Temor

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El día estaba muy tranquilo, las aves cantaban y el sonido de las hojas rociadas de agua se podían escuchar al estar todo en silencio, solo algunos sonidos de gemidos resonaban de vez en cuando.

Un joven estaba abrazando a una señora de edad, el cuerpo del joven estaba lleno de heridas y en su pecho había un agujero, el joven sacó un gotero y se aplicó unas gotas de algo.

La herida empezó a curarse de forma visible y después de algunos segundos sólo quedó una cicatriz.

“¿Cuándo vas a despertar?” Li Shuma era el joven que estaba ensangrentado, en sus brazos estaba Wolf Vau, la cual seguía en un tipo de coma.

Si no fuera por su respiración suave se creería que estaba muerta, sin embargo de vez en cuando ella soltaba ruidos incomprensibles.

Con esfuerzo Li Shuma se levantó del suelo y cargo con Wolf Vau hacia otro lugar, hace unos cuantos días estuvo luchando contra varias personas y todas eran muy experimentadas y con una destreza de batalla superior a la de él.

Si no fuera por que Li Shuma tenía algunos tesoros escondidos en su cuerpo habría muerto, sin embargo su caparazón de tortuga violeta se había roto.

Su daga de color morado con verde igual, sus agujas roba vida también y cientos de espadas que autodestruyo para salir con vida de varias situaciones.

Mishu fue herido y Li Shuma lo obligo a quedarse en el sello, su espada de madera casi fue destruida si no fuera por un rápido reflejo.

La mayoría de sus tesoros se destruyeron en batallas y fue herido en todo su cuerpo, casi muere en varias ocasiones. Pero sobrevivió gracias a las lágrimas de fénix.

Mientras caminaba sentía que sus huesos estaban por romperse y la llama de su vida estaba por apagarse. Y en ese momento una voz suave entró en su oído.

“Gracias” Wolf Vau hizo un movimiento rápido y salió de los bazos de Li Shuma, con un movimiento con elegancia se cambió de ropa y pareció rejuvenecer unos cuantos años.

Li Shuma la miró durante un tiempo y dijo.

“Solo te despiertas y me dices gracias ¿no es eso cómico?” Aunque Li Shuma estaba agotado, sabía que podía luchar si se le obligará.

“Soy una mujer de pocas palabras, agradezco que me hayas ayudado ¡Ahora es mi turno!” Wolf Vau hizo un movimiento con sus manos y de algún lado salió un ataúd.

Li Shuma la miró con dudas y espero a que ella dijera algo. No entraría a un ataúd sin ninguna explicación.

“Este ataúd es un tesoro muy preciado para mí, una vez que alguien entra la energía vital se acumula y lo empieza a curar y le ayuda a mejorar su cuerpo carnal” Wolf Vau explicó de forma lenta y con detalles.

“¿Entonces por qué no usaste este tesoro para curarte?” Li Shuma preguntó y dio alguno pasos hacia atrás.

“Es sencillo, una vez dentro estarás dormido profundamente y no podrás defenderte. Serás un blanco fácil” Wolf Vau hizo un gesto y Li Shuma estaba siendo atraído por una fuerza desconocida.

“¡Tengo formas de salir de allí! Si siento que me intentas traicionar ¡Tu destino será peor que la muerte!” Li Shuma dejó de resistirse y soltó estas últimas palabras antes de caer inconsciente al ataúd.

Wolf Vau no cambió ni un poco al escuchar esta palabras y miró el ataúd con algo de cariño, Este ataúd era ajustable y se acomodo al cuerpo de Li Shuma, su madera era negra y tenía algunos símbolos dibujados.

Después de mirarlo durante un rato Wolf Vau hizo un gesto y el ataúd se volvió tan pequeño que lo pudo esconder entre sus senos.

Después de eso hizo algunos gestos con sus manos y luego se dirigió a un lugar en especifico, como si hubiera encontrado algo.

El olor de sangre se empezó a  volver más espeso y algunas líneas verdes estaban rondando, era un veneno que se uso para eliminar cientas de personas.

Wolf Vau sólo analizó un poco el lugar antes de seguir caminando, sus ojos estaban cerrados y en sus dedos había una pequeña bola negra, parecía ser un pedazo de tierra.

Su recorrido fue fácil y sin ningún ser vivo a la vista, sin embargo en todo el bosque se escuchaban gemidos y lamentos. Como si fuera un bosque de fantasmas.

No obstante para ella todo esto era muy normal, ya que no cambió su expresión ni un poco al ver tantos cuerpos machacados y deformes.

Algunos de estos cuerpos parecían familiares, como si todos fueran los mismos.

“Magia de clonación… Solo una persona que cultiva el Dao de la muerte haría algo así, en ninguno de los informes se habla sobre Dao de muerte ¿Qué sucede exactamente aquí?” Wolf Vau apuntó a un cadáver y este explotó.

“Ningún rastro de alma ¡Sin duda esto es el Dao de muerte!” Wolf Vau uso una expresión seria durante todo su camino.

El hedor de sangre estaba siendo muy, muy espeso y respirar aquí era muy difícil.

Wolf Vau se detuvo y cambió de dirección, en sus manos habían algunas bolas negras, ya no era una sola. Si no que más con cada minutos que pasaba.

“En realidad se alejo bastante, claro que yo también” Wolf Vau dijo estas palabras con un tono suave y siguió caminando.

Ahora no era en una dirección fija, de vez en cuando cambiaba de dirección y otras veces volvía a un mismo lugar como si estuviera buscando algo.

Esto duró más de veinte días, ya casi se cumplía dos meses desde que comenzó la misión. No era específico que la misión siguiera en pie.

Ese ataque de meteorito pudo haber matado a todos los guardias y también al mismo carro de carga, ese no fue un ataque en un intento de robo.

Fue para exterminarlos a todos por completo, sin darles oportunidad de escapar o sobrevivir.

Solo seres extraños con mucho instintos de supervivencia lograría a tener una pequeña oportunidad de sobrevivir, Incluso Wolf Vau que parece tan misteriosa apenas sobrevivió  con ayuda de Li Shuma.

*        *
     *
Después de otros días Wolf Vau llegó a un gran cráter, en el centro del cráter estaba un carro de carga en perfecto estado y arriba del carro de carga estaba un hombre de mediana edad, su ropa parecía de campesino.

Sin embargo habían tantos cadáveres cerca de ese cráter que fue casi imposible contarlos a todos, incluso un sentido divino fuerte no lo haría de forma rápida.

El hombre miró a Wolf Vau y dijo.

“!Llegas tarde, ya han muerto cuatro de mis guardias!” El hombre soltó un suspiro y hizo un gesto para que ella se acercara, sin embargo Wolf Vau estaba sudando. Sentía mucho temor.

Esto no era nervios o miedo, era temor. Como si se encontrará con un dios antiguo y la estuviera mirando fijamente.

“¡Eres un cultivador del establecimiento de Qi!” Wolf Vau se mordió la lengua y se obligó a hablar.

El hombre campesino la miró y dijo.

“Si, así es”












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