Convallaria - Llegada de la felicidad

C041 - Talento

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―Dime, ¿por qué crees que este gato persa quiere atacarme? 

Aunque la bestia ha sido identificada, Shui Ruoshan todavía no podía entender por qué aparecería en el lago con antelación y también le atacaría a escondidas. El gato persa también es conocido como gato persa en este mundo. Principalmente porque era demasiado perezoso para inventar algunos nombres para las bestias espirituales en la novela, se adelantó y reutilizó el nombre de gato persa de la tierra.

―¿Por el Loto de Jade con Pétalos de Nueve Espiras? 

Yin Suye también estaba bastante inseguro con su conjetura.

―Es posible.

Bajando la cabeza, Shui Ruoshan vio que el loto casi se deformaba por su agarre e inmediatamente aflojó su mano. Estaba ocupado mirando la escena de la pelea de antes y se olvidó del loto en su mano. El loto estaba casi destruido en su mano.

Parecía que acababa de coger el Loto de Jade con Pétalos de Nueve Espiras cuando el gato persa lo atacó. Ahora que observaba cuidadosamente la línea de visión del gato, se dio cuenta de que estaba mirando al loto todo el tiempo y no a él. Además, el gato persa de su novela no estaba especializado en fingir ser obediente o vender 'meng', sino en buscar tesoros. En otras palabras, el gato persa es en realidad un radar de tesoros.

Shui Ruoshan ya ha pensado en el título del anuncio.

¿Tienes un gato persa? Donde haya tesoros, será donde uno vaya. ¡Uno ya no tendría que preocuparse por no encontrar ningún tesoro y quedarse atrás de los demás!

Así que, no importaba que el Loto de Jade con Pétalos de Nueve Espiras se viera exactamente igual que un loto normal, el gato persa todavía podía confiar en su poderoso talento para buscar el Loto de Jade con Pétalos de Nueve Espiras, ¿sólo por detectar la ligera diferencia en el aroma después de ser arrancado?

―Te lo doy.

Con una mirada de disgusto, Yin Suye entregó este gato persa que sólo sabe vender 'meng' directamente a Shui Ruoshan.

―...

Shui Ruoshan se quedó sin palabras ante la acción de Yin Suye. Su corazón estaba lleno de impotencia y eso le hizo olvidarse de reaccionar por un momento. El gato persa era uno de los importantes dedos dorados que había dispuesto especialmente para el protagonista. No solo ayudaba al protagonista a acumular riquezas, sino también a complacer a las bellezas.

Pero ahora, trastocó el escenario de su novela para ayudar a Yin Suye. Debido a que arrancaron el loto con 5 años de antelación, el gato persa siguió su ejemplo y apareció también con antelación. Cada vez que pensaba que el gato persa había caído en manos del villano Yin Suye, Shui Ruoshan sentía que el desarrollo era muy extraño, ¡ah!

―¿No te gusta? 

Yin Suye pensó originalmente que tanto a los niños como a las mujeres les gustaban las criaturas peludas y suaves, por eso le dio el gato a Shui Ruoshan. Pero no vio ninguna reacción del contrario después de un largo rato. Pensando que había adivinado mal, Yin Suye miró al gato que tenía en la mano y un toque de crueldad pasó inconscientemente por sus ojos.

Al principio, pensó que si esta mascota que pertenecía a Huang Beichen de su vida pasada podía ser utilizada para complacer a Shui Ruoshan, no le importaba perdonarle la vida. Después de todo, su habilidad para cazar tesoros no era mala. También fue la razón por la que Yin Suye no lo atacó despiadadamente al principio.

―¡No lo sé! 

Shui Ruoshan sacudió la cabeza. Esta triste sensación de tener todo tipo de pensamientos revueltos pero que nadie podía entender, ¡no podía hablar con nadie en absoluto! Sólo que sus emociones no se dirigían al gato persa, sino a la trama.

―¿O prefieres comer carne de gato asada? 

Muy obvio, Yin Suye ha malinterpretado la expresión de la cara de Shui Ruoshan. Si a Shui Ruoshan no le gusta este gato persa, entonces no hay necesidad de que el gato siga existiendo.

―¡Se dice que la carne de gato es agria! 

Shui Ruoshan refutó las palabras de Yin Suye con un tono muy serio. Por primera vez, sintió que Yin Suye ya no es tan omnipotente. Como mínimo, ¡no conoce el sentido común de que la carne de gato no es buena para comer! Al instante, se sintió inmensamente orgulloso de sí mismo, ¿qué hacer? Pero al mismo tiempo, le recordó de nuevo la crueldad de Yin Suye. Queriendo realmente poner su mano en este gato persa que tiene los ojos heterocromáticos exactos como sus ojos, ¿qué tan cruel puede ser este hombre ah?

―¡Miau!

Como si sintiera una espesa sensación de malicia por parte de su entorno, el gato persa que sostenía Yin Suye en el aire se estremeció. Enroscó su cuerpo, quiso buscar un poco de seguridad en su acción. Después de un rato, pareció darse cuenta de que su acción no ayudaba a reducir la fría presión, sino que se volvía más fría. El gato persa sabía que si no tomaba ninguna acción para salvarse, este temible humano lo asaría de verdad. Por lo tanto, el gato cerró inmediatamente los ojos y se quedó inmóvil, fingiendo estar muerto.

―...

Shui Ruoshan observó cómo el gato hacía lo posible por ponerse rígido en el aire para indicar que estaba muerto.

Con esa mirada tan tonta, uno no podía soportar mirarlo directamente.

No hablemos de que este tipo de acto no podría engañar a nadie en absoluto, sólo el método de fingir en sí mismo ya es incorrecto. ¿Será que el gato persa no sabe, que sólo estando muerto cumpliría el primer requisito para ser asado? ¡Si no fingiera estar muerto, entonces no moriría ah!

Shui Ruoshan realmente quería rugir al gato persa: ¡Vienes aquí a vender 'meng', no a vender 'estupidez'!