DURAZNOI HANTAO

Capitulo 85

Para salvar un país, primero había que salvar a su gente. Como rey vasallo, tenía que empezar por salvar su propio feudo, y un rey vasallo con un feudo vacío no era rey en absoluto. Criar gallinas fue el primer paso para salvar a la gente de su feudo.

Luo Yunsheng había asumido que cuando Chen Ziqi le había dicho que "criara pollos", era un eufemismo para algunos asuntos indescriptibles, pero cuando llegaron a Jianyang, descubrió que Chen Ziqi realmente lo había dicho literalmente: Quería que él criara pollos . Cuando vio la desolada granja de pollos que había sido quemada hasta quedar irreconocible y escuchó cómo la Torre de la Daga de Sangre había matado a todos los pollos de un solo golpe, el Señor Lou tuvo la repentina necesidad de escribir un poema.

—¿Qué tipo de poema puedes escribir sobre algo como esto?—Chen Ziqi preguntó con incredulidad. Miró de cerca el rostro angustiado del maestro Luo, luego tomó una cabeza de pollo carbonizada y la sacudió en sus manos. De repente, metió la cabeza de pollo en la cara de Dan Yi para asustarlo.

Dan Yi no movió un músculo. Sacudió la cabeza del pollo con un dedo y se convirtió en cenizas.

—El demoníaco asesino en serie Dan Yi muele cabezas hasta convertirlas en polvo con un solo golpe— dijo Chen Ziqi sonriendo.

El maestro Luo trató de contenerse, pero sus valientes esfuerzos fracasaron al final, y no pudo resistirse a darle un fuerte golpe en la cabeza a Chen Ziqi con su pincel. —¿Te enseñé lecciones durante tantos años, y esto es todo lo que tienes para mostrar?— amonestó. Estaba a punto de golpear de nuevo la cabeza de Chen Ziqi cuando sintió el firme agarre de Dan Yi en su muñeca.

Las manos de Dan Yi eran delgadas, pero muy fuertes. No parecía estar ejerciendo mucha fuerza, pero Luo Yunsheng ni siquiera podía moverse una pulgada.

El maestro Luo miró a Dan Yi y no pudo evitar sentir un aleteo de pánico en su corazón. Esta persona escandalosamente hermosa parecía muy severa y amenazadora cuando no estaba sonriendo, y cualquiera que lo mirara de repente se sentiría temeroso sin razón alguna.

—Maestro, ¿En realidad no quiere decir que todo mi conocimiento ha sido comido por los perros?—Dijo Chen Ziqi, sonriendo con picardía mientras apartaba la mano de Dan Yi.

—¡Hmph!— Luo Yunsheng olfateó. Él no lo negó, lo cual era tan bueno como admitirlo.

—Puedes decirlo, lo sabes. Estamos lejos de la Corte Imperial, así que, ¿Por qué deberíamos seguir adhiriendo a sus quisquillosas formalidades?— Dijo Chen Ziqi, riendo con buen humor mientras tiraba de su maestro para mirar las otras industrias de la aldea. Cuando le dieron la espalda a Dan Yi, le susurró en voz baja:—Simplemente no me golpees delante de Dan Yi. Perderás la cara si lo haces.

¿Este pequeño mocoso incluso sabía cómo ayudarlo a preservar su rostro ahora? El rostro de Luo Yunsheng era una extraña mezcla de respeto e incredulidad.

La ciudad de Jianyang todavía estaba vacía y desolada, aunque la situación era un poco mejor que antes. Como mínimo, la ciudad estaba vigilada ahora, y había algunas personas más caminando por las calles que antes. Sin embargo, las tiendas que se alineaban a ambos lados de la calle todavía estaban visiblemente vacías.

—¿Estas tiendas tienen dueños?— Luo Yunsheng preguntó. Sostenía un pequeño libro y anotaba cosas en él mientras caminaban.

—No sé la respuesta a esto— dijo Chen Ziqi, rascándose la cabeza. Dio instrucciones a Wu Bujian para que convocara al gobernador de la prefectura.

Antes de que llegara el gobernador de la prefectura, alguien más llamó a la puerta.

— Príncipe, el señor Jiang está en tu mansión—dijo un guardia, corriendo rápidamente para informar que el Ministro de Asuntos Generales del Rey Jian estaba aquí nuevamente.