DURAZNOI HANTAO

Capitulo 116

Los terrenos de la competencia estaban en un caos total. Luo Hongfeng tenía las manos ocupadas lidiando con Diao Lie, por lo que todo lo que podía hacer era gritar con una voz aumentada por su energía interna: —¡Atrapa a los miembros del Clan de los Diez Mil Venenos!

La mayoría de las Sectas Qi no tenían los medios para prestar atención al llamado a la acción de Luo Hongfeng; estaban ocupados lidiando con los miembros de su propia secta que también se habían vuelto locos. La Secta Suxin fue la única que no tenía miembros enloquecidos. Cuando Zhao Surou escuchó lo que dijo Luo Hongfeng, inmediatamente condujo a sus discípulos hacia la plataforma Este.

El gongfa de Diao Lie enfatizaba la velocidad y sus miembros se movían como un rayo. Toda su persona parecía desdibujarse en sombras negras, golpeando rápidamente a la izquierda y derecha de Luo Hongfeng. Sin embargo, Luo Hongfeng tenía una gran cantidad de poderosos movimientos y no temía en absoluto las tácticas de Diao Lie. Usó las técnicas de Bahuang Wuji para manifestar su energía físicamente, luego dirigió un golpe a los puntos débiles de Diao Lie.

Diao Lie fue golpeado, y voló hacia atrás una gran distancia antes de que pudiera darse la vuelta en el aire. Extendió todos sus diez dedos, luego los apretó con fuerza en puños. Ocho garras de acero inoxidable aparecieron entre sus dedos, y voló directamente hacia Luo Hongfeng, apuntando sus afiladas garras a su dantian .

—¿Quién es ese? ¿Cómo puede durar tanto tiempo luchando contra nuestro Jefe de la Confederación de Qi? —preguntó la gente de la Secta Qi, mirando con sorpresa.

—Ese es el Enviado de la Nube Oscura del Palacio Guiyan— dijo una de las personas al tanto en voz baja y bastante reverente. ¡Ese Enviado de la Nube Oscura parecía ser bastante joven, y ya era tan poderoso!

Las garras afiladas de Diao Lie se engancharon en la manga de Luo Hongfeng y rasgaron la tela con un fuerte sonido de desgarro. Apareció un gran agujero en las túnicas taoístas fluidas de Luo Hongfeng. En la plataforma alta donde estaba la gente del Palacio Guiyan Dan Yi simplemente miró sin cambiar de expresión, con los ojos fríos.

Luo Hongfeng se sintió humillado por toda esta situación. Él era el Jefe Confederación de Qi, y el que debería haberlo enfrentado debería haber sido el maestro del Palacio Guiyan, Dan Yi. ¿Por qué estaba siendo acosado por esta criatura sin importancia?

Luo Hongfeng aumentó su energía interna al décimo nivel y lo concentró en las palmas de sus manos. El aura alrededor de Luo Hongfeng se intensificó repentinamente, dando vueltas a su alrededor antes de organizarse en un patrón de yin yang y expandirse hacia afuera rápidamente. Las artes marciales de Bahuang Wuji, en su forma definitiva, podían expandirse por toda una llanura, expulsando a los demonios malignos y eran prácticamente invencibles.

Diao Lie se dio cuenta de que las cosas no iban bien. Inmediatamente usó el Paso Ciclón para saltar alto en el aire. Cuando saltó unos dos zhang en el aire, la fuerza de la energía de Luo Hongfeng se estrelló contra él como una ola rompiendo.

A pesar de que Diao Lie bloqueó el ataque de Luo Hongfeng con su propio poder y se alejó del epicentro de la explosión, aún sufrió lesiones internas. Sangre roja brillante salió a borbotones de su boca. Luo Hongfeng continuó enviando poderosas explosiones una tras otra. De repente, una figura carmesí brillante flotó frente a Luo Hongfeng y bloqueó su ataque sólidamente.

"¡BAM!"

El impacto envió enormes olas rodando sobre la superficie del lago.

A todos les tomó un tiempo recuperar su ingenio, y cuando lo hicieron, se dieron cuenta de que el que había flotado desde la plataforma alta del Palacio Guiyan no era otro que el joven líder del Palacio Guiyan, Dan Yi.