Capítulo 153

336 21 19
                                    



La recepcionista la observó un instante y se apresuró a hablar con la enfermera antes de que se cortara la comunicación.

- Alba...

- Teresa, me alegra escucharte.

- Y a mí también, a ver si llamas más a menudo.

- Aquí hay mucho lío.

- Lo comprendo, pero no te olvides de las amigas.

- Eso nunca lo hago y dime ¿qué me cuentas? ¿todo bien por ahí? ¿cómo anda Laura?

- Todo y todos bien. Laura y Fernando están trabajando mucho para reabrir el campamento.

- Tenía entendido que ya estaba abierto.

- Aún no, pero pronto lo estará.

- ¿Y qué más me cuentas?

- Poca cosa, esto está muy tranquilo.

- ¿Y tú?

- Yo bien, mi Manolo que ahora se ha empeñado en que tengamos una segunda luna de miel, ¡ya ves! A nuestros años.

- Para eso nunca es tarde, tú disfruta.

- Ya veremos, que con dos nietos y otro en camino y tal y como está el patio por aquí, no es momento de derrochar.

- ¿Pues sabes lo que te digo? Que le hagas caso a Manolo y que te quiten lo "bailao".

- Y tú ¿no me cuentas nada?

- Si aquí no hago otra cosa que trabajar... ¿qué te voy a contar?

- Pero algo quieres decirme ¿no?

- No. Solo quería saludarte y... saber cómo estaba todo. Cómo... cómo estáis todos.

- ¿No te lo ha dicho Nat?

- Nat y yo... últimamente no hablamos mucho y... cuando lo hacemos es... para discutir.

- ¿Y eso por qué?

- Porque... porque hemos vuelto a equivocarnos.

- Mira sé que no es asunto mío y que no debo meterme en lo que sea que os traigáis, pero... una cosa si te voy a decir

- Teresa...

- No. No sé qué ha pasado pero lo que sí sé es que no deberías discutir con Nat, ¡con lo que vosotras os queréis!

- Tienes razón, no es asunto tuyo – respondió tan seca que Teresa se apresuró a cambiar de tema, aunque estaba dispuesta a reconvenirla al respecto en cuanto pudiera.

- No te enfades y ¡cuéntame cómo estás de verdad! Porque no te veo yo muy alegre.

- Estoy muy bien pero con mucho trabajo.

- ¿Vas a venir por aquí? Te echamos de menos.

- No Teresa, no voy a ir al menos en algún tiempo.

- ¡Ay! ¡con lo bien que estabas aquí! Y la alegría que me dio Nat cuando me dijo que ella y tú... estabais juntas otra vez. No entiendo qué ha pasado. Si estabas tan contenta, tan feliz, y ella yo diría que hasta más.

- Teresa... eso son cosas nuestras y te tengo dicho que donde yo vivo...

- Perdona, perdóname, sé que no debo hablarte de esto, pero es que no os entiendo.

La ClínicaWhere stories live. Discover now