Príncipe Mehmed. (Gay)

"La Citación del Sultán" (2x17)

Iskender.

El Sol nos observa desde lo más alto del cielo.
Todos bajo ordenes del Palacio se encargaron de que el fuego cesara.

Quedan rastros de lo sucedido por todas partes. Algunos chicos quitan escombros de la base de la Torre, que terminaron encima de los techos del Palacio.

Ayse es solo una víctima más de toda esta traición a nuestro Sultán.
Todos pagarán que ella haya resultado lastimada.

O quizás la culpa fue mía por haber dejado el rastro de pólvora en el suelo desde la Torre hacia el barril en los arbustos.
Todo salió tan mal. Era solo incendiarla.

La explosión del barril fue tal, que Ayse salió expulsada muy lejos, los vidrios de ese lado del Palacio simplemente reventaron.
Y con el fuego que vino después la Torre terminó por colapsar y derrumbarse hacia un costado.

Aquel lugar que vió tantos muertos acababa de sumar uno más a su lista.

   –Que Alá te acoja Gokhan, te perdono.
—Susurro.

Mehmed y yo tomamos té sentados en el balcón. Él me observa, luego de mis palabras.

   –¿Estás dispuesto a perdonarlo después de todo lo sucedido? –Pregunta brusco.

   –Ya lo hice Mehmed, tu pregunta está de más.

   –Con que me dices que ibas a levantarte gruñón no te hubiese traído el desayuno.

Volteo hacia él y le doy un leve golpe en el hombro.

   –¿Y tú qué trajiste? Yo vi a las chicas del Harén traer todo. —Pone los ojos en blanco y se cruza de brazos. Se hace el ofendido.

   –Bueno, como tú digas. —Regresa al cuarto, seguido por mí.

   –La Torre se derrumbó por completo... Es algo impresionante.

   –Si... Que bueno que no dormimos allí o pudo terminar muy mal. —Lo miro extraño.

   –¿Dormir allí? ¿Por qué haríamos eso?
—Río.

   –Oh vamos Iskender, no me digas que nunca lo pensaste.

—Lo pienso un par de segundos. –Mmmm, pues no, nunca lo hice.

   –Como sea, estoy preocupado por Ayse... ¿Vas a decirme con exactitud lo que sucedió anoche? —Suspiro con fuerza y veo por la ventana los arboles siendo agitados por el viento a lo lejos. Se acerca a mi y me rodea con el brazo. –¿Debo mirar junto a ti y así una voz dentro de mi cabeza me lo dirá todo?

   –Ya deja de burlarte de mí. —Miro el suelo.

   –Vamos Aga, solo intento subir tu ánimo. No me gusta verte así.

   –¿Así cómo?

   –Así... Tan melancólico y pensativo. —Le inclino la cabeza con mis ojos entrecerrados.