DURAZNOI HANTAO

Capitulo 187

—¿Quién es un huevo apestoso?— Dijo Dan Su, con los ojos muy abiertos mientras miraba ferozmente a Dan Que. Sin embargo, el abuelo Dan nunca había entendido nada acerca de salvar la cara de su hijo, por lo que comenzó a contar animadamente la historia detrás del nombre de infancia de Dan Su.

La madre de Dan Su había sido una mujer normal del Clan Qing que no podía adoptar la forma de un pájaro. Cuando ella puso un huevo de fénix, solo Dan Que pudo mantener el huevo caliente con sus plumas.

—Era invierno entonces y el huevo no se podía dejar solo ni por un segundo—, dijo el abuelo Dan, recordando esos tiempos difíciles con una sonrisa en el rostro. Había pasado cada momento con el huevo y ni siquiera se detuvo a bañarse. Pasó medio mes sin bañarse y el huevo que calentó también apestaba. —Como resultado, la cáscara del huevo de tu papá siempre olía mal.

Después de un tiempo, todos los subordinados del Palacio Guiyan sintieron que no podían dejar que esto continuara, por lo que se ofrecieron como voluntarios para ayudar al Maestro del Palacio a calentar el huevo. Fue sólo entonces que Dan Que se dio cuenta de que, incluso si su esposa no tenía plumas, ¡había toda una bandada de pájaros en el Palacio Guiyan que sí las tenían!

Como tal, metió el apestoso huevo rojo en las plumas del entonces Enviado de la Nube Blanca y se fue a tomar el mejor baño que había tenido en años.

El pequeño dragón enterró su cabeza en las plumas rojas de su pájaro, riendo tan fuerte que todo su cuerpo tembló. Dan Yi también tenía muchas ganas de reír, pero tenía miedo de que su padre lo golpeara, así que estiró un ala para ocultar su cabeza.

El rostro del segundo patriarca de la familia Dan había sido utilizado para barrer el suelo, por lo que silenciosamente se giró para irse. ¡Éste no era un lugar donde pudiera permanecer más tiempo!

Al ver a su hijo irse, el abuelo Dan felizmente se convirtió en un fénix gigantesco y saltó sobre la cama de bambú. Decidió recrear la escena de cuando estaba calentando el huevo de papá Dan y extendió sus alas, envolviendo a los dos pequeños entre sus cálidas plumas.

—¡Pío!— Dan Yi chirrió, luchando por liberarse de las plumas doradas del fénix. Los sentía tan calientes como un brasero. Se sacudió, luego se sumergió una vez más en las plumas doradas y usó su pico para agarrar la cola del pequeño dragón. Cuando hubo extraído con seguridad su Qiqi de las garras de su abuelo, picoteó con fuerza al abuelo Dan dos veces.

¡En un día caluroso como este, él y Qiqi no necesitaban calentarse en absoluto!

Por la noche, el abuelo Dan no quería dormir en su dormitorio. En cambio, optó por adoptar la forma de un pájaro y posarse en un árbol Wutong. Cuanto más vivía un fénix, más favorecían sus preferencias y hábitos a los de las aves reales. Construyó un nido en el árbol Wutong y durmió dentro de él por la noche.

Chen Ziqi estaba junto a la ventana, mirando el enorme nido de pájaro bellamente hecho. —Dan Yi, ¿Dónde está tu abuela?

—Hace mucho que se fue—dijo Dan Yi. Acababa de bañarse y en ese momento sólo vestía una bata holgada. Las costras de su hombro estaban a punto de caerse y se podía ver carne tierna y rosada en las partes que habían sanado. Gotas de agua se deslizaron por el cuello de Dan Yi y sobre esa nueva piel rosada.

—Entonces ya murio...— Chen Ziqi se dio la vuelta y vio la apariencia de Dan Yi, no pudo evitar tragar, se inclinó y lamió las gotas de agua de la tierna carne. 

El cuerpo del Fénix es diferente al de la gente común: un trauma tan severo se curó en más de un mes. Fue la misma situación cuando una espada le atravesó la palma de la mano en la competencia de artes marciales la última vez, como resultado, ya no pudo alimentarlo, lo cual fue una lástima.