45. El diario de James

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Curiosamente a Clint no le molestó mi idea del torneo. O no le di tiempo para molestarse, me quité el abrigo cuando comenzó a decir que no debí volver a ese lugar, dejó de hablar, me observó, se acercó y comenzó a desabotonar mi camisa. Después me tomó en sus brazos mientras besaba lentamente mi cuello. Se sentía increíblemente bien. Me guió hasta el sofá, me recostó suavemente y se inclinó hacia mí. Fue más gentil de lo que generalmente era. Probablemente porque no me había visto en mucho tiempo. Me acarició más de lo que normalmente lo hacía. Sus dedos se deslizaron por cada parte de mi cuerpo. Besó mis labios por bastante tiempo mientras yo sentía que me quemaba. El calor me derretía. No me moví mucho, me gustaba que me tomara así. Que tuviera todo el control. Algo muy interesante sobre él era que al menos en ese momento parecía que estaba totalmente concentrado en mí. Me tocaba y me miraba absolutamente maravillado. Como si no pudiera creer que yo existiera. Pasaba sus dedos sobre la comisura de mis labios. Me pedía que lo mirara. Decía mi nombre. Parecía encontrarse completamente fascinado por mí. O mejor dicho, obsesionado.

Y a mí me encantaba. Que me deseara tanto era muy excitante. Había veces en la escuela donde sentía que su mirada me recorría como si pudiera desnudarme. Quizá eso quería hacer. Era difícil saberlo, nunca me contaba nada. Muy pocas veces hablamos sobre algo. Él sólo quería poner sus manos en mí y yo también deseaba que hiciera eso. Parecía disfrutar bastante de mi cuerpo así que lo demás no le interesaba mucho. Los rumores sobre mí tanto en la escuela como entre los hombres que trabajan para él no le importaban. No debía saberlos porque consideraba a los demás junto a sus opiniones como algo insignificante. Yo era lo único en lo que sí ponía atención y como ya era suyo, lo demás lo dejaba de lado. Además se encontraba tan ocupado como para preocuparse de eso. Por lo tanto yo tenía tiempo para hacer lo que quería.

Los días pasaron. Me dedicaba enteramente a fortalecerme con ayuda de Stefan. Como Clint no me obligaba a ir al gimnasio o al club, cuando me preguntaba si quería ir yo le decía algún pretexto y entonces le decía a Stefan que me llevara a casa. Él no se iba de mi casa hasta que fuera muy noche. Me ayudaba a practicar. Y si mis padres no estaban, se quedaba a dormir. Entonces podíamos tener sexo hasta muy tarde. Aunque como a mis padres les agradaba él (que fuera callado y serio lo hacía ver confiable) lo dejaban quedarse aunque no podíamos hacer mucho por que ellos escucharían.
Generalmente él no quería no porque no me deseara, sino porque temía que Clint se diera cuenta. Además no podía quedarme en su casa porque Clint debía pasar por mí al día siguiente. Sin embargo en los días en los que no podía hacer nada y debía abstenerme, me acercaba para besarlo. No me rechazaba si sólo eran besos. Entonces yo me derretía en su boca. Porque podía hacer más cosas con mis labios pero él no se dejó desde esa vez en el almacén. Cuando le pregunté por qué no podía intentarlo de nuevo, me dijo que no quería que se volviera algo a lo que pudiera acostumbrarse. No entendí a qué se refería. Pero al menos sí podía besarlo y ya era un avance. Aunque después de las duras sesiones de entrenamiento terminaba tan agotado que no quería hacer nada. Me dolía todo mi cuerpo.

Sin embargo a Rocky y a Bran les impresionaba mi avance. Decían que ya me encontraba en un buen nivel.

— A este pasó quizá seas tú el que deba proteger a Stefan— dijo Bran en el receso cuando estábamos en la fuente.
— Sería genial— dije feliz—. Aunque sospecho que a él no le gusta que lo cuiden. Sin embargo yo podría hacerlo muy bien si me dejara.

Stefan no dijo nada. Sólo miró a otra parte. Me encantaba mandarle ese tipo de indirectas. Nunca funcionaban porque él era demasiado bueno pretendiendo como para verse notablemente afectado, sin embargo si se veía bastante nervioso si lo tocaba. Aunque yo no podía ser muy indiscreto en ese aspecto así que sólo tenía contacto con él cuando estábamos solos. Lo peor que nos podría pasar sería que nos descubrieran así que no quería arriesgarme.

Rupturas de PasilloWhere stories live. Discover now