DURAZNOI HANTAO

Capitulo 120

—Dan Yi...— El corazón de Chen Ziqi se apretó dolorosamente en su pecho cuando vio el estado en el que se encontraba Dan Yi. Las Artes Marciales Divinas de Danyang eran demasiado poderosas. En días normales, cuando Dan Yi no estaba herido, temblaba de dolor cuando no podía controlar completamente su energía interna. Hoy tenía graves heridas internas y el dolor debía ser mil veces peor.

Chen Ziqi envolvió a Dan Yi en sus brazos con fuerza, sintiéndose completamente impotente. Se odió a sí mismo por ser tan débil. La última vez que se sintió así fue cuando secuestraron a Chang-Er.

Dan Yi respiró hondo, apartó a Chen Ziqi y luego se sentó con las piernas cruzadas, con las manos juntas frente a su dantian . Puso todos sus esfuerzos en domar a la energía salvaje que corría por sus meridianos. Desde que superó el tercer nivel de cultivo, este tipo de cosas habían sucedido varias veces, pero siempre había tenido a Chen Ziqi con él para ayudarlo a desviarlo. Como resultado, se había vuelto perezoso y prácticamente había olvidado que podía salvarse a sí mismo de esta situación.

Lan Jiangxue apartó las cortinas de seda para ver lo que estaba sucediendo dentro del palanquín y luego hizo una señal a los portadores del palanquín.

El palanquín volvió a flotar hasta el suelo. Lan Jiangxue se acercó y le pidió a la gente del Ala del Águila que echara a Yuanmie. También tomó todas las medicinas que Zhen Xuan tenía en su persona que podrían ser útiles en esta situación, luego empujó a Zhen Xuan fuera del palanquín también.

Zhen Xuan se quedó con las manos vacías, observando cómo el palanquín se alejaba flotando en la distancia, y de repente se sintió bastante desolado. El enviado de la Nube Blanca había dicho que querían reducir el peso en el palanquín para que pudieran moverse más rápido, y por eso lo habían tirado sin contemplaciones junto con los dos sofás cama que originalmente estaban dentro. Debía hacer su camino a pie junto con Lan Shanyu y el resto. Zhen Xuan se sentó en el diván y luego pateó al inconsciente Yuanmie. Zhen Xuan entrecerró los ojos al tipo. —Señor monje, ya que usted y yo no tenemos nada que hacer en este momento, ¿Qué tal si le introduzco algunas agujas?

Como tal, cuando Lan Shanyu y compañía alcanzaron al Maestro del Valle de las Cien Hierbas, descubrieron que el cuerpo del monje se había convertido en un puercoespín, con agujas que sobresalían de él por todas partes. Se había hecho un pequeño corte en la punta de un dedo, y un pequeño gusano Gu se retorció.

Cuando había cuatro hombres adultos a bordo del palanquín, los portadores del palanquín solo podían volar veinte li de una sola vez. Ahora que Lan Jiangxue había expulsado a los forasteros, le dijo a Dan Yi que volviera a su forma original, y el único humano dentro del palanquín ahora era Chen Ziqi. El peso del palanquín se redujo considerablemente y los portadores del palanquín pudieron volar mucho más rápido.

Dan Yi pareció sentirse mejor una vez que volvió a su forma original. Se acurrucó en el pecho de Chen Ziqi y cerró los ojos.

El pajarito rojo tenía ahora cinco plumas en la cola, pero su cuerpo no era mucho más grande. Todavía podía yacer cómodamente en la palma de Chen Ziqi. Por supuesto, la palma de Chen Ziqi también se había hecho más grande.

Chen Ziqi colocó cuidadosamente la pequeña bola esponjosa en la parte delantera de su túnica, luego fue a la entrada del palanquín y abrió las finas cortinas. Hoy volaban muy alto en el aire, y pequeños jirones de nubes blancas pasaban junto a ellos a medida que avanzaban. Tres águilas macho negras abrían el camino frente a ellos, con un pavo real blanco como la nieve volando de cerca detrás de ellos.

El verano había pasado y las plumas de la cola del pavo real también se habían adelgazado, aunque todavía eran muy hermosas. Se arrastraban bellamente detrás del cuerpo del pavo real, al igual que las túnicas con largas colas que a Lan Jiangxue le gustaba usar.