La transmisión de la emperatriz IV

Capítulo 717: Patear la pelota en la reunión de la Alianza (IV)

Después de avergonzarse a sí mismo, Yang Tao se sentó en silencio entre la audiencia como una decoración. Miró la botella de vino que tenía delante y sintió que la tentación se acumulaba en su estómago.

"Shao Yang, solo déjame beber un poco. ¿Solo una taza, por favor?

"Ni siquiera una gota". El joven erudito lo miró con frialdad. Yang Tao se congeló ante la mirada. "Tu herida aún no está completamente curada, ¿pero todavía quieres beber vino?"

Yang Tao agachó la cabeza con melancolía mientras observaba a su padre, Yang Jian, bebiendo audazmente frente a él.

"Padre, todavía tienes una herida de espada también. No deberías estar bebiendo.

Yang Jian le lanzó una mirada aguda. "Pequeño bribón, ¿te atreves a hablar para cuestionar los asuntos de tu viejo ahora?"

Yang Tao se quedó atónito en silencio.

Ahora había sido apuñalado dos veces por su mejor amigo y padre. ¡El corazón de Yang Tao estaba roto y destrozado!

El joven erudito llamado Shao Yang sostuvo una botella de vino y escudriñó los alrededores.

Todos estaban borrachos o achispados, lo que hacía que el ambiente fuera muy animado.

...

Por el contrario, las personas que rodeaban a Yang Jian lo ignoraron por completo y lo trataron como si fuera invisible.

Mirarían a izquierda y derecha, desde el cielo hasta el suelo, pero no a él. Estaban claramente aislando a Yang Jian, quien respondió a este tratamiento bebiendo solo.

El joven erudito entrecerró los ojos levemente y resopló con burla.

A pesar de haber elegido un líder, no cambió el hecho de que cada facción tenía sus propias agendas secretas.

No estaba del todo satisfecho con el resultado de esta cruzada.

¿Por qué nadie discutiría sus próximos planes y estrategia después de elegir a un líder? ¿Por qué eligió festejar en su lugar?

Justo cuando estaba reflexionando sobre esta pregunta, se dio cuenta de que alguien lo estaba mirando.

Miró a su alrededor y finalmente encontró la fuente de esa mirada...

Era Liu She.

El hombre de mediana edad sentado en la esquina izquierda le dedicó una sonrisa amistosa, lo que por alguna razón hizo que la sospecha se levantara en la mente del joven erudito.

"Shao Yang, acabo de ver al jefe de Liuzhou sonreírme", le susurró Yang Tao a su amigo.

Las cejas del joven erudito se relajaron mientras reprimía su creciente sospecha. "Sí."

"El gobernador de Liuzhou es un hombre amable y amistoso, tal como esperaba que fuera".

Cuando Liu She todavía era la jefa del condado de Hu, la puerta este de Zhangzhou había sido una tierra sin recursos que dependía por completo de los cultivos y los suministros del condado de Hu.

Por lo tanto, Yang Tao siempre había tenido una buena impresión de Liu She, suponiendo que fuera un buen hombre. Si Yang Jian supiera lo que estaba pensando su hijo, estaría tosiendo sangre.

¿Quién dijo que Liu era un buen hombre? ¿De verdad pensaban que todos los suministros y recursos eran gratuitos?

Todos fueron intercambios realizados por Yang Jian. Liu She era una estafadora que probablemente se aprovechó de Yang Jian de forma encubierta. ¿Cómo alguien así sería considerado un buen hombre?