59. El diario de Alex Harper

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Quedé hecho un desastre por tanto llorar. Me costó recuperarme y salir de ahí lentamente. El dolor apenas me dejaba moverme. Intenté lavarme la cara para que fuera menos notorio que lloré pero no lo logré. Me sentía terrible. De alguna manera era como si él tuviera razón. Como si todo fuera verdad. Y eso me dolía tan terriblemente que respirar seguía costándome.
Salí del baño y con trabajo busqué a Laura en la sala del consejo estudiantil.

— ¡Oh por dios, te ves horrible!— dijo cuando me vio.
— ¿Podrías llamar a Will? Quiero que venga por mí.
— ¿Te sientes mal? ¿Te duele algo? ¿Quieres que te lleve a la enfermería?
— ¡No, la enfermería no!— dije alterado.
— ¿Por qué no?
— Sólo dile a Will que necesito ayuda. Yo... quiero verlo. Sé que está ocupado trabajando pero... esto es una emergencia. Por favor.

Me abrazó. Dijo que se encargaría. Salió rápidamente. Me quedé ahí pensando en el dolor que sentía. Ella volvió tiempo después con Lucille. Me abrazó. Ambas me dijeron que Will dijo que aparecería lo más rápido que pudiera. Probablemente para el final de las clases ya estaría ahí. Me pidieron que les contara qué pasó. Pero no lo hice. Seguramente se molestarían con Jimi. Con James. Porque esa persona que estaba ahí no era el Jimi que yo conocía para nada.
Y a pesar de que dijo muchas cosas crueles, no quería que algo le pasara. Aunque sospechaba que ya era tarde para eso.
Me quedé con Laura hasta la tarde. El consejo estudiantil estaba planeando un evento deportivo así que tenían mucho por hacer. Yo sólo me quedé en una silla repasando todas las cosas que hice con Jimi. Lo que le dije cuando estábamos juntos. Y me sentí profundamente torpe. No debí hablarle siquiera, yo estaba muy mal en ese momento. Y él se dejó influenciar por mí. Quizá todo era mi culpa y por eso él se volvió una persona así de cruel.

El tiempo pasó muy rápido mientras yo me moría de agonía. En la hora de la salida Laura me ayudó a salir porque me sentía tan mal que hasta caminar era difícil. Will llegó. Salió del auto. Parecía angustiado. Me abrazó.

— Todo está bien, no te preocupes— me dijo.

Me ayudó a entrar al auto. Eso hice. Me acosté suavemente en el asiento trasero. Will no me preguntó nada. Sólo se dedicó a repetirme que todo estaría bien. Y le creía. A él siempre le creía. Me quedé dormido en algún momento. Cuando desperté, estaba en el sofá del departamento de Will. Me sorprendió cómo pude dormir tanto, incluso no noté cuando me llevaron hasta ahí.
Me incorporé lentamente. Me quedé sentado mirando alrededor mientras intentaba recordar todo lo ocurrido. Zac apareció.

— Hola— dijo feliz.

Brillaba. Él resplandecía como arbolito de navidad. No tenía ojeras. Se veía simplemente increíble. Se acercó a mí.

— Cociné algo para ti— dijo—, ¿Tienes hambre?
— ¿Puedes cocinar con sólo una mano?
— Sí aunque me tardo más— dijo—. Pero tuve la ayuda de Will. Él fue a mi departamento para alistar mi habitación para que la uses. De hecho planeábamos llevarte ahí para que durmieras más cómodamente...
— Estoy bien, dormí demasiado— dije—. Es suficiente.
— ¿Te encuentras bien?— dijo preocupado—, ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?

Lo observé. Odiaba verlo así. A él y a Will. Tuve ganas de llorar. Y no me las aguanté. Lo miré mientras mis ojos se llenaban de lágrimas y se rompía más mi corazón.

— Perdón— le dije entre lágrimas—, no quería molestarlos... pero lo hice. No quería hacer que Will dejara su trabajo pero quería verlo... porque me siento terrible... de verdad lo lamento...
— ¡No digas eso, no es ninguna molestia!— dijo y me abrazó.

Eso se sintió bien. Pero aún tenía una gran duda. La razón por la que quería verlos. Me separé un poco de él.

— ¿Tú... tú me quieres?— le dije.
— Por supuesto que te quiero mucho— dijo—, ¿Por qué preguntas eso?
— ¿Cómo estás tan seguro? ¿Y si lo que sientes por mí sólo es lástima? ¿Y si sólo dices eso porque temes que yo me haga daño de nuevo?

Rupturas de PasilloWhere stories live. Discover now