33. El diario de James

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Salieron y se veían terribles todos menos Clint. Él parecía muy tranquilo. Subieron al auto. Bran no dejó de quejarse hasta que llegamos a una tienda. Clint dijo que haría una llamada y se fue por la acera hasta el extremo de la calle. Los demás se quedaron ahí. Jack tenía un rasguño cerca del mentón.

— Tengo mala suerte— dijo—. Siempre le pasa algo a mi cara.
— Agradece, creo que a mí me golpearon el páncreas— dijo Rocky.
— No seas idiota, tu páncreas no está ahí— le dijo Bran.
— ¿No?— dijo Rocky.

Me gustaba cuidar de los demás. Ya hasta me había vuelto bueno con eso. Disfruté particularmente ayudarle a Jack.

— Listo— le dije—. Se curará eventualmente.
— ¿Y tú ya te encuentras mejor?— me dijo—. Por lo de tu mano.
— Creo que ya sanó por completo— dije.
— Me alegra— dijo—. Así que trata de no meterte en problemas.
— Me portaré bien— dije.

Stefan nos miraba. Me acerqué a Rocky, que seguía insistiendo que debieron golpear alguno de sus órganos vitales.
Debía ser más discreto con Jack. Lo que menos necesitaba eran más problemas. Además mi amor por él sería un secreto que ocultaría en el fondo de mi corazón. No iba a confiárselo a Stefan siquiera.
Clint regresó.

— Nos iremos mañana— dijo él de mal humor—. Hay un asunto en la otra ciudad.
— De acuerdo— dijo Jack.
— ¿Se irán por mucho tiempo?— pregunté preocupado.

Clint me observó. Se acercó para revolver mis cabellos.

— Sólo serán dos días a lo mucho— dijo, sonaba cansado.
— Está bien— dije intentando parecer triste.

Después fuimos al gimnasio. Clint y Jack debían preparar su viaje y nosotros nos quedamos ahí. Rocky practicó un poco con Vins mientras Bran lo miraba. Stefan se quedó junto a la puerta, mirando la calle mientras fumaba un cigarrillo.

— Necesitas concentrarte más— le dijo Bran a Rocky.
— ¿Saben por qué este saco de boxeo se llama Vins?— pregunté.

Me miraron.

— No lo sé, cuando Clint lo trajo nos dijo que así se llamaba— dijo Rocky.
— Ya veo— dije.

Ellos no sabían lo que él me dijo.
Eso me puso feliz. Clint sí confiaba en mí. Aunque yo sospechaba que seguía ocultándome cosas.
Me acerqué a Stefan.

— ¿Quién crees que le dijo a Clint sobre mi visita a Paul?— le pregunté—, ¿Piensas que tu amigo Gil nos traicionó?
— Si él hubiera hablado ya estaríamos muertos— dijo—. La razón por la que logramos engañar a Clint fue porque la persona que debió vernos lo hizo de lejos y no te reconoció.
— Tal vez deberíamos buscar a esa persona— dije.

Me observó. Tiró la colilla de su cigarrillo al suelo y la pisó.

— ¿Y qué harás cuando la encuentres?— preguntó.
— Eso ya depende de qué tan inspirado esté Rocky mañana.
— ¿Mañana?
— Usaré bien la ausencia de Clint— dije—. Quiero volver a ver a Paul.
— Parece que de verdad te interesa ese hombre.
— ¿Estás celoso?— dije feliz—. Me gusta pero no deberías. Eres la única persona que puede verme desnudo así que considérate afortunado... excepto por Clint pero él no cuenta porque yo no lo elegí.

No parecía convencido.

— Sé que debes pensar en veces que no tengo sentimientos— dije—. Y me gustaría no tenerlos porque son una molestia... pero hay algunos que nunca me abandonan. Por ejemplo la culpa. Soy totalmente culpable de lo que le pasó a Paul. Sabía los riesgos y aún así lo condené a su actual estado. Me preocupa por eso. Y ahora necesito saber si está bien porque pudo pasarle algo por lo de la última vez.
— Si vuelves a buscarlo sólo lo pondrás en riesgo de nuevo— dijo.
— No, esta vez seremos más cuidadosos. Nos ayudarán.
— ¿Quién?
— Gerald ya me ayudó una vez— dije—. Y no me delató con Clint. Puede hacerlo de nuevo.
— No confíes en ese sujeto, quizá parece que te ayudó pero es porque está planeando algo...
— Lo sé, no soy estúpido— dije—. Quiere acostarse conmigo. Ese es su objetivo. Al menos sí uno de ellos porque sospecho que tiene más. No sé y tampoco me interesan sus razones pero si puedo aprovecharme de eso, lo haré.
— ¿Te acostarías con él sólo para poder volver a ver a Paul?
— Stefan, hablas como si no me conocieras— le dije—. Tú me ayudaste a ver a Paul y no tuve que acostarme contigo. Será lo mismo. No tengo intenciones de dejar que me toque así que tendré que inventar algo. Pero no te preocupes, todo estará bien. Confía en mí y en mi habilidad para mentir.
— No sé por qué quieres llegar tan lejos...
— Porque me aburro con mucha facilidad y no aprecio mi vida para nada— dije feliz—. Así que debo buscar algo por hacer. Sospecho que a los chicos les gustará lo que haremos.
— ¿Y si alguno te delata?
— Jamás le dirían a Clint— dije—. Juntos le hemos mentido bastante, incluso desde antes de que llegaras. Estarán de mi lado.

Rupturas de PasilloWhere stories live. Discover now