Hao Hu

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Li Shuma salió del santuario muy temprano, como siempre reviso a sus alrededores y comió algo antes de ir al cuartel, hoy era el día de su misión.

El día parecía muy bueno, la energía espiritual estaba densa y el sol era acogedor. Una persona normal diría que  lugar era perfecto para relajarse.

Sin embargo, Li Shuma sabía muy bien que hoy era un día con una calma antes de la tormenta. Hoy las montañas se mancharían de sangre.

Camino de forma lenta y su aura se extendió a unos cincuenta metros a su redonda, sus ojos estaban cerrados y su mente estaba relajada.

Se conocía esta montaña como la palma de su mano, si encontrara algo Inusual lo acabaría de un golpe, no quería que su lugar secreto fuera filtrado por nada ni por nadie.

Así que siempre antes de irse inspeccionaba todo muy bien, era algo tedioso pero muy, muy necesario.

Hombre cauteloso, hombre con vida larga.

Al salir de su montaña se fue por un camino algo estrecho y llegó a una entrada aleatoria del cuartel, el cuartel tenía varias entradas para la comodidad de los miembros.

Sin embargo antes de poder entrar se era necesario ser un miembro reconocido por la banda, no cualquiera tendría el derecho de entrar aquí.

Li Shuma fue afortunado ya que su información siempre era valiosa y la banda lo tenía en alta estima, nadie lo investigó y lo trataron muy bien.

No obstante sabía muy bien que esto era sólo por su información, si su nivel de calidad bajara sería degradado o castigado.

Así que no fue flojo y siempre trajo algo interesante, ya sean rumores o sospechas. Todas están eran vitales para el progreso de la banda.

Y también era esto lo que lo hacía tan peligroso a las otras bandas, la mayoría lo querían muerto por haber dado información tan valiosa.

Los altos mandos de cada banda aumentaban la recompensa con el pasar del tiempo, era como si esta persona fuera un dios del espionaje ya que nunca sabían cómo conseguía la información.

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Al llegar a un árbol, soltó un canto y este árbol lo adsorbió. Luego apareció en un lugar algo alejado del edificio alto. Sin embargo su misión era sólo escoltar, por lo que espero cerca del edificio a que lo llamaran para notificarle que el carro de carga estaba cerca.

Otras personas habían sido asignadas a la misión, en total eran veinte. Veinte contra quién sabe quién.

Todos estaban en la etapa de la cultivación de Qi, ninguno era del establecimiento de Qi, por lo que la misión tampoco atraería a otros cultivadores de este nivel.

Li Shuma ya había preparado sus tesoros de forma meticulosa y sentía que más preparado no podía estar, su nivel de confianza no era muy alto. No obstante sabía que podría salir con vida si tenía suerte.

Los cultivadores que estaban al lado de él lo miraban con algo de interés, Hao Hu o mejor dicho Li Shuma. Era bastante reconocido en este cuartel por su edad joven y su talento en conseguir información.

También por qué su cabeza tenía un precio bastante elevado para su cultivo tan bajo, sin embargo ellos creían que sólo era un buen informante y no tenía habilidades ofensivas.

No obstante sentían que algo raro al estar cerca de él, como si el cultivo de ellos se estuviera congelando… Un sentimiento raro.

Después de algunas horas se reunieron las veinte persona, catorce hombres de variedad en sus edades, las seis mujeres eran todas jóvenes con excepción de una.

My immortal path ¡Zarak! Where stories live. Discover now