"Gaelan El Oscuro" (8x16)

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Eren Aga.

Bajamos la colina siguiendo el camino de tierra dando largas zancadas. Sami me sigue el ritmo.
Saludamos a todos aquellos que se nos cruzan, es algo así como una costumbre de la Isla. Aun que tengas malos días, siempre desearás buenos días a todos.

Siento un gran alivio de que Iskender y Can hayan aceptado a Sam junto a mí en la estancia, si bien nos conocemos hace un tiempo bastante corto, la cercanía va más allá de la cantidad de días que nos conozcamos, es algo que repito en mi cabeza una y otra vez. No me canso de pensarlo.

   –Gracias por no dejarme. —Dice en voz baja, casi inaudible. Detengo mi caminar brusco y él choca con mi hombro. –¡Ay! Qué te sucede, por qué frenas así.

   –De todas formas no dependía de mí. Si Iskender no quería que te quedaras, yo no tenía más remedio que abandonarte.

   –¿Estás seguro? —Pregunta riendo. –No fue lo que tu mirada me dijo cuando me observaste.

   –No le repitas a nadie eso o creerán que somos el punto débil del otro.

Retomamos el caminar en dirección al edificio comunitario. Pasamos por un par de cabañas a medio construir y una armería enorme que no había visto antes, oculta junto a enormes arbustos.

   –¿A qué te refieres con ser un punto débil? —Me pregunta adelantándose un poco para verme la cara.
Lo pienso un par de segundos mientras alcanzamos la zona plana e iniciamos el asenso, pasando por la roca donde conocimos a Cat.

   –Si te secuestran, puede pedirme algo a cambio por tu vida, y viceversa.

   –¿Qué significa viceversa?

   –Oh, vamos Sami, me refiero a que si me secuestran, pueden pedirte cosas a cambio de liberarme. ¡Es sencillo!

   –Claro, ya entendí. Pues está bien, fingiremos indiferencia el uno del otro a partir de este instante.

   –No es a eso lo que me refería. Ag, está bien, seamos amigos frente a todo el mundo, supongo que en esta Isla estamos seguros.

   –De todas formas no es mala idea el estar siempre a la defensiva. —Llegamos a las puertas del lugar y abre la puerta para que pase primero. –¿Vas a entrar o necesitas invitación?

   –¿Qué significa eso de a la defensiva? —Le pregunto con sarcasmo y tonalidad burlona. Sami no lo comprende y comienza a explicarme hasta que se da cuenta que me reía de él. Hace un puño con su mano y me golpea el brazo. –¡Yo no te golpeé cuando me lo preguntaste!

Para evitar que le respondiera el puñetazo con una patada emprendió carrera escaleras arriba gritando que no lo alcanzaría.
Subió hasta el tercer nivel y cuando dobló en la esquina empujó a un sujeto de aspecto rudo y despectivo. Su cabello es trenzado y muy negro y su piel es color café oscuro.

   –¿Qué no sabes que no se corre en la residencia? —Regaña a Sami. Aprieta sus gruesos labios oscuros como señal de molestia. –Tengan más cuidado niños.

Todo pudo quedar así, disculparnos y continuar nuestro rumbo pero Sami en ocasiones cree que todo es un juego. Y al parecer decidió que terminar la conversación con una frase que levantaría molesta en cualquiera.

Príncipe Mehmed. (Gay)Where stories live. Discover now