Huyendo Hacia El Cuartel

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Un mes paso…

Li Shuma se encontraba en el valle en donde se desmayo, en su mano había una orbe de color gris. En su interior parecía que hubiera humo…

En todo este tiempo Li Shuma no se había levantado, su piel estaba algo pálida y su cuerpo por alguna razón atraía la energía espiritual… Estaba cultivando mientras estaba inconsciente.

Una joven estaba al lado de él, su cabello negro largo y sus ojos cafés oscuros lo miraban con una cálida sonrisa.

Gun Mei, lo había estado cuidando desde que él cayó al suelo. Ella pudo ver la batalla completa.

No había interferido por miedo a molestar una táctica de Li Shuma, sin embargo se había escondido por si algo pasaba.

En todo el mes que había pasado ella había cultivado al lado de él y lo había protegido de la lluvia y de los animales.

Estaba muy agradecida por haberlo conocido, lo apreciaba como un gran amigo y incluso quería que él la siguiera a su hogar.

Desde que comenzó ah cultivar solo conoció ah gente hipócrita que la buscaba por su aspecto. Aunque ella no era muy hermosa si era linda y tenía un encanto juvenil como todas las adolescentes en esta época.

Algunas de sus amigas solo le hablaban para conseguir un beneficio, ya sean píldoras o puntos de méritos “Prestados”

Cuando estaba inmersa en sus pensamientos noto que Li Shuma estaba arrugando su cara y estaba balbuceando algunas palabras.

Los ojos de Gun Mei soltaron un brillo de anticipación y su sonrisa se hizo incluso aún más encantadora.

Li Shuma abrió lentamente los ojos y sólo miraba un cielo azul… totalmente despejado.

“¿Estoy muerto?” Li Shuma sonrió de forma amarga y cerró sus ojos.

“Creí que al morir no sentiría hambre… pero estoy por morir de nuevo y esta vez por hambre” Li Shuma dijo algunas palabras con tristeza, en especial en las cuales decía que tenía hambre.

Gun Mei soltó una pequeña risita y sus ojos miraron con amabilidad a LI Shuma, no dijo nada para perturbar sus pensamientos.

Él volteo su cabeza y miró la hermosa sonrisa de Gun Mei y sus ojos se llenaron de tristeza.

“¿También moriste?” Una lagrima salió del ojo izquierdo de Li Shuma y todo a su alrededor parecía llenarse de melancolía.

Gun Mei sonrió y con su dulce voz dijo.

“No me gustaría morir aun… creo que estoy joven para que mi vida llegue a su fin ¿no crees?” Gun Mei sonrió y puso un mechón de su cabello en su oreja.

Li Shuma abrió y cerró sus ojos un par de veces y entendió la situación y con algo de vergüenza sonrió.

“Oye llevas dormido un mes ¿no crees que ya es momento de despertar?” Gun Mei se levantó del suelo y extendió su mano hacia Li Shuma.

Li Shuma agarro la suave mano de Gun Mei y se levantó del suelo y noto que estaba lleno de hierbas así que se sacudió y se limpio lo que más podía.

“Supongo que no morí, pero dormir un mes fue demasiado...” Li Shuma sonrió de forma extraña. Le alegraba estar vivo pero dormir un mes para él fue un desperdicio.

“Pero mira el lado bueno, tienes toda una vida por delante para recuperar ese mes de sueño, aunque fue bueno para ti. Cuando te encontré pensé que estabas muerto” Gun Mei dijo con algo de preocupación.

Li Shuma solo sonrió y no dijo nada más.

Su nariz se movió de forma extraña y su cara se sonrojo y se fue corriendo rápidamente.

Su nariz había detectado un olor muy desagradable, este olor provenía de él.

Así que se fue a bañar rápidamente sin preocuparse por cómo se mirara de raro.

Así que se fue rápidamente a un río y se lavo, Gun Mei  lo persiguió y  se acerco lentamente.

Al notar que Li Shuma estaba desnudo se sonrojo y se iba ha alejar, cuando sus ojos se posaron sobre su cuerpo.

Era un niño de trece años, pero si cuerpo ya estaba tomando los músculos de un hombre.

No eran muy notables, pero si estaban ahí.

Después de ver ese cuerpo tan joven pudo notar algunas cicatrices… Para un niño de trece años esas cicatrices eran demasiadas.

Li Shuma movió su nariz un poco y su mirada se dirigió hacia Gun Mei.

“Olía mal, así que quería bañarme ¿Quieres unirte?” Dijo con una sonrisa, después de eso siguió nadando como si ella no estuviera.

Gun Mei soltó una sonrisa avergonzada y estaba por rechazar la propuesta de buena manera, sin embargo noto que Li Shuma no lo estaba diciendo con malicia.

Simplemente era un niño que no entendía las diferencias entre mujer y hombre.

Por lo que se quito su túnica y se zambullo en el agua, obviamente tenía ropa interior… No como Li Shuma que se quito todo.

Después de algunos risas y juegos ambos salieron del agua, Li Shuma se cambió de forma rápida y sin voltear a verla por un segundo.

Ella también se cambio de ropa rápidamente y ahora ambos estaban caminando juntos hacia la cueva.

Li Shuma pareció haberse percatado de algo y dijo de forma incomoda.

“¿Ah donde deberíamos irnos ahora?”

Gun Mei abrió sus ojos un poco y hizo una mueca bastante adorable, después de eso golpeó su palma y con una sonrisa dijo.

“Deberíamos decir que fuimos perseguidos por los de la secta sangre carmesí… Tenemos pruebas”

Li Shuma se quedó quieto un momento empezó a analizar todas las posibilidades, por lo que fue a cazar una bestia rápidamente y la cocino.

Su comida se había podrido hace un tiempo.

Después de comerse a un jabalí, le había extraído la sangre del jabalí y la metió en unos frascos.

“Creo que si caminamos dos días podremos llegar al cuartel, para hacerlo más creíble tenemos que llenarnos de sangre y un ensuciarnos de barro para hacerlo más realista” Li Shuma sonrió de forma maliciosa.

“¿Entonces para que nos bañamos?” Dijo Gun Mei con sus cejas juntas.

Para una mujer la suciedad era uno de sus mayores enemigos, no podían tolerarlo.

“¿Crees que sabía que tendríamos que hacer esto? Las mujeres son extrañas” Li Shuma refutó un poco y agarro la mano de Gun Mei.

Ella puso un poco de resistencia pero no por mucho tiempo, se dejó jalar de Li Shuma y juntos empezaron a ir para el cuartel.

Pasaron algunas horas antes de que pararan, ya podían sentir cada vez más la vitalidad del bosque, en la  cima estaba el cuartel y en ese lugar estaba la mayor cantidad de vitalidad de la montaña.

“Ya estamos cerca, toma este frasco y échate toda la sangre en tu cuerpo, toma algo de tierra y ensúciate” Li Shuma le paso un frasco de sangre y también hizo lo mismo.

Aun les faltaba un día de viaje pero si llegan con sangre fresca en su cuerpo no les creerán a no ser que vieran a una persona persiguiéndolos.

Ella de mala gana de rocío de sangre y se ensucio la ropa con tierra. Li Shuma no tenía ninguna a puesta y sólo estaba con sus pantalones cafés.

Por lo que tuvo que ensuciar su cuerpo y no su ropa.

“Bien, ya deberíamos estar con suficiente suciedad para tener más credibilidad” Li Shuma sonrió y jalo con su mano ah Gun Mei.

Ambos parecían unos niños pequeños jugando con la tierra, parecían una pareja.







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