60. El diario de Alex Harper

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Se suponía que Neil se quedaría en el auto. Pero cuando Lucille apareció porque la llamé y le dije que me urgía entrar a la escuela, dijo que él también podría entrar si quería.

— ¿De verdad?— dijo Neil sorprendido—, sería grandioso ver dónde estudia Alex.

Así que entró conmigo. Eso me hizo sentir un poco más seguro. Que estuviera en el mismo lugar que yo me daba un poco más de seguridad. Porque la necesitaría. Lo que le diría a Jimi no sería fácil. Pero debía hacerlo.

— Buscaré a Jimi— dije.
— Y yo le mostraré la escuela al doctor Hayworth— dijo Lucille.
— Qué bien— dijo Neil feliz.

Se fueron. Eso sonó bien. Me encantaba el apellido de Neil. Pensé que sonaría muy bien al lado de mi nombre. Podría ser mi nombre de bailarín. Alexander Hayworth. Inmediatamente pensé en mis padres. Quizá a ellos no les gustaría... y ya no les guardaba tanto rencor como antes... de hecho hasta parecían repentinamente agradables... era algo muy complicado. Aún así tenía tiempo, por el momento tendría que ser Alex Harper. Y por extraño que pareciera, eso me era suficiente.
Definitivamente había cambiado mucho. Me sentí más seguro así que busqué a Jimi. Lo encontré con sus amigos en la fuente. Estaba sentado en la parte superior de la construcción, en lo más alto. No sabía por qué la fuente tenía esa forma pero ese sitio parecía una especie de trono... para el rey James. Así lo llamaban todos. Decían que la escuela era suya. Yo creía que eran sólo rumores tontos... pero en ese momento se sentían reales. Jimi, rodeado de sus amigos que más que amigos parecían sus guardias, me observó llegar a él.

No conocía a todos sus amigos personalmente pero sí por los rumores. Al grandote le decían Rocky y aunque parecía muy amigable (me había saludado un par de veces, era el único al que conocía), daba miedo. No debía ser normal que un estudiante fuera tan atlético. Aunque en realidad todos ellos se veían bastante atléticos. Pero debía ser normal porque Jimi me había contado una vez que solían ir al gimnasio.
También estaba Bran, el más bajito de todos pero aún así más alto que Jimi. Era una persona que hablaba con todo el mundo, de todos debía ser el más sociable y el que más parecía adolescente normal. Aún así no me daba confianza. Y por último el que estaba más cerca de Jimi y no sólo ahí sino siempre, era Stefan. Era un estudiante que recientemente se integró a la escuela pero no lo parecía porque inmediatamente se acercó a Jimi y nunca lo dejaba para nada. Lo seguía a todas partes. Era pelirrojo, alto, muy callado y tenía cara de odiar a todo el mundo. Menos cuando miraba a Jimi. Al menos esa impresión tenía yo porque los vi un par de veces juntos. Pero no estaba seguro.
Faltaban otros dos sujetos, Jack, un sujeto alto con cara malhumorada de cabello muy largo y Clint, un tipo muy agradable con todo el mundo que era el sueño húmedo de todas las chicas de la escuela porque sinceramente estaba buenísimo. Yo antes de conocer a Neil solía imaginarlo sin camiseta. Verlo era satisfactorio, era muy atractivo aunque faltaba mucho a la escuela y no podía verlo todos los días. Parecía alguien amistoso, por eso era raro que siempre estuviera cerca de Jack que parecía odiar a todo el mundo. Laura decía que probablemente eran mejores amigos o algo así pero para mí era difícil de creer. Es más hasta era extraño que alguien tan agradable como Clint fuera amigo de Jimi y los demás.

Me acerqué más. Jimi me miró. En ese momento me dio miedo. Quizá porque aún recordaba lo que pasó en la enfermería. Si Jimi hubiera sido una mala persona con verdaderas intenciones de lastimarme, lo habría hecho muy fácilmente. Era más fuerte que yo.
Tal vez era porque se encontraba en su trono pero... me pareció muy ajeno a mí. Como si fuera muy superior. Y es que mirándolo detenidamente hasta parecía increíble que una persona así existiera. Porque era hermoso. Siempre lo había sido pero en ese momento era como si no hubiera persona más atractiva en el mundo. Solía pensar que era porque antes no tenía tanta confianza en sí mismo y tenía sentido, estando al lado de alguien como Evan que lo enclipsaba todo era normal. Incluso yo me sentía inseguro cuando era pareja de Evan.
Sin embargo él ya no estaba ahí. Pero sí esa versión increíblemente sexy de Jimi. James, porque así lo llamaban todos. Con su cabello largo peinado hacia atrás como estrella de hollywood de los 50's, con su perforación brillante, sus abrigos grandes, su camisa con algunos botones abiertos para dejar ver un poco más su piel... y esa forma tan específica con la que miraba a todos. Como si fuéramos insignificantes. Como si él estuviera muy fuera de nuestro alcance. Porque así era.

Rupturas de PasilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora