Bulent Aga.
La oscuridad de la mina se hacía más densa y muy presente cada vez que la antorcha estaba a punto de apagarse. Creímos que utilizar las prendas del cadáver de Cihan para nuestro calor e iluminación sería irrespetuoso ante Alá.
Después de Bekir, fue Volkan quien tuvo que entregar su camisa, y Derrick fue el siguiente. Nuestras pieles brillan, aun que no haga mucho calor, nos encontramos sudados y polvorientos.
Permanecimos en silencio, todo este tiempo. Finalmente, consideramos prudente el continuar nuestra marcha y nos levantamos.
Una vez dejada la habitación con Cihan en su interior, regresamos al pasillo principal de la cueva, aquel que se divide en tres intersecciones. Ya sabemos que la primera nos llevaba hacia los cuartos, algo interesante podríamos hallar en los restantes.
–¿Es buena idea el solo irnos? —Habla Bekir. –Pudimos revisar a los demás, quizás solo estaban inconscientes.
Comenzamos a caminar por la caverna, yo por delante, alumbrando con la antorcha el oscuro camino.
–¿Inconscientes después de ser aplastados por un montón de piedras? Ya vimos qué le sucedió a Cihan. —Responde Volkan. Derrick le dirige una mirada severa. –Fue sin querer, lo siento, pero es cierto, solo nosotros hemos sobrevivido, hasta ahora.
Dejo de caminar y me regreso a Volkan.
–No voy a permitir que digas semejante cosa, Volkan. —Digo molesto. –Vamos a sobrevivir, todos sobreviviremos, los que quedamos, permaneceremos unidos hasta el final, somos los cuatro, y seremos los cuatro, ¿Entendido?
–Tranquilo Bulent, todos estamos nerviosos, no seas así de agresivo, lo último que necesitamos es una riña entre nosotros. —Responde con las manos en alto. –Mediré mis palabras de ahora en adelante lo prometo.
–Más te vale. —Bekir intenta sonar amenazante, fracasando en el acto.
La caverna en la que nos adentramos, resultó tener un derrumbe mas al fondo, nos miramos entre nosotros con cierta desesperanza y regresamos en completo silencio hacia el otro camino.
El desanimo se ve reflejado en el rostro de todos. En mi interior lucho contra el pensamiento de que no lo lograremos.
Nos hemos detenido ya seis veces a descansar las piernas. Pareciera ser que solo continuamos bajando y bajando en la montaña. Podría decir que ha pasado poco más de un atardecer y un amanecer.
El resto del camino continua sin ser interrumpido por una sola palabra. Derrick camina cabizbajo, y tanto Bekir como Volkan parecieran estar más que sumergidos en sus pensamientos. Sin mirar adelante, solo moviendo apenas un pie tras otro.
La frase: "Tengo sed", estuvo a punto de salir por mis labios más de una vez, pero evidentemente todos están igual y estamos lejos de encontrar algo de beber.
Puedo comprender su miedo a morir, nadie quiere morir, y yo tampoco. La vida pende de un hilo que no depende de nosotros por mucho que nos protegemos.
Detenemos nuestro caminar de forma brusca al escuchar un ruido en el fondo de la oscuridad, la llama de la antorcha es débil. El sonido provoca un eco aterrador, como si se tratase de un monstruo enorme que da pesados pasos continuos.
–¿Oyen eso o ya me volví loco? —Dice Volkan a Bekir. –Suena como si alguien derramara mucha agua.
–¿Un río interior? ¿Eso sucede en las montañas?
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Príncipe Mehmed. (Gay)
किशोर उपन्यास(Reescribiendo y corrigiendo) Iskender, es un joven arrebatado de su hogar y llevado como esclavo a un mundo de opulencia y peligro. Su encuentro con el arrogante Príncipe Mehmed marca el comienzo de una relación turbulenta, marcada por la violencia...
