Capítulo 23. Recogiendo a un hombre desconocido (1)

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"¿Crees que te daría la oportunidad de ponerte de pie?"

Mirando hacia los ojos con agravio del lobo muerto, la voz de Ling Jingxuan era muy suave, pero tácitamente espeluznante, como la voz maligna del nivel más bajo del infierno.

Aullando ~

Aullando ~

De repente, dos cabezas redondas y oscuras emergieron entre la hierba espesa, al segundo siguiente, dos cachorros negros, también con la cabeza creciendo, una pizca de pelo blanco saltó de entre los arbustos. Los cachorros que aún no podían correr de manera constante tropezaron con el lobo negro muerto, con las cabezas pegadas a su vientre, mientras chupaban sus hinchadas tetas.

Esta escena fue inexpresablemente conmovedora y también triste, y solo por esta escena, la hoz en la mano de Ling Jingxuan no cayó sobre ellos, porque le recuerdan a sus dos pequeños bollos delgados.

"Papá ... ¿son ... lobos?"

Después de asegurarse de que el lobo adulto estaba muerto, los dos bollos que se apoyaban entre sí se movieron, temblando, los mismos ojos grandes fijos en los cachorros que chupaban leche, lo que se mezclaba con miedo, curiosidad y exploración.

"Hmm, ¿te gustan?"

Asintiendo, Ling Jingxuan se dio la vuelta para mirarlos, levantó una mano para limpiarse la sangre de la cara a toda prisa, los dos bollos se miraron, sacudieron la cabeza al mismo tiempo, "no, no lo hacemos. "

¿Quién sabe si morderán cuando crezcan? Aunque se ven realmente lindos en este momento.

"Jaja... llévalos de vuelta si te gustan. Todavía no sabemos si los levantaríamos, apúrate, la sangre atraerá a otras bestias. Tomemos nuestras cosas y bajemos la montaña ".

Hablando de eso, Ling Jingxuan agarró a los dos cachorros y les arrojó uno respectivamente. Después de mirar a la loba, no pudo evitar sentir un poco de pena. Aunque la piel era inútil, la carne se podía comer. Si no hubiera sido porque tenían demasiadas cosas, realmente quería llevarlas a cocinar.

Desde el principio hasta el final, Ling Jingxuan no barrió a la persona cubierta de sangre.

"Papá, ¿qué hay de esa persona?"

preguntó el bollo grande, frunciendo el ceño a la persona ensangrentada que yacía inmóvil en el suelo, sosteniendo al cachorro en sus brazos.

Con una canasta de bambú a la espalda y retorciéndose unos cuantos bultos grandes en sus manos, Ling Jingxuan miró con frialdad y dijo: "¿Quién sabe? No te preocupes. Esa persona no moriría por ahora."

Pero no sabía si seguiría vivo más tarde. A juzgar por la cantidad de sangre que había perdido, esa persona podría durar como máximo una hora, siempre que el olor a sangre no atrajera a otras bestias, así que la conclusión fue que estaría tan muerto con seguridad.

"¿Todavía no está muerto?"

Al escuchar a su papá, el bollo grande hizo un sonido extraño y luego se inclinó. El bollo también se atropelló. Ling Jingxuan hizo una mueca larga, "¿Qué estás haciendo? ¡Ni siquiera podemos salvar nuestros propios traseros! ¿Ahora incluso quieres salvar a alguien más? "

No tenía intención de salvar a esa persona incluso si estuviera en un camino abierto, sin mencionar en la jungla, donde las bestias salvajes vendrían en cualquier momento.

"¿Cómo podemos verlo morir? Ven y ayuda, papá, está sangrando mucho."

Nadie sabía de dónde sacó el coraje, hace un momento estaba llorando y asustado, ahora ya bajó al cachorro y volteó al hombre cubierto de sangre, hasta el bollo pequeño fue por ayuda. Ling Jingxuan se acercó al trote y se paró frente, "Hijos míos, piensen en su situación antes de salvar a alguien más. Piensa en tu propia habilidad, ¿crees que solo nosotros tres podemos recuperarlo?

Se podría decir que era de sangre fría o desalmado. Él era quien era, nunca pidió problemas, además, eran demasiado débiles para salvar a otros.

"Pero morirá, papá, salvémoslo".

Por muy maduro que fuera el bollo grande, solo tenía cinco años. ¿Cómo podía entender completamente el significado de su padre? Solo sabía que no podían verlo morir.

"Papá, ¿puedes salvarlo?"

El pequeño bollo también lo miró con ese par de ojos puros.

Sus ojos estaban llenos de peticiones para salvar vidas y nada más.

"Está bien, si puedo. Para que conste, eres tú quien quiere salvarlo, no te arrepientas. Déjame ver cómo está él primero ".

PARTE 1 La Bendita Novela / The Blassed NovelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora