Natalia se quedó pensando un instante la miró y sonrió echándose hacia atrás.
- Vamos a dar una rueda de prensa.
- Pero... ¿estás segura?
- Sí, creo que es lo mejor.
- ¿Y qué vamos a decir?
- Vamos a decir la verdad. Todo lo que quieren oír de mí y de la clínica.
- Nat... no sé si es buena idea.
- Yo tampoco, pero un día Teresa me dijo una cosa y creo que es el momento de ponerla en práctica.
- ¿Teresa?
- Sí, Teresa – sonrió de nuevo - yo le recriminé que estuviera cotilleando a mis espaldas y se defendió.
- Acabáramos.
- ¿Acaso es mejor que sigan diciendo que blanqueo dinero, que financio negocios sucios, que me muevo en el tráfico de drogas y dios sabe de qué más?
- ¿Ya te has enterado?
- Sí. No he leído los artículos, pero... sé de qué van. Mi madre se ha encargado de ponerme al día – volvió a sonreír irónica.
- Nosotras... no queríamos preocuparte...
- Voy a dar esa rueda de prensa, voy a contar la verdad. Si quieren hablar que lo hagan, pero se acabaron las especulaciones, en cuanto tengan la verdad acabarán cansándose.
- O no, estos son como un perro de presa, cuando cogen a alguien no lo sueltan.
- Pues tendremos que hacer que suelte, ¿no crees?
- No sé cómo...
- No te desanimes, verás cómo cuando me vean y me tengan delante acabarán aburriéndose y les dará por otra persona.
- Has vuelto muy animada y... ¡me gusta!
- ¿Te encargas de convocarla?
- ¿Yo? me iba para el campamento otra vez... esta noche me toca guardia.
- Bueno... sí, vete, ya me encargo yo.
- Gracias, Nat.
- Anda ve, que Fernando estará ya echándote en falta.
- ¡A la que ha echado en falta es a ti! No veas el dossier que te está preparando.
- ¿Al final me lo dará hoy?
- Creo que sí, aunque cuando yo me he venido no lo había terminado.
- Entonces... - miró el reloj – me esperaré a que llegue.
- Si tienes que irte...
- No. Pensaba quedarme hasta tarde, pero... estoy algo cansada.
- Normal tía, es el primer día.
Natalia sonrió, asintiendo. Mónica se levantó y cuando se disponía a salir Cruz abrió la puerta.
- No sabía que estabas aquí – miró a Mónica con sorpresa.
- Ya me voy, os dejo que tendréis mucho de qué hablar – dijo la enfermera saliendo del despacho y cerrando la puerta tras ella.
Cruz ocupó el sillón en el que instantes antes se sentara Mónica y observó a Natalia con atención, esperando ver signos de cansancio o preocupación, segura de que Mónica ya la había puesto al día. Sin embargo, Natalia la recibió con una amplia sonrisa.
DU LIEST GERADE
La Clínica
FanfictionAdaptación de una historia muy fuerte pero hermosa... Esta historia original pertenece a Moniatic (Maca y Esther)