La transmisión de la emperatriz IV

Capítulo 753: Has sido encantado por la brujería (III)

Translator: Nyoi-Bo Studio Editor: Nyoi-Bo Studio

La sangre salpicó el rostro de Huang Song mientras estaba allí, aturdido.

La corte imperial cayó en completo silencio como si alguien hubiera presionado "pausa" en toda la situación.

Las partes del cuerpo cortadas cayeron al suelo con golpes sordos. Charcos de sangre se formaron en el suelo rápidamente, enrojeciendo los zapatos y calcetines de Huang Song.

"Protege..." gritaron los eunucos que servían al emperador mientras cargaban al niño que se había mojado los pantalones del trono.

Originalmente habían planeado llevar al emperador a un lugar más seguro. Desafortunadamente, se habían topado con esta escena durante su salida apresurada, dejándolos a todos asustados y sin palabras. El joven emperador, habiendo presenciado todo el asunto, temblaba sin parar. No pudo detener el torrente de lágrimas que corría por su rostro.

Con el rostro cubierto de sangre y los sesos destrozados y su traje formal de la corte manchado con pedazos de carne y órganos, parecía que los ojos de Huang Song iban a salirse de sus órbitas en cualquier momento. Los latidos de su corazón no disminuyeron hasta que los guardias imperiales detuvieron al jefe del condado Wuma Shang de Shanghái.

Desde la perspectiva de los transeúntes, el hecho de que las uñas de la anciana de repente crecieran dramáticamente y destrozaran a varios guardias imperiales sin duda significaba que ella era una especie de monstruo sobrenatural.

Sin embargo, un monstruo como ese se había roto en pedazos tan pronto como fue golpeado por las tablas de la corte de Jiang Pengji. Ahora la verdadera pregunta era...

¿No significaba eso que Liu Xi daba más miedo que el monstruo?

Huang Song siempre se había sentido orgulloso de su estabilidad mental y dureza frente a situaciones extremas. Pero lo que acababa de suceder, aunque muy rápido, le había dejado las rodillas tan doloridas y débiles que apenas podían sostenerlo.

¡Golpear! Cayó y se arrodilló en el suelo por fin. Muy cerca de él estaban las partes del cuerpo de la anciana. Uno de sus globos oculares colgaba fuera de la cuenca del ojo, y el otro se había salido completamente de su cráneo y se había colocado justo al lado de su cabeza. Como una de las tablas de la corte le había golpeado la cintura, sus tripas también se habían inundado y derramado por todas partes.

A pesar de todas las escenas sangrientas que había visto antes, Huang Song todavía estaba asqueado por la vista que tenía frente a él.

No pudo soportarlo más. Mientras su estómago se retorcía y un sabor amargo ocupaba su boca, el impulso de vomitar se apoderó de él.

Vomitó.

Huang Song se tapó la boca con la mano y se volvió hacia un lado. Los restos de comida salieron primero y no se detuvieron hasta que no le quedó nada más que líquido para vomitar.

Los otros funcionarios imperiales estaban extremadamente asustados por lo que habían visto y se habían quedado en silencio con sus rostros tan pálidos como el papel. Parecía que incluso respirar les costaría la vida. Jiang Pengji y Liu She fueron los únicos dos que mantuvieron la calma.

"Su majestad, he eliminado a la bruja malvada".

Jiang Pengji era más genial que un pepino. Se inclinó respetuosamente con las manos cruzadas frente a ella ante el joven emperador.

Su voz era fría y clara, lo que funcionó como magia. El tiempo se reanudó en la corte.

Los funcionarios sorprendidos gradualmente volvieron en sí mismos. Luego se dieron cuenta de que sus ropas estaban empapadas de sudor pegajoso.