Rupturas de Pasillo

85. El diario de James (y un regalo)

Aquel collar que colgaba de mi cuello era muy costoso y llamaba mucho la atención. O eso creía yo porque Bran pensaba que sólo le daba más luminosidad a mi rostro. Lo acentuaba más.

— Qué envidia— decía—. Esos costosos diamantes no pueden rivalizar siquiera un poco con tu carita. Eres infinitamente superior.

A mí me resultaba difícil de creer. A Gigi le encantó aunque no le dije que eran diamantes. Tampoco a mis padres. Explicar de dónde salieron era complicado. Además trataba de pensar lo menos posible en ellos. Porque esa cadenita no era otra cosa más que algo para decirle al mundo que Clint era mi dueño. Como cuando se le pone un collar a un gato. Eso era yo. Para no sentirme tan mal decidí visitar a Botitas. Le pedí a Bran que me llevara. Seguía sin recordar nada de aquella vez en mi habitación. Eso me decepcionó un poco. No era como si él me gustara pero la idea de que fuera mi amante me encantaba. Necesitaba alguien para besar cuando Stefan no estuviera cerca y no podía esperar a que Bran estuviera perdido en las drogas para besarlo a él. Lamentablemente no sentía ganas de besar a Gigi para nada. Pero estaba bien porque ella no era mi amante, era mi apoyo emocional. En ese aspecto lo hacía muy bien. Por ejemplo me había acompañado a ir de compras al centro comercial para comprar ropa. Sentía que aquella cadena de diamantes necesitaba algo que estuviera a su altura y ella sabía mucho de moda. Además tenía dinero ilimitado así que podía darme ese lujo. Fue divertido. Bran fue al cine mientras nosotros hacíamos todo eso. También le compré cosas a ella aunque al principio no quería. Le dije que no era ningún problema para mí.

— Deberíamos hacer algo así en San Valentín— dijo ella—. Para festejar tu cumpleaños.

Había olvidado mi cumpleaños. Traté de bloquearlo de mi mente porque Clint lo sabía y quería que pasara ese día con él. No me desagradaba la idea pero si me preguntaran cómo sería un día perfecto de cumpleaños, jamás diría que sería teniendo sexo hasta cansarme. Aunque como también era San Valentín muchas personas harían eso, en ese sentido mi destino no se vería tan mal. Además en años anteriores también tuve sexo con Evan en mi cumpleaños así que no sería tan distinto. Quizá Clint era un maldito desgraciado psicópata pero de verdad era bueno en la cama. Mejoraba de hecho. Me trataba como si yo fuera de cristal pero era mejor a que fuera violento. Simplemente sentir sus dedos recorriendo mi piel me asustaba, no me imaginaba que tratara de ser malo conmigo. Por eso aunque preferiría pasarme ese día con Gigi, no podía negarme.

— Lo siento pero tengo planes ese día— dije.
— ¿Y son mejores que pasarlo conmigo?
— No— dije—. Me encantaría poder estar contigo más que nada... pero le prometí a mi abuelita estar con ella. No puedo decepcionarla.
— Entiendo, estoy a favor de cuidar de las abuelitas— dijo ella—. Menos de la mía porque es un demonio pero seguramente la tuya es un amor.
— Lo es— dije.

Trataba de visitar a mi abuelita siempre que me era posible. Odiaba tener que usarla de pretexto pero no me quedaba otra alternativa. No podía decirle a Gigi que tendría que acostarme con alguien ese día así que no podría verla.

— Qué mal— dijo ella—. Y yo que quería darte algo especial de cumpleaños...
— Puedes dármelo después. Aunque realmente no deberías molestarte.
— Creo que sí debería... porque eso te gustará.
— ¿En serio? ¿Y puedo saber qué es?

Se acercó a mí y me susurró al oído. No era un mal regalo... pero yo no lo quería. Simplemente porque no me gustaban las chicas. Tal vez podría tratar... pero no, no lo disfrutaría. Era todo un halago porque ella era bellísima... pero no me agradaría hacerlo, yo definitivamente era gay. Imaginé que ya no importaba, después de todo ya había tenido sexo varias veces así que sería como lo mismo.

— Suena a que sería un gran cumpleaños— mentí.
— No deberías de perdértelo entonces.
— Tengo planes que no puedo cambiar.
— Entonces será en otra ocasión— dijo—. Elige tú. Puede ser cuando quieras... no hay problema conmigo.