El Despertar Del Zarak (3)

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Xao Beng lo miro de forma extraña y luego soltó un bufido, sus ojos se llenaron de desdén.

“Oh, me llamaste para que ¡Yo! Te ayudara ah matar a esa persona ¿Correcto?” Algo de desprecio se podía notar en las palabras de este.

Li Shuma ni se inmutó al ver esa mirada de desdén, antes su intención de matar se intensificó.

“Quiero que me ayudes ¿Puedes?” Li Shuma reprimió su intención asesina y calmo sus pensamientos.

Realmente necesitaba la ayuda de esta persona para poder asesinar a el prometido de Gun Mei, no sabía cuál era el cultivo de Xao Beng, sin embargo si sabía que era fuerte.

“No” Xao Beng movió un poco su cabeza y estaba por irse.

Li Shuma ni siquiera  intentó detenerlo, se sentó en el suelo y empezó a cultivar de nuevo con más fervor.

No podía perder el tiempo en intentar convencer a una persona que ya se negó, simplemente se limitó a usar lo que tenía en sus manos para salir de esta.

Xao Beng extendió su sentido divino y encontró a Li Shuma cultivando.

En sus ojos se pudieron notar algo de sorpresa y se fue volando sin mirar atrás, sin embargo había una pequeña sonrisa en su rostro.

*       *
    *        *

Una semana después…

“¡Muy lento!” Li Shuma se encontraba cultivando cuando dijo estas palabras con total ira.

Se levantó del suelo y se limpio un poco el polvo, ahora era más alto y supera los 1,60 cm de altura.

Su cabello era incluso más largo que antes y su piel morena estaba ya tomando signos de madures y menos delicadeza.

Junto a las heridas en su cuerpo, su aspecto era más temible.

“Ir.. Zarak” Una voz resonó dentro de él.

“Ya despertaste...” Li Shuma sonrió y empezó a analizar sus palabras.

“Estatua... Ir”

Después de analizar un poco sus opciones solo pudo pensar en ir con la estatua del Zarak y ver si tenia suerte en su cultivo.

Li Shuma asintió y empezó a caminar hacia las afueras del cuartel, encontró a muchos cuervos comiendo la carne podrida de los cadáveres en el campo de batalla.

No se inmutó y uso su espada voladora, esta espada no era la espada de madera que perdió en la competencia de Dúos.

Era una espada de hierro, no tenía fuerza ofensiva y sólo se usa para volar.

Li Shuma se sentó sobre ella y está empezó ah volar a un lugar indicado.

Li Shuma no perdió el tiempo mientras volaba, volvió a usar su capacidad mental al máximo y ahora estaba cultivando, dirigiendo la espada y recargándola.

Y así pasaron otras dos semanas…

“¿No encuentro la secta Luna Vacía?” Había viajado  ya dos semanas y no encontraba ningún indicio de civilización.

El huevo en su raíz espiritual empezó a vibrar y soltar una energía extraña, esta energía hizo un hilo casi invisible hacia una dirección.

“Ve…”

Li Shuma sonrió de gran forma, esta sonrisa no era una sonrisa. Era como la calma antes de la tormenta.

Así que su espada se volvió más y más rápida mientras se acercaba al hilo.

Tuvo que viajas por dos meses antes de poder llegar ah un lugar civilizado.

Era un pueblo muy ajetreado y pacifico.

Li Shuma se reabasteció de comida y compró un mapa de esta zona, estaba muy cerca de una ciudad.

“¡La ciudad águilas rojas!”

En esta ciudad todos los cultivadores tenían una ave que los ayudaba en su cultivo, algo así como un compañero espiritual.

“Si tengo tiempo en el futuro debería ir… Podría encontrar algo útil para Mishu.

Li Shuma hace tiempo había sellado a Mishu para que no saliera del sello, ya que se preocupaba de que algo le pasara en el campo de batalla.

Obviamente le dejó muchísima comida para por lo menos tres años.

Está comida no podía ser comida por un humano o moriría envenenado, era algo hecho especialmente para las bestias.

Sin más descuidos volvió a partir hacia la cueva.

Está cueva fue su lugar de iluminación… Fue en el lugar en donde recibió su herencia y su bautizo…

Li Shuma estaba muy emocionado, la última vez logró un gran progreso en ese lugar y ahora mismo esperaba lo mismo, si tan solo pudiera avanzar más y más podría ayudar a Gun Mei.

Por lo que su cara estaba llena de éxtasis, sin la ayuda del huevo en su raíz le fuera sido muy, muy, muy difícil encontrar este lugar de nuevo.

El campo de batalla fue en un lugar súper desolado, sin ningún signo de civilización.

Está fue una orden no escrita de los cultivadores, no luchar cerca de mortales para no afectar sus vidas.

*        *
     *        *

Ya pasaron tres meses de que comenzó su regreso a la cueva y después de tanto viaje… Por fin llegó a este lugar.

Estaba algo cerca de la secta Luna Vacía pero nadie de esta secta lo noto siquiera un poco.

“¡Yo, Li Shuma… Eh vuelto!” Li Shuma entró a la cueva con pasos firmes y sin vacilación.

Las bestias de esta cueva lo estaban evitando, al parecer lo seguían recordando.

Li Shuma se sentía orgulloso de esto, dejar alguna impresión en tantas bestias es como el orgullo de un cazador.

Sin prestarle más atención a las bestias aterrorizadas, siguió su camino hacia la estatua y en unos pocos minutos llegó.

La estatua seguía allí, seguía en el mismo lugar sin cambio.

“Sangre…”

Li Shuma asintió y corto su mano con sus uñas.

Recuerden que las uñas de Li Shuma son afiladas y crecen con sus pensamientos.

Después con su mano llena de sangre, palmeo suavemente la cabeza de la bestia.

La sangre fue adsorbida por la estatua y sus ojos se llenaron de color rojos. Parecía estar otra vez viva.

Se empezó ah mover y por alguna razón se acerco ah Li Shuma.

“Tú…Tu deseo de poder, tu deseo de matar… Tu voluntad de ir en contra de la marea” Una voz antigua, capaz de hacer temblar a la alma más fuerte y al ser vivo más indomable.

“Tienes tanto deseo de poder, tanto que podrías ir hacer cosas inimaginables solo por tu deseo…” La voz antigua estaba emocionada y su voz parecía incluso más fuerte que antes.

“¡Levántate! ¡Cáete! ¡Levántate!” Repitió esto una y otra vez.

“Este es el camino del Zarak… ¡Es tu camino!”

La estatua se quedó callada durante algunos minutos y Li Shuma también, sabía que algo grande estaba por pasarle.

“También… ¡Tu DESPERTAR!”

¡Bang!

Li Shuma fue golpeado por un gran rayo rojo, este rayo provino de la frente del Zarak… después de sacar ese rayo de su frente la estatuto se derrumbó.

Los ojos de Li Shuma soltaron una gran luz roja y cayó de rodillas al suelo, miles de recuerdos y memorias estaban entrando a su cabeza… Información de miles y miles de millones de años.










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