"Lejanía" (5x14)

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Tarkan Iskender Aga.

El Sol comenzaba a ocultarse tras las Altas Montañas en el Oeste, dando tonos rojizos a las nubes y el Cielo.
Tras la profunda y sincera conversación con Bulent solo nos limitamos a abrazarnos bajo la pequeña muralla en el Jardín para no ser vistos por alguien que pudiese malinterpretarlo.
Luego de eso nos despedimos en la entrada del Palacio, y le pedí que fuese muy fuerte ante las batallas que la vida le pusiera en frente.

Le rezo a Alá que Mehmed no siga molesto, golpeo las puertas de sus Aposentos y hago ingreso.

   –Hola Mehmed. —Lo saludo.

Se encuentra sentado en la mesa del balcón bebiendo un té mirando el atardecer.
Camino hacia él y noto que está un poco ido dentro de sus problemas.

   –Hola. —Responde pensativo.

   –¿Te encuentras bien?

   –Me siento muy ofendido que te hayas acostado con mi hermana. —Dice directamente. Me mira a los ojos.

   –Veo que tienes ánimo de no dar rodeos, está bien, soy su esposo, Mehmed, sería sospechoso si eso no sucediera.

   –¿Qué ya olvidaste cómo en la mañana me lo dijiste? ¿Encuentras normal decirme que te acostaste con ella pensando en mí? Es muy morboso lo que dices Iskender, por favor escúchate.

   –No me he sentido bien estos días, Mehmed, quizás a ella la confundí contigo, y simplemente sucedió.

   –Basta Iskender, esta conversación se acabó, necesito pensar, por favor vete.

Lo miro atónito por su forma de pedirme que me marche de sus Aposentos. Como si fuera un perro.

   –No creas que te voy a permitir que me hables así. —Respondo serio. Él me dirige la mirada con molestia.

   –Dije que te vayas. —Habla tosco.

   –Cállate Mehmed. —Digo enojado. –Hoy tuve tiempo suficiente para meditar todo, estuve hablando con Bulent sobre una discusión que tuvo con Yigit.

   –¿Qué tienen que ver ellos conmigo?

   –Bulent tuvo problemas y Yigit solamente se preocupó de que esos problemas no le afectaran a él, siendo que cada vez que Yigit tiene un problema, Bulent lo ayuda.

   –Déjame ver si lo capto. —Camina hasta la baranda y voltea a verme. –¿Tú serías Bulent, y yo Yigit?

   –Exacto, exacto. —Le confirmo. –Eres más listo de lo que subestimé.

   –No te hagas la víctima Iskender, sabes bien que yo me preocupo por ti y que te amo.

   –De Phelippe aprendí que el amor no es solo besarse y compartir cama, él mismo me repitió muchas veces que en este Palacio no me merecen y que me trataban como un verdadero esclavo. Que debería irme.

   –No te olvides que llegaste como mi esclavo, no seas mal agradecido, gracias a mí estás bien.

   –¡Qué estás diciendo! —Me exalto y me acerco violentamente a su cara. –Me trataste pésimo el primer día, me hiciste llorar, la Sultana Safiye intentó exiliarme y fue Osmán quien me salvó, y cuando Gokhan me incriminó por el robo, fue Ayse quien quiso casarse conmigo. Ellos me salvaron realmente, ellos lo hicieron y no tú.

   –Dilruba envió hombres a apuñalarte y yo te salvé, no lo olvides. —Señala a través de mis ropas la cicatriz en mi abdomen.

   –Esa fue una de las tantas veces que he estado apunto de morir. Y siempre desvías mis problemas a ti, Mehmed, escucha lo que te digo, te hablo sobre mí y siempre acabamos discutiendo sobre ti, ¿No te das cuenta?

   –Me doy cuenta que le estás dando méritos a todo el mundo excepto a mí, perfectamente podrías decir que hasta Gokhan te ayudó en algo y que lo extrañas, y yo no me sorprendería para nada.

   –Realmente no puedo hablar contigo Mehmed, tienes la sabiduría nublada por tus celos, no soportas que otros me ayuden, solo quieres ser tú.

   –Yo soy el único en tu vida, Tarkan Iskender, yo soy tu gran primer amor y siempre lo seré.

   –Phelippe una vez me dijo que, existe una posibilidad que el primer amor sea solo para aprender a amar como corresponde al siguiente que vendrá.

   –¿Eso te lo dijo antes o después de proponerte que huyeras con él a su Reino en el que todos se acuestan con todos? Que asqueroso y despreciable, es verdaderamente repugnante.

   –Mehmed, estás insultando a personas que se supone que te agradan, solamente por que estás molesto, debes aprender a controlarte por favor, puedes llegar a dañarlos.

   –¿Te estoy ofendiendo? Eso es lo que pienso, todos siempre quieren alejarte de mí, y pareciera que a este ritmo si lo conseguirán.

   –Y es por eso mismo que me lastima tanto ver que tú me alejas de ti.

El cielo ya es de noche, las estrellas de nuestros ancestros nos observan, probablemente sintiendo decepción y vergüenza de lo ridículo de esta situación en la que nos pusimos nosotros mismos. Todo lo que hemos vivido para llegar a esto, el momento en el que nosotros mismos destruimos nuestra cercanía tan bella que tenemos.

   –Si piensas eso de mí entonces no comprendo qué hacemos juntos.

Habla con la mirada en lo profundo de las montañas detrás del Pueblo.

   –Si, pienso que eres egoísta, ni si quiera te atreves a hablarme a la cara.

Pasan unos segundos y voltea a mirarme, se acerca a mi rostro y se detiene a dos dedos de mi boca.

   –¿Piensas que no estamos destinados a estar juntos? Eso es lo que Phelippe te dijo y tú le creíste, ahora dime, quién es el que está mal aquí, ¿Tú o yo?

   –Me estás culpando por exigirte que cambies de actitud, ¿Ves cómo siempre todo se trata de ti? Resulta que ahora eres tú el lastimado, tú el traicionado.

   –Estabas diciéndome que conmigo solo aprenderías y que te irías con Phelippe, y eso está bien, lo acepto, puedes irte de este Palacio si quieres. —Señala la puerta.

   –No voy a tomarme en serio lo que dices Mehmed, estás hablando desde el enojo.

   –¿Me ves enojado? —Dice con el rostro relajado.
Lárgate de mis Aposentos, Aga, y sí, digo Aga para que recuerdes que yo, un Príncipe, te está ordenando que salgas de sus Aposentos en silencio, no quiero que respondas nada más.

Asiento con mi cabeza ocultando la tristeza y pena que Mehmed acaba de hacerme sentir.
Él no soporta que le digan la verdad en su cara, bipolar y violento, cuántas han sido las veces que él me ha sujetado con fuerza o me ha obligado a irme.

Mehmed siempre se cierra cuando tiene problemas, acabamos de tener una discusión, una de las tantas que tendremos en el futuro, pero él no busca resolverlas, solo me abandona y me aleja, como si yo no sufriera con todo lo que sucede, cargando sobre mis hombros el horrible secreto de Bulent sin si quiera poder apoyarme en alguien más para ayudarlo.

Príncipe Mehmed. (Gay)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant