149. El diario de Zac

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Neil me había dicho una vez que cuando me sintiera estresado o ansioso, que buscara una manera de liberar esos sentimientos. Ben preparaba té cuando se sentía ansioso. Así que yo solía ponerme a limpiar para manejar mi estrés. Sin embargo con lo que había pasado en esos días, aún si yo limpiaba toda la ciudad, el estrés no se iría. Lo curioso de todo eso era que la causa era Neil.

Por una razón que yo no entendía aún cuando ya me la habían explicado varias veces, a Neil le gustaba Alex. Entendía por qué Alex quería a mi padre, Neil era la persona más amable y perfecta del planeta además de Will. Lo que no podía comprender era por qué Neil quería a Alex. Yo adoraba a Alex, sinceramente lo quería, pero como hermanito de Will, no como futuro padrastro.

Inevitablemente enloquecí. Traté de separarlos porque debía, en mi opinión se estaban equivocando terriblemente. Y por unos días lo logré. Pensé que recapacitaron y me sentí un poco más tranquilo. Hasta que en la fiesta sorpresa que hice para mi mamá por su cumpleaños, Alex llegó, recuperó a Neil y se fueron. Y la sorpresa me la llevé yo. Sentí que quería explotar de tanto enojo. Will por otro lado no parecía sorprendido. Él me dijo que era su deber apoyar a su hermanito aún si tampoco se sentía muy cómodo con la situación. Como ese tema nos hacía pelear, decidí evitarlo. En algún momento comencé a besarlo cada vez que hablaba de eso. No era mi intención distraerlo así para evitar hablar, lo hacía sin darme cuenta. De no ser porque Jason se dio cuenta, yo seguiría haciéndolo.

Si no hubiera alejado a Jason de mí por esos días (porque lo consideraba un traidor por apoyar a Alex), probablemente se hubiera dado cuenta de todo lo que yo estaba haciendo mal. Me sentía tan confundido, tan abrumado y tan enojado que no pude ver más allá de todo eso hasta que fue tarde: Neil me dijo bastantes cosas en el pasillo cuando lo intercepté aquella noche del cumpleaños de mamá. Y la que más me dolió fue cuando dijo que yo era como mi padre.

Y aunque quise contradecirlo, no pude. Era cierto. Así que eso me puso muy triste. También enojado. Fui al closet de Jason. Él me hizo darme cuenta de muchas cosas, entre ellas de que yo estaba juzgando muy mal a Alex. No quería hacer eso pero... seguía pensando que él no debía estar con Neil.

Le prometí a él y a Will que hablaría de lo ocurrido al día siguiente, cuando me calmara más. Traté de mentalizarme durante la noche y parte de la mañana. Pero no funcionaba. No me gustaba. Simplemente odiaba la idea de que Neil quisiera estar con Alex. La detestaba. Tenía como mil argumentos en contra de eso pero no podría decirlo porque según Jason, sería cruel y lo que necesitaban ellos era todo mi apoyo. Así que me tragué mis sentimientos, porque no me quedaba otra opción: Neil le pidió matrimonio a Alex.

Al día siguiente los dos fueron a mi departamento para hablar. Jason estaba ahí lógicamente.
Nos sentamos alrededor de la mesa, ellos dos enfrente de mí y Will.
Los miré y no, no me sentía feliz.

— El día está muy bonito— dijo Alex.
— Bastante— dijo Will.
— Según pronósticos del clima, el día será muy soleado— dijo Neil.
— ¿De verdad?— dijo Jason—. Qué bueno porque tengo práctica con el equipo de basquetbol.
— Qué bien— dijo Will.
— Me emociona poder jugar con ellos— dijo Jason.
— Zac, ¿No vas a decir nada?— me dijo Neil.

Me había pasado todo ese tiempo mirando mis manos sobre la mesa. Levanté la mirada y los observé.

— Tengo que ir a trabajar— dije—. Llegaré tarde si no me voy ahora.
— Llama a Katherine y dile que no puedes ir— me dijo Jason—. Seguramente lo entenderá y buscará alguien con quién cubrir tu turno.
— No quiero seguir perdiendo turnos— dije—. Además necesito el dinero.
— ¿Necesitas dinero?— me dijo Neil.
— Sí pero quiero ganarlo— dije.
— De acuerdo, te llevaré— me dijo Will.
— No hace falta, puedo irme yo solo— dije—. No está lejos.
— Pero Will puede llevarte— me dijo Jason.
— Yo también puedo— me dijo Neil.
— Prefiero caminar— dije.
— Si no quieres vernos, sólo dilo— dijo Alex—. Está bien.

Rupturas de PasilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora