Capítulo 124

364 20 58
                                    



Adela la frenó con rapidez. No podía permitir que se marchara de allí en aquél estado. Tenía que conseguir que se abriera y que le confesara de una vez qué le pasaba con la enfermera.

- No te vayas. Me olvido de Alba – le prometió – pero habla conmigo.

- No tengo nada de qué hablar.

- Te equivocas, últimamente te equivocas siempre, Nat, ¿qué te pasa?

- Me equivocaré ¿qué más da ya? – murmuró, mirando su teléfono que acababa de comenzar a sonar y lo silenció sin ganas de responder. Adela observó su desgana y lentitud.

- ¿Estás tomando más pastillas? ¿es eso?

- Las necesito – la miró desesperada – déjame en paz.

- El primer día, tal vez las necesitases, incluso el segundo. Pero te conozco y tú puedes con esto sin estar todo el día drogada. Eres fuerte y cabal, siempre lo has sido.

- No... no lo soy.

- Si lo eres, cariño... solo necesitas un poco de tiempo. Vale que te tomes algo para dormir, pero no a todas horas. Sabes que los tranquilizantes producen irritabilidad y con tu tratamiento...

- Ade deja de darme el coñazo, ¿es que no ves que no tengo ganas de...?

- De nada. Y en eso influyen esas pastillas – le dijo con suavidad acariciando su mejilla – Nat... tienes que intentarlo, tienes que reducirlas, poco a poco, pero reducirlas.

- Yo... sin ellas solo... sin ellas no soy capaz de levantarme... de... dejar de pensar en lo que hice. No soy capaz de pensar con claridad, Ade... estoy... estoy echa un lío – se sinceró – unas veces creo que las cosas son de una manera y otras... que son todo lo contrario. Y... me voy a volver loca intentando recordar qué pasó ese día.

- ¡Venga, nena! tú nunca has sido así, sabes que todo esto es un montaje, muy bien hecho, pero un montaje para desacreditarte.

- ¿Eso crees?

- Sí, lo creo, y tú también lo creerías si te pararas a pensar un poco.

- ¿Pensar un poco? ¡no hago otra cosa!

- No me refiero a hundirte en la culpa, me refiero a analizar los hechos y sacar conclusiones, como hacíamos de pequeñas, ¿recuerdas?

- La policía tiene fotos y... mi madre lo ha reconocido, ¿es eso también un montaje? porque por mucho que lo analice solo saco una conclusión, yo estaba allí, conducía y maté a mi hijo.

- Robaron tu historial del despacho de Vero – le reveló y Natalia abrió los ojos de par en par - ¿para qué podrían quererlo? ¿quizás para saber por dónde atacar?

- Pero... nadie me dijo nada – la miró - ¿eso es cierto?

- Sí, el día que robaron en su despacho lo único que desapareció fue tu historial, ¿curioso no? Isabel cree que todo está relacionado, que todo es una campaña contra la Clínica.

- Pero ¿por qué? no entiendo qué problema hay con ella, no...

- No me hagas mucho caso, pero... quizás haya algún pez gordo metido en algo sucio y tú le estás estorbando.

- ¿Yo? pero en qué.

- No lo sé Nat, para eso está Isabel, he hablado con ella y también está de acuerdo en que es muy curioso que precisamente ahora salga de la nada ese informe, alguien quiere hundirte y... no sé si algo más.

La ClínicaWhere stories live. Discover now