DURAZNOI HANTAO

Capitulo 96

El año estaba terminando y era casi la hora de celebrar el nuevo año nuevamente. Las familias en Jianyang estaban ocupadas comprando suministros para el nuevo año, y las tiendas en las calles Este y Oeste también vendían estos artículos. Los mercaderes llegaban sin cesar desde la Puerta Este, trayendo mercancías para la venta en sus carros.

Jianyang no había estado tan animado en años anteriores. Los rostros de los residentes de Jianyang brillaban con feliz expectativa ante la idea de las celebraciones de año nuevo, y uno fácilmente podría haber confundido esta escena con una tomada directamente de una Edad Dorada.

Luo Yunsheng se sentó en una mesa junto a la ventana de un restaurante, sintiendo una profunda sensación de satisfacción mientras observaba las bulliciosas calles de abajo. Dos jarras de vino hicieron su hogar en su vientre, y comenzó a componer poemas bastante borracho, sin importarle la hora del día.

Li Yuhan se sentó frente a él. En silencio bebió unas copas de vino suave. Las reglas de la Secta Lushan eran muy estrictas y rara vez bebía alcohol. No podía entender por qué el erudito frente a él estaba mirando la calle debajo de él como si el amor de su vida estuviera allí. —Maestro, ¿Me pidió que viniera aquí con usted para observar a la gente?

Luo Yunsheng hizo girar su jarra de vino y, al encontrarla vacía, le hizo señas a un mesero para que le trajera otra jarra. Cuando llegó, chocó su jarra con la taza de Li Yuhan. — Guerrero Li , ¿Cuál dirías que es la diferencia entre Jianyang y Xunyang?

—Hay menos artistas marciales aquí— dijo Li Yuhan, después de pensar por un momento. Eso era lo único en lo que podía pensar. La gente que caminaba por las calles de Xunyang llevaba armas en su persona, y siempre había alguna pelea en alguna parte. Por el contrario, Jianyang era muy pacífico.

—Así es. Hay más gente que no sabe artes marciales que artistas marciales aquí. Así es como se ve la verdadera paz—dijo Luo Yunsheng, suspirando. —¿La Secta Lushan estaba insatisfecha cuando el Rey Jian castigó directamente a los dos discípulos de la Secta Lushan?

—Hubo algo de infelicidad, pero Shifu le tiene mucho cariño a Chen Ziqi, por lo que no discutió con él al respecto—dijo Li Yuhan con suavidad.

—Ja— Luo Yunsheng se rió entre dientes una vez. No siguió hablando y permaneció en silencio por un momento antes de señalar repentinamente la tienda de cosméticos frente a ellos. —El comerciante de esa tienda de cosméticos era originario de Xunyang. Su tienda en Xunyang estaba justo enfrente de un burdel y su negocio era muy bueno. Fue solo este año que una viuda cuyo apellido es Lu lo obligó a salir de su tienda.

Li Yuhan no sabía a qué se refería Luo Yunsheng. Dejó su copa de vino y trató de prestar más atención. —¿Nadie tomó medidas?

—Lo informó a la oficina del gobierno local, pero todos los funcionarios locales dijeron que la viuda era una artista marcial, por lo que no podían hacer nada. Le dijeron que buscara a Zhou Ting de la Secta Lushan. Gastó mucho dinero para conectarse con la Secta Lushan, pero posteriormente descubrió que la mujer que lo obligó a salir era la viuda de un discípulo de la Secta Lushan que había muerto en un duelo entre sectas el año anterior. La Secta Lushan solo le dio veinte taels de plata en compensación, diciendo que era difícil para una viuda sobrevivir en el mundo y le pidió que se ocupara de sus propios asuntos—dijo Luo Yunsheng. Su voz tenía el tirón único que tenía un poeta, e hizo que la gente subconscientemente prestara más atención a lo que estaba diciendo.

Las cejas de Li Yuhan se arrugaron ligeramente. Siempre se había centrado únicamente en practicar su manejo de la espada, y rara vez se preocupaba por asuntos materiales. Los negocios de la Secta Lushan fueron realizados por su Shixiong , por lo que no sabía que así era como operaba Xunyang.