiores, Volkan lo imitó. Cihan no se atrevió por su gordura y Derrick, bueno, Derrick es Derrick, no comunica mucho y tampoco hace mucho.

La manipulación de la picota contra la piedra me ha encallado ambas palmas de mis manos, que arden como si las hubiese puesto en una fogata directamente.

El sonido es un constante golpe contra las duras piedras y metal contra metal, y los jadeos y suspiros desesperados de algunos chicos que, me imagino, tienen mucho ánimo de abandonar esto y huir, pero si eso sucediera, no dudo en que les darían caza y los torturarían por débiles.

Cada trago de saliva con polvo, y un poco de aire entrando por mi nariz, se siente como si fuera el último antes de desvanecerme y desmayarme. Enfoco mi mente en su totalidad en no decaer, pero debo admitirlo, este lugar es horrible y apesta.
Optaría cualquier lugar en vez de estar aquí y estoy seguro que los chicos me apoyarían.

   –¿Ya les conté del regalo que tengo para mi familia en la Tundra? —Habla Cihan.

   –Si. —Respondemos al unísono los que nos encontramos mas cerca.

   –Es la vez número mil, Cihan. —Habla Bekir.

   –No gastes tu energía discutiendo con el gordo. —Dice un chico.

   –¿A quién llamaste gordo? Cuida tu tono. —Le responde Volkan arrojando su picota al suelo.

Se acerca rápidamente al chico y ambos forcejean, Volkan le da un fuerte puñetazo en el rostro, todos nos metemos en medio y los separamos.

   –¡No te atrevas a volver a ofenderlo así! —Le grita furioso.

   –Volkan, Volkan, calma amigo, tranquilo. —Le digo empujándolo hacia otro lado de la mina.

   –¡Eso fue increíble! —Dice Bekir felicitándolo.

   –Tú no le festejes esto. —Lo reprimo.

   –¿Que no lo festeje, Bulent? ¿Viste cómo lo golpeó? Hiciste bien en defender a Cihan.

Cihan y Derrick se unen a nosotros mientras se secan el sudor con sus ropas. Derrick le dedica una sonrisa breve a Volkan.

   –¿Qué se supone que significa eso? —Pregunta Bekir.

   –Derrick agradece lo que hiciste Volkan, y yo también, muchas gracias.

   –No hay de qué, chicos, somos amigos, ¿Verdad? Me di cuenta que no te quitaste la camisa, como los demás. —Nos señala. –Y supuse que era por eso, y no permitiré que alguien haga mofa sobre ti.

   –Aprecio lo que hiciste, gracias Volkan, se lo contaré a mi familia cuando regrese a la Tundra.

   –¿Planeas volver pronto? —Le pregunto. Él responde asintiendo. –¿Y cómo harás eso? ¿En qué momento?

   –Supongo que intentaré escapar de aquí, ¿Qué la vida no es horrible en este lugar? La comida apesta y los horarios de sueño no alcanzan a cubrir el cansancio, le llevaré a mis padres el retrato en piedra que he intentado hacer todos estos meses, no me quedaré en este lugar toda mi vida.

   –Tiene razón. —Añade Bekir pensativo.

   –¿Nos avisarás cuando huyas? —Pregunto en voz baja.

   –No digan "huir" como si se tratase de un vil rufián, solamente regresaré donde pertenezco, eso es todo.

   –¿Pero nos avisarás? —Pregunta Volkan.

   –¿Qué a caso irán conmigo? Mi mami los recibiría feliz, hay mucho espacio en la Tundra. Si, les avisaré. —Ríe torpemente.

Una vez dentro de la cabaña, nos alistamos para dormir al calor de la fogata y estando apegados unos a los otros. Veo a Cihan guardar su tablilla de piedra bajo una tabla suelta del piso. Bekir se encuentra junto a mi y Derrick le sigue, luego Cihan y al fondo Volkan.

Recostado de espalda al suelo y viendo el techo,  siento cómo una mano bajo la manta intenta apoyarse en mi estómago.
Giro mi cabeza y veo a Bekir con extrañeza.

   –¿Es idea mía o siento como si alguien intentara abrazarme?

Responde con una risa nerviosa y trabándose.
Volkan se levanta rápidamente y comienza a hacerle burlas mientras Derrick y Cihan ríen.

   –¿No será que Bekir tiene sentimientos encontrados por ti, Bulent? —Dice animoso. –¿Le pedirás conocer a su familia para pedirles su mano? ¿Bekir le pedirá matrimonio a Bulent?

   –Eso ni si quiera existe, ridículo. —Responde Bekir ofendido. –Hace mucho frío, estoy congelándome.

   –¿Y no hallaste mejor forma de calentarte que apegándote a mi? —Le digo divertido.

   –Estamos todos apegados entre todos, no veo la diferencia.

   –La diferencia está en que solo tú estás abrazado a mi torso, y en lugar de alejarte por que nos burlamos, sigues aquí.

La risa de Cihan llena el lugar de buena energía, todos nos unimos a sus carcajadas.
Escuchar a Derrick reír me hace sentir un alivio enorme al ver que si se siente parte del grupo. En cierto momento del día, estando allá abajo en la cueva, llegué a pensar que tal vez no se acomodaba a nosotros, ya que Bekir y Volkan pueden ser un poco burlescos en ocaciones, entre nosotros nos molestamos pero más allá de enojarse, solo nos reímos.

   –No malpienso que me abraces, Bekir, cuando con Volkan te conocimos en los baños de la Fortaleza, te acogimos como un hermanito pequeño, ¿Verdad Volkan? No podría ver de mala manera que me abraces para dormir, no te preocupes por eso.

   –¿Bulent sentimental? —Dice Volkan. –Regreso enseguida voy a vomitar un poco. —Finge levantarse y ríe.

Cihan le acompaña la risa, hasta que un grito se escucha desde el exterior. Por un momento creí que podía ser alguien pidiendo que dejáramos de gritar y reírnos a carcajadas, pero el terror de su voz me eriza los pelos de todo el cuerpo y pone en alerta todos mis sentidos.
Mi primera reacción es abrir mis ojos para captar cualquier movimiento, y me quedo viendo fijo la fogata. Viendo cómo las pequeñas maderas que se quemaban, comenzaban a temblar, la cortina en la puerta se mece hacia los lados y las ventanas suenan contra la madera que las sostiene.

   –¿Por qué está vibrando todo? —Pregunta Bekir asustado. Los gritos afuera continúan.