DURAZNOI HANTAO

Capitulo 7

La noche anterior a la audiencia con el Emperador, el viejo eunuco se había acercado, distribuyó algunas túnicas y les dio instrucciones de que la usaran durante el día siguiente para encontrarse con el Emperador.

La piedra dragón ya había confirmado que estos cinco niños eran de la línea de sangre Imperial, y la familia Imperial tenía la intención de reconocerlos como tales. La ropa que se preparó para Chen Ziqi, por lo tanto, también era un conjunto completo de la túnica de un Príncipe Imperial.

La túnica estándar del Príncipe Imperial generalmente consistía en una túnica de manga ancha de color amarillo oscuro. Sin embargo, como Chen Ziqi todavía era pequeño, podría tropezar con las mangas y, por lo tanto, sus mangas se cortaron especialmente con un ajuste más estrecho. Un cinturón de brocado negro bordado con un motivo de kirin aseguraba la túnica alrededor de su cintura. Este cinturón negro sería reemplazado por un cinturón de jade otorgado por el Emperador durante la audiencia posterior.

Chang Er también recibió algunos conjuntos de ropa. Había tres colores para elegir: Amarillo pálido, rosa claro y blanco puro.

—Toda esta ropa se ve bastante bien, ¿Cuál debería elegir?—Preguntó Chang Er. Chen Ziqi estaba jugando con el pollito rojo en ese momento, y ella lo detuvo para ayudarla a tomar una decisión.

—La dama de al lado definitivamente va a escoger el amarillo pálido. En cuanto al resto... —Chen Ziqi se rascó la cabeza. La única ropa fina que había visto hasta ahora era la que usaban las chicas del Pabellón Escarlata, y no creía que fuera un buen punto de referencia.

—¡Pío!— El pajarito rojo y esponjoso de alguna manera saltó sobre el colchón donde estaba colocada la ropa y se acurrucó en el conjunto de túnicas de color rosa.

"A las mujeres del mundo de las artes marciales les gusta vestirse de blanco, ya que simboliza la castidad y la pureza. Si quieres destacar mañana, ponte el rosa claro." El pajarito rojo miró a Chen Ziqi y le dio una mirada significativa, esperando que Chen Ziqi entendiera lo que quería decir.

Desafortunadamente, Chen Ziqi no lo entendió. —¡Tus plumas se van a pegar al vestido!— dijo, extendiendo la mano y agarrando al pajarito rojo.

—¡Pío,pío,pío!— la pequeña bola esponjosa chirrió de insatisfacción.

—Vamos con este rosa, parece auspicioso—dijo Chang Er, aplaudiendo.

—Hm—coincidió Chen Ziqi.

El pajarito rojo cayó hacia atrás indignado sobre la palma de Chen Ziqi, con sus pequeñas garras levantadas en el aire y una mirada descontenta en su rostro.

Chen Ziqi se levantó al amanecer a la mañana siguiente. La pequeña bola esponjosa ardiente estaba notoriamente ausente, y Chen Ziqi se frotó los ojos para asegurarse de que todavía no estaba soñando. Volteó las mantas, buscó debajo de la cama y por toda la casa, pero el pajarito no estaba por ninguna parte. Luego levantó la cabeza y vio que la ventana, que originalmente había estado cerrada herméticamente, estaba entreabierta, lo suficiente para que pasara un pajarito.

Chen Ziqi estaba abatido. Un gallo semental como este era difícil de conseguir, y había dejado que esta oportunidad de oro se le escapara de los dedos.

Chang Er se veía joven y delicada con su elegante vestido rosa, y el fajín rojo pálido atado a su cintura resaltaba su esbelta belleza. Parecía una flor de durazno cubierta de rocío en plena floración, y era difícil apartar los ojos de ella.

Chen Ziqi también se había vestido y ahora estaba aburrido. Decidió escabullirse para ver qué pasaba en las otras residencias.

Al echar un vistazo en la puerta de al lado, se divirtió al ver que la mujer de ojos penetrantes había elegido el vestido amarillo como él lo había predicho. Su hijo se sentó a su lado con ojos inexpresivos. Esos ojos de repente miraron directamente a Chen Ziqi a través de la ventana, y Chen Ziqi casi se cae por la sorpresa.