14. El diario de Zac

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Cuando llegamos al estacionamiento, Neil nos esperaba en su auto. Entramos.

— Pensé que sólo irías por Zac— le dijo Neil a mamá.
— Qué cruel, mejor admite que no nos quieres aquí— le dijo Alex molesto.
— No me refería a eso, es sólo que no sabía que se encontraban por aquí— dijo Neil—. Me sorprendió.
— Somos parte del escuadrón para descubrir cuál es el problema de Zac— dijo Ben feliz.
— ¿Qué?— dijo Neil.
— Es una larga historia— dije un tanto avergonzado.
— Sí, además es algo muy privado— le dijo Alex a Ben.
— Pero su experiencia podría ayudarnos— dijo Ben.
— ¡No voy a hablar de eso enfrente de mi padre, es vergonzoso!— dije molesto.
— Obviamente no, Ben, concéntrate— le dijo Alex.
— ¡No hablen, sólo conduzcan!— dijo mi mamá emocionada.

Llegamos y descubrimos la razón por la que ella se veía tan feliz. Habían muchas personas de la construcción trabajando en la casa del profesor Charles. Nadie entendió qué pasaba.

— ¡Abriré una cafetería aquí!— dijo ella feliz.
— ¿Qué?— expresamos todos.

Entonces ella nos explicó que llevaba planeándolo desde hacía bastante. Creía que la ubicación de la casa del profesor era perfecta para un negocio de ese tipo. No contaba con enamorarse de él pero después de manejar esa distracción, le propuso la idea y a él le pareció que tenía sentido.

— Qué romántico— dijo Ben.
— Tú no sabes cocinar— le dije—. Y toda las veces en las que lo intentaste terminaste incendiando el lugar.
— Además si fracasa te habrás gastado todo lo que te queda del dinero del divorcio— le dijo Neil.
— Funcionará— dijo ella—. Todas mis esperanzas están puestas en esto. Además Charles es muy bueno considerando todas esas cosas. También es mi inversionista. Ya contraté a alguien que cocinará todo una vez que el lugar esté listo. Yo simplemente seré la mesera, gerente y administradora. Bueno, eso último también lo hará Charles pero yo ayudaré tanto como pueda.
— ¿Y el profesor puede ayudarte con eso sin que afecte sus deberes en la universidad?— dije.
— Su libro ya está terminado así que tiene tiempo— dijo mamá—. Va a presentarlo en unas semanas y después de eso tendrá tiempo ocasionalmente para ayudarme. No te preocupes calabacita, me esforzaré mucho y todo saldrá bien.

La observé. Era la primera vez que quería hacer algo que valía la pena de verdad. No sabía si era por la terapia que tomó con Neil, la influencia del profesor o simplemente maduró pero... era excelente. La mejor idea que había tenido en su vida.

— Saldrá bien— dije—. Lo sé. Confío en ti. Tanto que te ayudaré.

Todos me miraron.

— Ahora que el profesor terminó su libro estoy desempleado— dije—. Y creo que puedo ayudar perfectamente después de tomar mis clases.
— ¡Genial, pensé que esto te molestaría pero me agrada saber que piensas que es una buena idea!— me dijo ella mientras me abrazaba.
— Definitivamente vendré a este lugar— dijo Alex—. Por nada del mundo me perderé de la nueva faceta como mesero de Zac.
— Puedo hacerlo— dije—. Soy bueno haciendo toda clase de cosas. Aunque creo que debería consultarlo con Will antes tomar esa decisión...
— Además tendrías que usar uniforme como todos los demás empleados— dijo mamá.
— Entonces definitivamente le va a gustar a Will— dijo Alex.
— ¡Yo también quiero ayudar!— dijo Ben feliz.
— ¡Contratado!— le dijo mi mamá.
— ¿Y sí tienes tiempo para eso?— le pregunté.
— Claro que sí, la universidad no es difícil así que tengo tiempo libre— dijo Ben.
— Los envidio demasiado— dijo Alex—. Ojalá la escuela fuera algo fácil para mí. Pero vendré aquí cada vez que pueda.
— Yo también— dijo Neil.
— Entonces podrían venir juntos— les dijo Ben.

Ambos se miraron.

— Tal vez— dijo Alex—. Si me encuentro por la zona y Neil tiene tiempo.
— Quizá— dijo Neil.

Rupturas de PasilloWhere stories live. Discover now