Capitulo 63

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—Pfff

Una ráfaga intensamente fuerte de energía se estrelló contra Chen Ziqi como un enorme maremoto, y sintió como si todos los huesos de su cuerpo se estuvieran rompiendo. Sangre roja brillante brotó de sus labios y todo su cuerpo quedó flácido. Se sentía como una hoja diminuta flotando sin rumbo fijo en el viento, incapaz de controlar la dirección en la que viajaba.

La energía agotada de Chen Ziqi brillaba de color verde en su palma, y ​​se podía escuchar el débil sonido de un dragón aullando. La abadesa Wuyin se sorprendió al ver esto. Ella misma había sido empujada hacia atrás una buena distancia por el impacto, y tuvo que agarrarse a un gran árbol cercano para estabilizarse.

—¿El Aullido del Dragón?—Dijo la abadesa Wuyin con incredulidad, retrayéndose de su postura ofensiva. —¿De verdad lograste cultivar esto?

—¡Eres una vieja monja asquerosa!—Tu Buxian rugió con furia. Empujó con fuerza desde el suelo, enviando su cuerpo volando como una flecha rápida hacia la abadesa Wuyin. Se movía tan rápido que era casi imposible de ver a simple vista.

La Abadesa Wuyin levantó un brazo para bloquear. Tu Buxian sostenía un pequeño cuchillo afilado en la mano, pero debido a que se movía tan rápido, la abadesa Wuyin no notó la pequeña arma que sostenía. Se lo arrojó con fuerza a su oponente, y el pequeño cuchillo atravesó la palma de la abadesa Wuyin y se alojó en su hombro. Tu Buxian usó su energia para empujarlo hasta el fondo de su carne.

—¡AH!—Gritó enojada la abadesa Wuyin. Ella usó su otra mano para atacar a Tu Buxian, enviándolo a volar.

— ¡Shifu!—Zhao Surou corrió inmediatamente para apoyar a la abadesa Wuyin.

La abadesa Wuyin usó su energía interna para sacar el pequeño cuchillo. Aceptó el pañuelo que le tendió Zhao Surou, rápidamente vendó sus heridas y caminó hacia el lado de Chen Ziqi.—¿De quién aprendiste el Aullido del Dragón?— ella preguntó.

Chen Ziqi miró fríamente a la anciana monja, sosteniendo su pecho de dolor. Se negó a responder a su pregunta.

Shifu , deberíamos irnos rápido. Los demonios del Palacio Guiyan estarán aquí en cualquier momento —dijo ansiosamente Zhao Surou. Todos en el mundo de las artes marciales sabían lo rápido que el Palacio Guiyan podía enviar mensajes, y su velocidad de viaje tampoco podía estimarse por medios ordinarios.

La abadesa Wuyin consideró esto por un momento, luego olió con frialdad y se fue. Yu Linglong y Yu Furong la siguieron, llevándose a Chang Er con ellas. Zhao Surou pateó al inconsciente Wu Bujian una vez, luego se dio la vuelta para mirar a Chen Ziqi.

" ¡ Pei !" Chen Ziqi escupió la sangre en su boca. —¿Por qué tomaste a mi madre? ¿Qué vas a pedir como rescate ... tos, tos ... tienes que decírmelo, al menos! —Dijo con voz hueca.

La abadesa Wuyin se detuvo en seco, pero luego continuó como si no hubiera escuchado esa pregunta. Todos canalizaron su qi y usaron qinggong para alejarse corriendo, desapareciendo en la oscuridad en un santiamén.

—Lleva a Cheng Jiazhen a la Secta Suxin el tercer día del sexto mes lunar. Cambiaremos a tu madre por ella. Ven solo.

Esta instrucción fue transmitida usando su energía desde las oscuras profundidades del bosque, y le dio a todos los que la escucharon una sensación siniestra.

Chen Ziqi se incorporó para sentarse y trató de perseguirlos, pero una ola de intenso dolor explotó desde el centro de su pecho. Se derrumbó de nuevo en el suelo.

DURAZNOI HANTAODonde viven las historias. Descúbrelo ahora