Rupturas de Pasillo

29. El diario de Alex (y la noche)

— Parece que en tu mente sólo hay dos opciones— dije—. No te culpo, en la mía también existían justo eso, dos caminos a seguir: o sacrifico mi amor o todos sufren. Pero ya no es así. Hablé con una extraordinaria persona que pasó por el mismo dilema y me dijo que no se imagina su vida viviendo sin amor. Porque escogió su felicidad y ganó mucho más de lo que perdió. Me dijo algo muy sabio: las personas que nos quieren nos aceptarán plenamente si saben que esto nos hace felices. Y Neil, tú y yo hemos estado muy ocupados asumiendo los sentimientos de ellos que no los vemos como lo que verdaderamente son: dos personas que nos aman tanto como nosotros a ellos. Pienso que cuando vean lo felices que estamos juntos nos aceptarán totalmente y se alegrarán... porque las personas que nos quieren harían eso. No nos obligarían a separarnos. Quizá esto que tenemos es extraño y no debería suceder pero... está pasando. Y sospecho que nos haría muy felices. No lo sabremos si no le damos una oportunidad.

Me miraba muy sorprendido.

— Es Zac— dije—. La persona que me aconsejó fue él.

Él se veía aún más asombrado si es que era posible.

— Y ahora sí es todo— dije—. Creo que ya no puedo hacer más. Depende de ti.

Iba a darme la vuelta para irme cuando él volvió a sostener mi brazo. Se veía muy angustiado.

— ¿Por qué siempre haces las cosas tan difíciles?— dijo cansado—, yo tenía un plan, ya había tomado una decisión y estaba seguro de que era lo correcto aunque no me gustaba...
— Si te hace dudar entonces no era la decisión correcta— dije—. Creo que en esta situación lo que debes elegir es aquella opción en donde termines a mi lado, porque es ahí donde perteneces. Esa es la elección correcta. No es por presumir pero... creo que podrías ser muy feliz conmigo. Ya lo hemos sido todos estos meses. Realmente creo que de todas las parejas del mundo que puedan existir, seremos la mejor. Al menos así me siento porque mis padres siempre decían que el secreto de una relación exitosa es la comunicación... y siento que no hay nada que no pueda decirte. Contigo he hablado de cualquier cosa sin sentirme incómodo y hasta parece que sin importar qué sea, siempre vamos a tener un tema de conversación que aunque sea tonto va a ser divertido... y jamás conocí a alguien así antes, es como si fuéramos...
— Piezas de rompecabezas— me interrumpió.
— Exacto— dije—. Y encajamos perfectamente.

En los ojos de Neil podía ver muchas cosas, como si pudiera reflejar en ellos todo lo que sentía. Comencé a preguntarme si yo también era capaz de hacer eso.

— No soy tonto, sé que es mucho lo que te estoy pidiendo— dije—. Pero es que cuando se trata de ti siento que siempre quiero más. Como si no fuera suficiente.

Tomé su mano levemente, aún estaba tocando mi brazo.

— Probablemente no lo soy ahora pero me gustaría ser suficiente para ti— dije—. Me gustaría ser alguien digno de estar a tu lado. Tanto que aunque tuviéramos que atravezar una enorme tormenta tú no dudaras en tomar mi mano porque tendrías la certeza de que sin importar qué tan difícil pudiera ser, yo jamás te soltaría... porque así es. No tengo nada más que yo mismo. Desde que descubrí que estoy enamorado de ti he esperado que eso sea suficiente. Que alguien como tú que tiene muchas virtudes pudiera confirmarse con alguien como yo. Y al mismo tiempo creo que merezco tu amor porque si decides quedarte... te amaré hasta el fin. Te seguiré a donde sea que vayas. Enfrentaré cualquier dificultad sin huir, porque si estás a mi lado creo que puedo hacer cualquier cosa. Esto es lo que yo puedo ofrecerte, mi amor eterno. Y probablemente estás pensando que soy muy joven como para estar seguro de algo así y piensas que cambiaré de opinión... pero siento en lo más profundo de mí que eso no pasará. Te amaré hasta mi último aliento.