Convallaria - Llegada de la felicidad

C014 - Renacimiento

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En el momento en que Shui Ruoshan se desmayó, Yin Suye, que estaba apoyado inmóvil contra la pared, se movió al instante y apoyó al hombre. Aunque sus heridas no estaban completamente curadas, la mayoría se habían recuperado; ahora le resultaba más fácil moverse.

Mirando al pequeño desmayado, en los ojos heterocromáticos de Yin Suye parpadearon todo tipo de emociones...

Extendiendo las manos, tocó el cuello del hombre que tenía en sus brazos. Afortunadamente, esta persona sólo cayó en un sueño profundo por haber agotado su poder espiritual, y no sufrió ninguna reacción del encantamiento. Se recuperará cuando descanse un poco más.

Pero después de que Yin Suye confirmara la salud de Shui Ruoshan, no retiró la mano que tenía en el cuello del hombre. En su lugar, acarició suavemente hacia adelante y hacia atrás. Parecía que al hacerlo, podía sentir claramente la sangre caliente fluyendo lentamente dentro de los vasos sanguíneos ocultos bajo la piel. Una luz sangrienta y feroz surgió instantáneamente de los ojos de Yin Suye, y su cuerpo también emitió una débil aura oscura...

Le gustaba esta posición, porque con sólo ejercer un poco más de fuerza, sería capaz de quitarle la vida a alguien con facilidad. Este tipo de sensación, de que uno podía tener un control total de la vida de alguien era muy adictivo. No quiere dejarlo ir, ¡y tampoco está dispuesto a dejarlo ir!

Sin embargo, después de un momento, Yin Suye recuperó el control de sus emociones. La luz rojo sangre se desvaneció de sus ojos, al igual que el aura oscura de su cuerpo. Sin embargo, su mirada hacia Shui Ruoshan no se calmó y se complicó cada vez más. Las emociones contenidas en sus ojos eran tan fuertes que daban miedo.

Lo que tenía que hacer, lo más importante que tenía que hacer era contemplar adecuadamente.

En realidad él no era el Yin Suye original, pero seguía siendo Yin Suye; contradictorio pero correcto. Porque él había renacido del futuro, del infierno que no tiene ninguna luz brillante. El original pereció en el futuro.

No entiende por qué de repente volvió al pasado después de la muerte; renació de nuevo en el punto decisivo de su destino. En concreto, fue en ese punto donde estalló un desacuerdo entre 'él' y Huang Beichen y se separaron.

Renació y regresó del futuro.

Aunque fue una lástima que no lograra encontrarse con el Huang Beichen que estaba relativamente débil en este momento; estrangulando el peligro en su cuna, pero para poder tener una oportunidad más de regresar, ya tenía la mayor ventaja. Esta vez, el que ya ha dominado las habilidades de las próximas décadas, no repetirá los trágicos errores de su vida pasada.

Además, como acababa de renacer, no ha tenido tiempo de analizar la situación. Por eso no se dio cuenta al instante de que había alguien escondido dentro de una cueva.

Si Shui Ruoshan escuchara el nombre de Huang Beichen, seguramente le diría que Huang Beichen es el protagonista de esta historia y al mismo tiempo, el Hijo Destinado de este mundo.

Desgraciadamente, Yin Suye no sabe nada de esto. Todavía estaba recordando sus experiencias de su vida pasada. Recordaba que había matado a las personas que le incriminaron en el pasado. Después de enfadar a Huang Beichen, se encontró con la misma manada de lobos que salió a alimentarse. Sólo después de una difícil batalla, logró romper la barrera y encontró los tesoros dentro de la cueva.

No hubo absolutamente ninguna otra persona que apareciera en medio de esta escena.

En cuanto a esta persona, Shui Ruoshan, no importaba si era de su vida pasada, actual o futura, nunca había escuchado este nombre.

Esta persona aleatoria con la que nunca ha contactado antes, que ni siquiera debería aparecer en su vida, ¿por qué aparecería de repente de la nada en la cueva en la que estaba a punto de conseguir los tesoros? ¿Fue todo una coincidencia? ¿O una conspiración?

Como esta persona tiene demasiados misterios e incertidumbres, Yin Suye no dudó en lanzar una implacable destrucción sobre Shui Ruoshan en el primer momento en que se encontraron.

Para él, Shui Ruoshan era una variable; ¡no sabe si es bueno o malo!