Una Promesa (2)

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El anciano sonrió y dijo de forma despreocupada “Ahora ustedes son ascendidos a discípulos externos” señaló a tres persona incluida Li Shuma y el joven de aspecto humilde, Li Shuma sólo asintió sin nada de emoción en su rostro. Este fue sólo el primer paso para  rescatar a Gun Mei.

El anciano de su bolso espacial había soltado al suelo tres túnicas de color azul, los bordes eran blancos. Estas túnicas eran la forma de reconocer a los discípulos externos de los sirvientes y discípulos internos.

Li Shuma la aceptó y hizo una reverencia rápida, luego salió de la habitación. No quería perder más el tiempo y rápidamente busco a un grupo de sirvientes. Uso su estatus para recolectar información.

Mientras caminaba de lado a lado en busca de lugares para aumentar su fuerza se encontró con cosas totalmente nuevas, ahora los sirvientes tenían lugares de cultivación y mejores profesores para dar un buen camino.

La gran multitud de sirvientes y discípulos no se parecían a nada del pasado, Li Shuma se sorprendió. Claramente la secta había avanzado en ser un mejor lugar para todos. No obstante estuvo alerta al mirar  a otros cultivadores para probar su fuerza. En la cordillera del lobo era el rey debajo del establecimiento de Qi. Sin embargo aquí no sabía cómo era la fuerza de todos estos cultivadores desconocidos.

Sus ojos se posaron sobre algunas montañas y respiro hondo, sentía que en estas habían unas buenas vetas de piedras espirituales. En su bolso espacial no le faltaba piedras espirituales, tenía algunas miles. La calidad era variada y se sentía muy, muy afortunado de haber ahorrado estos años todos sus piedras espirituales.

En la secta luna vacía se podían cambiar las piedras espirituales para algunos objetos que los puntos de mérito no podían compensar, Li Shuma antes sólo había usado los punto de méritos para unas cuantas cosas. Pensaba quedarse en la secta luna vacía durante un mes. Reconocer la secta y empezar un plan. No sabía cuánto tiempo le quedaba para que Jun Fort saliera de reclusión.

Esperaba que más tiempo…

Sus días en la secta fueron pacíficos y compró algunas cosas básicas para su estudio en los talismanes. Algunos manuales y cosas por el estilo. Formas de usarlos y hechizos básicos que no tenían que ser aprendidos para escribirlos en un talismán blanco.

Al pasar el tiempo se pregunto vacías veces por Kiu Jogo, no lo había visto ni habían noticias sobre él. También esperaba ver a Gun Mei. Sin embargo no tuvo suerte en todo un mes.

Después de buscar información de forma exhaustiva, logró encontrar algo fascinante. Gun Mei había sido ascendida como discípula de un anciano que la había acogido, esto significaba que ella había demostrado más talento o algo especial para su cultivo.

Esto significa que su cultivo había vuelto a subir, incluso podría ya haber llegado a un nuevo nivel de poder. Esto alegro un poco a Li Shuma y empezó a cuestionarse ¿Ella realmente necesitaba ayuda? ¿Lo necesitaba a él?

Li Shuma pensó esto durante algunos segundos y luego camino lento, tan lento que parecía ser un mortal en sus últimos años de vida y se dirigía a una de las salidas de la secta, ya su túnica le daba algunos privilegios como salir de la secta sin permiso alguno.

Sin embargo tendría que volver máximo en cuatro años para un reporte de actividad y algunas preguntas, así no dejaban infiltrar espías de otras sectas. Li Shuma sabía bien esto y no dijo nada al respecto, no es como si pudiera cambiar algo.

Al salir de la secta se sintió algo vacío, su meta era poder para salvarla, ya que ella le había pedido ayuda ¿pero ahora que? ¿Qué podría hacer él? Ahora ella tenía el respaldo de un anciano, era claro que no lo necesitaba.

“¿Qué haré ahora?” LI Shuma salió y siguió caminando, algunas veces daba pequeños saltos para evitar caerse y lentamente volvió a la cordillera del lobo, aquí tenía un lugar seguro para su cultivo, paz y algunos beneficios que recibía al completar ciertas misiones, también podría volver a la secta luna vacía y intentar alcanzar nuevos límites.

Pero no tenía motivación alguna para seguir, al comienzo había cultivado sólo por curiosidad, luego para superarse, antes lo hizo por una mujer y todos esas metas se desvanecieron ¿Cuál era su siguiente objetivo?

Lentamente volvió al santuario sentía todo como sí algo hubiera cambiado, ya no quería seguir cultivando y su corazón helado empezó lentamente a quebrarse como un bloque de hielo frente al sol.

“Supongo que aquí se acabó mi cultivo” Li Shuma sonrió de forma triste, su tristeza había alcanzado más haya de lo que había sentido antes, no, incluso más.

Se sentó en el santuario, sus ojos se posaron sobre las hierbas y el agua que las alimentaba. Luego miro sus manos y pensó en cuantas personas había asesinado por sus objetivos ¿Fue una buena decisión? ¿Era esto lo que quería?

“Al menos podré decir que lo intente” Soltó una gran carcajada y se acostó en el suelo, al tocar la hierba se sintió cansado, cansado de tanta matanza y de siempre estar alerta. Ahora quería vivir la vida en paz.

Lentamente cerró sus ojos y durmió, en sus sueños pasaron varias cosas, conoció a personas buenas, gente mala y un poco de ambas. Sus valores cambiaron y de volvió una persona diferente, el joven Li Shuma que comenzó sus años de cultivo a los doce años había desaparecido.

El joven que perdió su cultivo a los trece años también desapareció, el joven amoroso y gentil que fue forzado a luchar en una guerra también se había vuelto polvo con el tiempo y ahora sólo quedaba un cultivador más.

“Viejo herrero, Mu Darni, Kiu Jogo, Xi Cilu, anciano Jun… LI Shuma se despide” Li Shuma cerró sus ojos y su circulación de energía espiritual se detuvo, su cuerpo dejó de absorber energía espiritual y su aura de desvaneció.

“Aún no cumples tu promesa Shuma, aún no la has protegido, aún no haz hecho nada por el anciano Jun, tampoco sabes si Kiu Jogo pueda seguir sin su hermano menor ¿Realmente vas a dejar las cosas así? ¿Sin terminar?” El Zarak habló de forma lenta, al parecer ya había vuelto de su sueño.

“Incluso no le haz pagado a Mu Darni por haberte llevado a esa secta, tampoco sabes si la joven Xi Cilu esta en peligro y dime ¿Ya has pagado tu herramienta espiritual a ese herrero?” El Zarak parecía haber escaneado rápidamente la memoria de Li Shuma, buscando alguna manera para no dejar que disipara su cultivo.

“Yo… ¿No eh pagado?” Li Shuma abrió sus ojos y recordó alguna cosas, realmente no había terminado su camino. Aún le debía a algunas personas.

“¿Acaso quiero vivir una vida llena de arrepentimientos? ¡Yo Li Shuma, soy una persona que siempre devuelve los favores!” Un fuego creció lentamente en el pecho de Li Shuma, sus ojos volvieron a tornarse oscuros y su aura volvió a generarse.

“Esto es… Una promesa”








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