68. El diario de Alex Harper (y el evento deportivo)

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Mis días eran excelentes (excepto por aquella vez cuando visitamos al alcalde), pero de ahí en fuera me sentía muy bien. No del todo porque me alejé de James totalmente. No quería verlo. Sabía que debía tratar de resolver el asunto pero sentía que necesitaba un descanso. Así que me lo tomé. Además él me había dejado muy claro que yo no le importaba en lo más mínimo. Quizá Zac tenía razón, yo no necesitaba ser amigo de alguien así. Sabía que el Jimi de siempre estaba ahí en el fondo pero temía acercarme. No quería que volviera a lastimarme. Así que lo mejor era esperar.
Por lo mientras decidí concentrarme en la escuela, en mis lecciones de ballet, en visitar a Zac que parecía más luminoso que nunca y a disfrutar de Neil.
Me rodeaban tantas cosas maravillosas que hasta parecía una lástima pensar en James y preocuparme. Así que no lo hice por un momento. Hasta que una vez me lo encontré en la biblioteca. Estaba junto a Bran, que cargaba muchos libros por él como si fuera su esclavo. Quería irme pero necesitaba un libro para una tarea que debía hacer en el receso porque por las tardes no tenía tiempo. Así que me quedé ahí para buscarlo.

James sólo me miró y después pretendió que yo no estaba ahí. Se fue. Imaginé que no tendría que lidiar con él por mucho tiempo hasta que esa misma tarde Laura me preguntó si quería participar en el festival deportivo. No quería pero los premios eran puntos extras en muchas asignaturas y yo los necesitaría si quería graduarme. Porque las clases no se me hacían particularmente difíciles pero no quería simplemente aprobarlas. Deseaba tener una nota alta. No tanto como Zac o Will cuando se graduaron porque sus calificaciones fueron perfectas, pero sí algo de lo que pudiera enorgullecerme. Le dije que sí.

Me emocionaba eso porque seguramente me iría bien en muchas competencias. Estaba en una increíble condición física. Neil me dijo que lo llamara para decirle si ganaba algo.
Al día siguiente me preparé para la competencia de gimnasia que consistía en dar un par de vueltas en el aire y caer de pie. En la categoría femenil las animadoras eran las rivales a vencer pero en la categoría varonil nadie parecía ser competencia. Así que me tocó mi turno y lo hice maravillosamente. Todos decían que básicamente el primer lugar era mío. Hasta que de la nada apareció James. Lo miré atónito. ¿Qué hacía ahí?

— Bien, puedes empezar— le dijo Laura que estaba con los demás jueces.

James tenía a toda la escuela de su parte. Las niñas estaban locas por él, lo apoyaban mucho.
Yo seguía sin entender qué pasaba. Entonces él realizó la rutina tan bien que me quedé con la boca abierta. ¿Desde cuando era tan ágil y fuerte como un atleta?
Cuando terminó, pasó a mi lado y me sonrió arrogantemente. Eso me molestó. ¿Quería meterse conmigo? ¿Me estaba retando? Porque funcionaba. Sí me sentía molesto. Terminé ganando yo el primer puesto pero él se quedó con el segundo. En la premiación mientras nos daban nuestras medallas festejó como si hubiera ganado todo. Le lanzó besitos a sus admiradoras y después fue a festejar con Gigi y Bran. Se veía desorientado un poco. Nuevamente me recordó a la gente ebria o drogada. Pero era imposible, Jimi era un cretino, no un drogadicto. Estaba pensando en eso cuando Laura se acercó para felicitarme.

— Apuesto a que te ganarás más medallas hoy— me dijo ella.
— James casi me gana esta— dije.
— Sí, él... ha cambiado mucho... debe ejercitarse bastante...
— O quizá hizo un pacto con satanás— dije—. Porque ser así de bueno de la nada no es normal. Pero está bien, no me ganará.

Pero pasó. En la carrera de 100 metros me ganó. Quedé en segundo lugar. No quería molestarme aunque sí me sentía bastante irritado sobre todo porque él seguía mirándome con superioridad y eso me enojaba terriblemente. Como sería la competencia de levantamiento de pesas y no me inscribí en esa, decidí llamarle a Neil para despejar mi mente un poco.

— Hola— me dijo—, ¿Cómo va todo? ¿Has ganado algo?
— Sí, tengo dos medallas— dije—. Una es de primer lugar.
— ¡Felicidades!... ¿Por qué no suenas feliz?
— Creo que soy más competitivo de lo que creía— dije—. Y hay alguien que está retándome...
— Pero eso está bien, ¿No? Tener alguien con quién competir te hará esforzarte más, ¿Cierto?
— No si mi competencia es un absoluto cretino.
— Entonces tienes más razones para derrotarlo.
— Es verdad— dije—. Necesita que alguien lo ponga en su lugar. Bien, eso haré. Te llamaré luego. Te quiero.

Rupturas de PasilloWhere stories live. Discover now