DURAZNOI HANTAO

Capitulo 100

Después de que Chen Ziqi se fue, el Emperador Tiande caminó inquieto de un lado a otro en el Palacio Zichen. Pensó que Chen Ziqi era el favorito de Dan Yi, por lo que sería fácil encontrar a "Xiaoshao Jiucheng". Quién sabía que ni siquiera tendría derecho a hablar.

Luo Hongfeng dijo que había un gran secreto escondido en esta partitura de "Xiaoshao Jiucheng". Mientras uno recopile los nueve capítulos, no sería un problema estabilizar el país y unificar el mundo. No hablemos del tema de unificar el mundo, el mundo estaba actualmente dominado por las grandes sectas. Unificar el mundo era prácticamente imposible en la era de Taizu. Lo que necesitaba urgentemente era estabilizar el país.

Las tormentas de nieve en la capital fueron mucho peores que en Jianyang. El emperador Tiande abrió las puertas del Palacio Zichen e inmediatamente se cubrió de copos de nieve. El invierno de este año fue particularmente frío, no era de extrañar que los Xiongnu estuvieran ansiosos por enviar mensajeros para pedir comida.

Una fuerte nevada cubrió los azulejos bermellón del palacio imperial. Mirando desde un alto punto de vista, todo lo que uno podía ver era una extensión de blanco. Solo un lugar era diferente, y ese era el Palacio Taizhen donde vivía el Sumo Sacerdote. Los ladrillos y tejas que se usaban en el Palacio Taizhen eran diferentes a los de otros palacios y se veían bastante llamativos.

En el Palacio Taizhen, el nuevo Sumo Sacerdote Lan Xiang estaba sentado junto al fuego, peinándose lentamente la barba.

—Ay.—Lan Xiang murmuró, haciendo que el asistente a su lado girara la cabeza para descubrir que el Sumo Sacerdote se había roto un mechón de la barba.

El asistente volteó la cabeza sin sorprenderse y miró la fuerte nieve fuera de la puerta con una expresión plana.

En el pasado, cuando Lan Jiangxue era el Sumo Sacerdote, tocaba el qin elegantemente todos los días o miraba las estrellas en el Pabellón Zhaixing. Era un verdadero maestro. Ahora bien, este fue simplemente genial. Dedicaba dos horas al día a cuidarse la barba, otras dos horas a soplarse la suona, y el resto del tiempo lo dedicaba a dormir.

Lan Xiang escondió el mechón de barba en la palma de su mano. Después de un momento, la barba se convirtió en una pluma azul de aspecto claro. Metió la pluma en su manga y suspiró lentamente, —Soy viejo, muy viejo. Anteriormente mis plu... barba, era la más hermosa del clan. La razón por la que el patriarca me dio el nombre de Yunxian fue porque era demasiado hermoso.

La comisura de los labios del asistente se torció. ¿La barba más hermosa? La forma de pensar del clan Lan era un poco extraña.

Al ver que el asistente lo ignoró y no le importó, Lan Yunxian dejó el delicado peine de jade y sacó una suona finamente elaborada de la rejilla del tesoro. Cuando era joven, le gustaba tocar la flauta y, a menudo, se paraba en la cima del acantilado más empinado de Yushan y la tocaba. Ahora que era viejo, sus oídos estaban mal, por lo que le gustaba soplar este tipo de cosas animadas en su lugar.

Entonces, cuando el Emperador Tiande ingresó al Palacio Taizheng, inmediatamente escuchó el sonido muy fuerte y bastante festivo doot doot de la suona. Cualquiera pensaría que el Palacio Taizheng estaba celebrando un evento feliz. Las venas azules en su frente de repente aparecieron.

—¡Deja de soplar!— El emperador Tiande gritó mientras entraba en el salón.

Los sirvientes en el Palacio Taizhen saludaron uno tras otro. Solo el Sumo Sacerdote todavía estaba intoxicado con tocar la suona. No fue hasta que el Emperador caminó frente a él que se dio cuenta de que alguien había llegado. Dejó lentamente la suona y se puso de pie para saludar.