82. El diario de Alex Harper

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Laura estaba muy nerviosa. No era para menos. La final parecía complicada. Sin embargo tanto el profesor Charles como el profesor Louis creían en que ella definitivamente ganaría. Yo también, no había forma en la que perdiera. Así que me encontraba ahí tratando de pensar únicamente en ella y con la intención de darle todo mi apoyo y atención. O ese creía hasta que en el lugar del evento apareció un auto deportivo blanco bonito. Y de ahí salió James junto a su amigo Bran. Todo el mundo los miraba y no era para menos, fue como si acabara de llegar un ángel. Pero a mí no podía engañarme, él no lo era para nada. Aunque no pude evitar preguntarme: ¿Qué hacía ahí?

Se quitó sus gafas oscuras y se las dio a Bran. Nuevamente me llegó la duda: ¿Las personas que estaban con él eran sus amigos o sus sirvientes? Porque lo parecían.

Laura estaba cerca de la entrada del lugar junto a los demás. Yo me había alejado porque Will y Zac aún no llegaban y quería esperarlos, además Neil fue a estacionar su auto. De verdad no contaba con que James aparecería. Tampoco con que se acercaría a mí. Al principio pensé que se dirigía a otra parte pero no, fue hacia mí. No me moví aunque quería salir corriendo. En mi mente aún estaba fresco el recuerdo de lo que pasó la última vez que nos vimos. Pero traté de pretender que ya no me afectaba.

— Bran, ve a buscar a Laura— le dijo él—, quiero poder ir a desearle lo mejor.

Bran se fue inmediatamente. ¿Eso había sido una orden? Lo parecía. Era sospechoso. Muy sospechoso.

— Qué hermosa casualidad— dijo mientras se acercaba más a mí—. Al menos lo es para mí. ¿Para ti también?
— No es una casualidad, sabías que estaría aquí apoyando a Laura— dije molesto.
— No lo sabía— dijo—. Pero aún así es lindo poder verte. Espero que no sea incómodo para ti estar en el mismo lugar que yo.
— ¿Por qué sería incómodo?
— Porque fuimos amantes en algún momento— dijo muy tranquilo—. Soy como tu ex novio, ¿No?
— Claro que no— dije más molesto.
— Por supuesto que sí. Pero no te preocupes, podemos estar en el mismo lugar como amigos. Es cierto, que ya no soy tu amigo. Lo había olvidado.
— Y no lo serás hasta que dejes de ser un idiota. Cosa que veo que sigues siendo.
— No sabía que me guardabas tanto rencor— dijo—. Debió doler que te dejara.
— ¡Tú no me dejaste, yo te dejé!— dije muy enojado.
— Eso no es lo que me pareció a mí— dijo mientras sonreía altaneramente.

Bran regresó. Le dijo donde estaba Laura. Él se alejó. Lo fulminé con la mirada. De verdad me enojaba verlo ahí. Es decir, era bueno para Laura pero yo quería lanzarle un zapato. Además para hacerlo peor tampoco había llevado a sus demás amigos. Principalmente me hubiera gustado ver a Clint. Era de verdad alguien agradable. Una vez me lo había encontrado en un pasillo y fue muy amable. Parecía una buena persona. También los demás aunque no parecían tan amigables.
Eso me hizo recordar que no los había visto en mucho tiempo. También era sospechoso.
En ese momento llegaron a mí Will y Zac.

— ¿Llegamos tarde? ¿Dónde está Laura?— dijo Zac mientras perdía el aliento.
— Por allá— dije.
— Bien, todavía no ha entrado— dijo Will.
— ¿Dónde está Neil?— pregunté.
— Buscando un buen lugar para estacionar su auto— aclaró Zac—. Dijo que nos adelantáramos.
— Entonces ustedes vayan con Laura, yo iré con él— dije.

Sobre todo porque de verdad necesitaba un respiro. Miré el auto donde James llegó. Estaba estacionado en un lugar donde evidentemente no podía pero a él ese tipo de cosas ya no parecían importarle.
Fui al estacionamiento. Me encontré con Neil.

— ¿Qué haces aquí?— me dijo—, ¿No debías estar con Laura?
— Quería asegurarme de que no te perdieras.
— No podría... este lugar no es tan grande. Para ser la final de un evento importante no hay tanta gente.
— Son matemáticas, a la gente no le interesa— dije—. Es más, la gran mayoría no entendería nada de esto, lo sé porque yo probablemente terminaré muy confundido después.
— Pero sabes mucho de matemáticas, las pones en práctica en el ballet.
— Es diferente. Además no dije que fueran inútiles, solo sugerí que son complicadas. Los números los son para la gran mayoría de la gente. Pero para ti debe ser algo sencillo. También para Zac. O Will. Para todos ahora que lo pienso. Estoy rodeado de genios... eso asusta un poco.
— Ellos también te considerarían un genio. La genialidad se da en diferentes ámbitos.

Rupturas de PasilloOù les histoires vivent. Découvrez maintenant