115. El diario de Laura (y una conversación de chicas)

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Seguí a Madie hasta afuera del bar. Se detuvo y se sentó en los escalones de la entrada de una casa. Me acerqué. Me miró.

— ¿Qué quieres?— dijo, más que parecer molesta parecía triste.
— ¿Estás bien?— le dije mientras me sentaba a su lado.
— Si lo que quieres es burlarte de mí...
— Jamás haría algo así— la interrumpí—. No soy ese tipo de persona.
— Entonces no sé qué haces aquí.  Pensé que ya no ibas a ser mi amiga.
— Creo que no es algo que yo pueda elegir— dije—. Debo ser tu amiga. Así que aquí estoy.
— Podrías irte.
— Podría. Porque me golpeaste y te negaste a escucharme— dije—. Entonces te quedarías sola aquí a sufrir porque la persona que quieres se acaba de comprometer de nuevo y no hay nada que puedas hacer al respecto... pero no lo haré.

Me miró fijamente. Se veía que quería llorar.

— No sería tu amiga si te dejara en el primer desacuerdo que tenemos— dije—. Así no funciona la amistad de verdad.
— Parecías de verdad detestarme ese día. Y los siguientes.
— Lo hacía. No querías escuchar razones. Y yo sólo deseaba que pudieras ver la realidad. No para demostrarte que tenía razón sino para que no sufrieras en el futuro. Como ahora.
— Hubiera sufrido de todas formas— dijo.

Abrazó sus piernas. Suspiré. Hacía un poco de frío ahí.

— Siempre comparé tu situación con la mía— le dije—. Pero no son la misma. Creía que sí porque también me gustó Zac. Pero no es así. Yo no tuve que verlo comprometerse. Sabía que él sentía algo por Will pero creo que de haberlos visto juntos me habría sentido muy mal aún si los quiero mucho. Porque me imagino que no hay forma en la que te sientas bien si ves la felicidad de los demás mientras tú no tienes nada. Porque es imposible no pensar que esa persona que se ve tan feliz al lado de Zac pudiste ser tú. Te diría que tus sentimientos van a desaparecer fácilmente pero... no es así para nada. Sobre todo con Zac. Creo que lo que sientes por él es más fuerte que aquella vez que pensabas que Will te gustaba. Al menos eso deduje porque pese a que él está en una relación no desististe de tu idea. Cosa que sí pasó con Will porque no intentaste nada. De verdad amas a Zac.

Ella no dijo nada, sólo se quedó mirando algún punto del pavimento fijamente.

— No tienes que esconderlo— dije—. No a mí. Te entiendo. No sé lo que es que la persona que me gusta se comprometa dos veces pero... sí sé lo que es que te rompa el corazón un chico bueno. Ahora que lo veo ambas perdimos contra Will. Y es un poco triste porque él olvidó el anillo de compromiso en su departamento.
— ¿Qué?— dijo ella.
— Por eso Jason y yo desaparecimos por un tiempo.
— ¿Will olvidó el anillo con el que iba a comprometerse? ¿Acaso su estupidez no tiene límite o qué?
— Dijo que sólo necesitó ver a Zac para olvidar absolutamente todo— dije—. Le creo. Zac es del tipo de persona que causa esa reacción. Además Will de por sí olvida cosas.
— Yo jamás olvido nada— dijo ella.
— Yo sí. A veces me olvido de mí misma y me concentro más en otras personas. Me imagino que es porque es más fácil pensar en la vida de los demás que en la propia... y gracias a eso ayudé a Zac a darse cuenta de sus sentimientos pero ignoré los míos. Y ahora estoy aquí hablando contigo y pensando en cómo demonios voy a explicarle a Jason que me gusta.
— Lo sabía, él sí te gusta.
— Al parecer para todos es obvio— dije—. Menos para Jason.
— Y para Zac— dijo ella—. Quizá también para Will. Los dos son muy torpes para esas cosas... quizá por eso están juntos.
— No puedo decirte la razón específica del por qué ellos deben estar juntos pero sí puedo decirte que cuando los observo, veo a dos personas que lucen increíblemente felices. Su amor ha sacado lo mejor de cada uno y han crecido como personas. Siguen equivocándose pero también aprendiendo. Se miran como si no necesitaran otra cosa en el mundo más que estar juntos. Me hace sentir un poco de envidia. También quiero que me miren así.
— Quizá Jason lo hace y no te has dado cuenta.
— Ojalá. Pero como ya dije, en veces me concentro más en otras cosas en lugar de en lo que debería. Igual que tú.
— ¿Yo?— dijo sorprendida.
— Apuesto a que piensas más en Zac que en ti misma.
— Eso no es cierto. Pienso en lo buena que podría ser para Zac. Ahí estoy pensando en mí misma, ¿No?
— No, sólo piensas en torno a él. Lo entiendo, Zac es demasiado llamativo pero... si lo piensas bien descubrirás que además de él, no hay otra cosa en tu vida. Y es triste.
— ¿Y qué pretendes que haga, llorar?
— No es una mala idea— dije—. Duele bastante así que es natural que quieras llorar. Por eso te fuiste, ¿No?
— No exactamente. Simplemente no quería ver a todos ponerse felices por ellos. Porque aunque quiero aceptarlo yo... sigo pensando que soy mejor para Zac que Will.
— Quizá— dije—. Admito que ciertas cosas serían más fáciles si Zac saliera contigo. Pero el amor no entiende de razones. Y ellos se aman. Pero tú lo sabes bien. Tan perfectamente que no puedes odiar a Will.
— Intenté odiarlo. Sobre todo porque es un cobarde— dijo molesta.
— A mí no me lo parece.
— Lo es. Hablo con él más que con cualquier otra persona y sé que no es muy fuerte. Es débil. Preferiría dejarlo ir si con eso piensa que Zac será feliz. No pelearía por él. Se sacrificaría. Yo nunca haría eso. Yo trataría de que fuera feliz conmigo y que no necesitara nada más.
— Pero no puedes ser feliz sólo con una persona. Al menos yo no podría. Me gusta Jason pero también necesito a mi familia y amigos. Si tuviera que renunciar a ellos por estar con alguien... quizá no lo haría. Tal vez pero... es una decisión difícil. Y Zac tuvo que hacerla. Por Will. Eso es lo único que importa. Es esto lo que deberías considerar más que nada. Zac eligió a Will en lugar de su padre. Porque lo ama. Así de enamorado está. Y aún si tú estuvieras dispuesta a todo por él, Zac no se sentiría así por ti. Duele descubrirlo, a mí me dolió. Pero no se puede hacer otra cosa más que aceptarlo.
— Sí se puede.
— Podrías tratar de robárselo— dije—. Usando alguna forma de engaño. Pero eso no te haría una buena persona. Y lo eres.

Rupturas de PasilloDove le storie prendono vita. Scoprilo ora