La Clínica

Capítulo 96

La moto rugió especialmente en su entrada al aparcamiento. Ni siquiera reparó en que una pareja hubo de apartarse con rapidez temiendo ser atropellados, ni prestó atención a sus aspavientos recriminándole su forma de manejar el aparato. Solo podía pensar en Natalia y en verla cuanto antes. Dejó la moto a la entrada de Urgencias y descendió a la carrera. Era la segunda vez en esos meses desde que regresara que llegaba a la Clínica con los nervios dueños de su cuerpo, con esa sensación de angustia y ese miedo profundo, temiendo por ella.

Como ya esperaba la recepción estaba desierta. No tenía ni idea de dónde podía estar Natalia. Cogió el teléfono y marcó el número de Teresa. La recepcionista tardó en responder y cuando lo hizo Alba notó la emoción en su voz, le indicó donde se encontraban y la enfermera corrió hacia la habitación. Al llegar Cruz y Claudia salían de la misma. Teresa, con lágrimas en los ojos, esperaba fuera con Vero, que le acariciaba el brazo en señal de apoyo. Alba sintió crecer el miedo en su interior, con la impresión de que Natalia no estaba tan bien como Fernando les había dicho. Teresa corrió y se abrazó a ella.

- ¡Ay! hija, hija... - balbuceó viendo como Alba la apartaba con suavidad deseando escuchar lo que Cruz tenía que decirles – ha perdido la razón, si es lo que yo le decía que...

- Teresa, ya está, mujer – la consoló Vero apoyándola sobre ella – estas cosas son normales, ya te lo he dicho.

- ¿Qué le pasa a Nat? – preguntó Alba directamente a Cruz ignorando a las demás, sin entender nada de lo que escuchaba.

- Tranquilízate y... ven... vamos a hablar – le pidió apartándola del grupo – Claudia... - indicó con la mano que fuese ella la que le contase a Vero y Teresa y la neuróloga asintió.

Cruz se retiró al fondo del pasillo, Alba la seguía a su altura con dificultad, sus piernas flaqueaban y su mente era un caos de posibilidades. La expresión de Cruz le indicaba que no se había equivocado. Algo no iba bien.

- Pero... ¿qué pasa? de qué habla Teresa.

- Nat ha respondido muy mal a la sedación.

- ¿A la sedación? pero... no entiendo...

- Tuvimos que dormirla, estaba muy alterada y el electro mostraba una fuerte arritmia y...

- ¿Un infarto? Fernando...

- No. Tranquila, y deja que te explique.

- Pero ¿cómo está?

- Estable, pero... se ha despertado completamente confusa, ha intentado bajarse de la cama, se ha quitado los cables gritando que la soltemos, que la tenemos secuestrada.

- ¿Nat? ... - mostró su incredulidad.

- Le he hecho otra analítica, pero no ha salido absolutamente nada y... no lo entiendo, nunca había reaccionado así, ¿tú sabes si... toma algo?

- No. Bueno... su medicación.

- Me refiero a algo que os trajerais de allí, algo que le diera Germán... alguna planta... no sé – enarcó las cejas esperando que la entendiese - he intentado hablar con él pero no ha habido forma.

- Hay problemas con las comunicaciones, la guerrilla ha roto el alto el fuego definitivamente – respondió y a la cardióloga le dio la sensación de que eludía su pregunta.

- Necesito saberlo, Alba. La analítica parece correcta pero esa reacción... nunca la ha tenido antes y... si Nat toma algo al margen de lo que yo le receto... es muy importante que me lo digas.